Por Joe Vogel
28 septiembre 2011
Lo
mismo que la narrativa tradicional lo ha hecho, el álbum de Michael Jackson:
Dangerous representó el fin de una era: La muerte del pop y el ascenso y el
despertar del grunge, del alt-rock y del hip-hop. La mayoría de los críticos
apuntan al momento en que Nevermind de Nirvana desbancó del Nº 1 en las listas
de Billboard a Dangerous como el punto de inflexión simbólico.
Las
transformaciones culturales, por supuesto, nunca son tan simples. Varios meses
después de que Nevermind alcanzara el puesto Nº 1, Nirvana compartió escena en
los MTV Video Music Awards con rockeros como Def Leopard, Van Halen, Metallica
y lo que quedaba de la mayor banda de América: Guns N’ Roses.
De
hecho, si uno se viera obligado a precisar un punto de inflexión cultural, los
VMA de 1992 no serían una mala elección. Viendo la subversiva actuación de
Nirvana (que comenzó con unos compases de la prohibida "Rape me",
antes de aplacarse en la temperamental "Lithium") poco después de la
caricaturesca "Let 's Get Rocked" de Def Leppard no sólo hizo ver
ridículo al rock de los 80', sino que lo hizo ver casi obsoleto. Incluso el
poderoso Guns N 'Roses, que cerró el espectáculo con una actuación espectacular
de "November Rain", se burló abiertamente de Nirvana como "rock
corporativo" y "rebelión empaquetada". Si alguna vez hubo un
cambio de guardia público, ésta fue la noche.
Michael
Jackson, por su parte, la definición del ícono del pop de los años 80, crea un
álbum con Dangerous, que tenía tanto -o poco- que ver con el pop, lo mismo que
Nevermind. Las diferencias de estilo son bastante obvias. Nevermind tenía sus
raíces en el punk rock y el grunge, mientras que Dangerous se basaba
principalmente en el R & B y el New Jack Swing. Sin embargo, ambos
expresaron un sentido muy similar de la alienación, con muchas canciones que
funcionan como una especie de poesía confesional. Comparar letras de canciones
de Cobain como "Lithium" – “Soy
tan feliz / porque hoy encontré a mis amigos / Están en mi cabeza” con Jackson en "Who Is It" – “No parece importar / Y no me parece justo / Porque la
voluntad no ha traído la fortuna / Aún lloro solo por la noche.” Ambos discos contenían también su parte de
ganchos pegadizos y estribillos pop, mientras que introducían más sonidos
subterráneos para el público mayoritario, y los dos álbumes fueron cantados por
almas heridas y sensibles que pasaron a ser brillantes vendedores y creadores
de mitos.
Musicalmente,
Dangerous compartía poco en común con las obras de sus compatriotas estrellas del
pop como Madonna, Whitney Houston y Mariah Carey. Su tono era mucho más inquietante,
áspero, urbano e industrial. En cortometrajes como "Black or White",
Jackson estaba asimismo explorando territorios más oscuros, a un público
impactado de clase media con su cruda expresión de dolor e indignación ante el
racismo. Irónicamente, fueron los mismos de su clases –pop stars- y no las
bandas grunge extrañas, quienes censuraron su video musical siguiendo las
protestas públicas por su controvertido final. "Smells Like Teen
Spirit", mientras tanto, se repetía con tal continuidad que tenía un ejecutivo
de MTV gritando a voces que tenían: “A
toda una nueva generación a quien vender”.
El
tema es que, contrariamente a la sabiduría convencional, a finales de 1991,
Nirvana era tan "pop" como Michael Jackson y Michael Jackson era tan
"alternativo" como Nirvana. Ambos álbumes de los artistas fueron
lanzados por los principales sellos discográficos y tuvieron similares éxitos
comerciales y en las listas, a pesar de que fueron juzgados con muy diferentes
expectativas en contra. Cada uno lanzó singles. Cada uno produjo vídeos
memorables y actuaciones que fueron emitidas juntas en la MTV. Y cada uno ha
vendido ya más de 30 millones de copias en todo el mundo.
Nevermind,
por supuesto, ha recibido mayores elogios de crítica, tanto por su importancia
cultural como por su contenido artístico. Sin embargo, 20 años después,
Dangerous, está ganando admiradores a medida que más gente va más allá de la
tontería ajena que era tan prominente en las reseñas contemporáneas y presta
atención a su contenido: sus temas clarividentes, su amplio inventario de
sonidos, su panorámica prospección de estilos musicales.
La
conclusión es esta: Si efectivamente se considera un disco de pop, Dangerous,
redefinió los parámetros del pop. ¿Cómo explicar un álbum que mezcla R & B,
funk, gospel, hip-hop, rock, industrial, y música clásica. Un álbum que
presenta una canción ("Will You Be
There") con la Novena Sinfonía de Beethoven y otra ("Dangerous") con lo que suena
como el corazón de una fábrica de acero de la ciudad, un álbum que, alternativamente,
puede ser paranoico, misterioso, sensual, vulnerable, idealista, sombrío,
trascendente y temeroso? Incluso la cubierta del álbum -una pintura en acrílico
del artista del pop surrealista Mark Ryden- presentando una máscara circense a
través de la cual Jackson mira hacia su audiencia, significa una nueva
profundidad y conciencia.
Jackson
marca el tono desde la canción de apertura. En lugar de los primigenios y
cinematográficos surcos de Bad es algo más en sintonía con el mundo real, algo
más nervioso y urgente. Los cristales rotos en el principio de "Jam"
simbolizan adecuadamente el avance. Dangerous fue el primer álbum de Jackson
sin el legendario productor Quincy Jones. Muchos pensaron que estaba loco al
separarse de Jones, habida cuenta del éxito sin precedentes de la pareja
juntos. Sin embargo, a Jackson le gustaban los retos y se veía fortalecido por
la idea de actuar como productor ejecutivo y de trabajar con un lienzo en
blanco. Empezó a experimentar con un grupo de talentosos productores e ingenieros
con los que se había relacionado en los años anteriores, incluyendo a Bill
Bottrell, Matt Forger, y Bryan Loren. Más tarde, llevó también a su ingeniero
de toda la vida, Bruce Swedien. Lo que resultó de las sesiones de grabación
-que se extendieron desde 1989-1991- fue su álbum con más conciencia social y
personalmente revelador hasta la fecha.
Quizás
la adición más importante al nuevo equipo creativo, sin embargo, no se hizo
hasta el último año. Jackson no estaba satisfecho con muchas de las pistas
rítmicas. Él quería que sonaran más fuerte, sentirlas más enervantes. Con esto
en mente, se acercó al entonces innovador del New Jack Swing, Teddy Riley, de
23 años de edad. Desde el lanzamiento de Bad en 1987, el R & B y hip-hop
habían evolucionado en una variedad de direcciones. Desde el rap provocador de
Public Enemy a la franqueza sexual de LL Cool J, hasta el agresivo New Jack
Swing de Bobby Brown y Guy. Jackson quiso tomar elementos de todas las últimas
innovaciones y sonidos y doblegarlos, retorcerlos, y fundirlos con su propia
visión creativa. Si bien Dangerous a menudo se cataloga como New Jack Swing
-debido a la presencia de Riley, sin duda- la apropiación del estilo por parte
de Jackson es clara. Los tiempos son a menudo más dinámicos y precisos, los
ritmos más sincopados, el sonido más visceral e industrial. Sonidos encontrados
se utilizan como percusión en todas partes: bocinazos, cadenas deslizándose,
puertas batientes, rotura de cristales, metales chocando. Jackson también
introduce con frecuencia el beatboxing y el chasquear de dedos.
Tomen
una canción como "In the Closet" y compárenla con otras de estilo New Jack Swing
de fines de los años 80 / 90. Las diferencias son notables. Escuchen la forma
en que la introducción elegante del piano da paso y gira a un ritmo erótico.
Escuchen cómo la canción va aumentando la tensión y libera, aumenta y libera,
antes de que estalle el clímax en el minuto 4:30. Escuchen la ágil
interpretación vocal, los silencios, la narrativa confesional, las apremiantes
armonías en falsete, a los susurros, suspiros y exclamaciones apasionados. Es
una de las canciones con más carga sexual de Jackson, aunque así y todo, se las
arregla para hacerlo con cierta sutileza e intriga, incluso el título juega
tímidamente con expectativas acerca de la sexualidad. A diferencia de la
mayoría de compositores de R & B y del pop, las "canciones de
amor" de Jackson casi siempre contienen una cierta ambigüedad, tensión
dramática y misterio. Véase también "Dangerous", que contiene la siguiente letra: “En la más profunda oscuridad de la locura de la pasión / me
sentí poseído por una extraña lujuria inhumana.”
Es
en la segunda mitad del álbum Dangerous, sin embargo, donde se muestra
realmente el alcance artístico de Jackson. Tras el representativo éxito de
taquilla de "Black Or White", Jackson revela una de las canciones más
impresionantes de todo su catálogo, la cautivadora obra maestra: "Who Is
It". Para aquellos que todavía creen en el mito de que el trabajo de
Jackson declinó después de los años 80, este tema por sí solo debería acabar
con la idea. No sólo está elaborado habilidosamente (rivalizando con
"Billie Jean"), es Jackson en su más emocional crudeza: “¡No puedo aceptarlo porque me siento solo!” "Give in to Me", continúa con el tono
oscuro, como Jackson dando rienda suelta a la angustia acumulada sobre los
ardientes rasgueos de guitarra de Slash. Es una canción que se sentiría como en
casa junto con el contraste de canciones tranquilas / fuertes de Nevermind, o
las texturas ásperas y metálicos de Achtung Baby de U2.
¿Qué
viene a continuación? Un preludio tomado de la Novena Sinfonía de Beethoven
seguido con naturalidad por dos canciones: "Will You Be There" y
"Keep the Faith" arraigadas en el Gospel negro. Jackson cierra el
álbum con una tierna expresión de la fugacidad de la vida ("Gone Too
Soon"), inspirado en la víctima del sida, Ryan White, antes de regresar al
punto de partida del tema industrial estilo New Jack Swing que da título al
álbum.
Para
algunos, este tipo de enfoque ecléctico y maximalista de un álbum fue visto con
desdén. Dangerous fue criticado por ser demasiado largo, desmesurado y
desenfocado. ¿Qué demonios hacía una canción como "Heal the World" en
un álbum con "Jam" y "Dangerous"?, preguntaban los
escépticos. Ciertamente, contrastaba con el sonido sostenido y el tema de un
disco como Nevermind. Jackson, por supuesto, podría haber ido fácilmente por
este camino añadiendo unas pocas canciones más a los siete temas rítmicos que
creó con Teddy Riley. Sin embargo, en última instancia, fue una elección
estética. Jackson valoraba la diversidad y el contraste, tanto musical como
temáticamente. Le encantaba la idea de sorprender a un público con una inusual
secuencia de la canción, o un cambio inesperado en el estado de ánimo. Si el R
& B tradicional no podía expresar una cierta emoción, él encontró un estilo
que sí podía (así, la evocadora "Will You Be There", épica, arraigada
en la Biblia, se convierte en clásica y gospel). Los álbumes, a su juicio, eran
viajes -y como más tarde explicaría en referencia a su serie de conciertos This
Is It-, quería llevar a la gente a lugares donde nunca habían estado antes.
Sin
embargo, independientemente de las preferencias de estilo, uno debe al menos
reconocer la pura audacia y el talento de un artista que fue capaz de extraer
de fuentes tan dispares y crear tal variedad de géneros. ¿Podría hacer Axl Rose
New Jack Swing? ¿Kurt Cobain pudo hacer hip hop? ¿Podría hacer Chuck D gospel?
Sin embargo, Michael Jackson trabajó tan cómodo con Slash como lo hizo con
Andrae Crouch Choir o con el cantante Heavy D.
Entonces,
¿cuál es el legado de Dangerous veinte años más tarde? Fue un punto de
inflexión artística para Jackson, cambiando su enfoque a un material con mayor
conciencia social, conceptos más ambiciosos, y una paleta más amplia de sonidos
y estilos. Es también la expresión culminante del sonido New Jack Swing,
contribuyendo a finales de los 80 y principios de los 90 al R & B lo que
discos como Nevermind y Ten lo hicieron al rock. Sus fusiones del R & B con
el rap establecieron el plan para los años siguientes, mientras que sus sonidos
industriales y ritmos metálicos fueron más tarde popularizados por artistas tan
dispares como Nine Inch Nails y Lady Gaga. En cuanto a la escena de la música
en general en 1991 -que realmente fue un año extraordinario para la música-
pudo no haber sido tan culturalmente abrumador como Nevermind, pero sí estar
junto a él (y otro puñado de discos) como uno de los logros artísticos más
impresionantes de principios de la década.
Al
final, Nirvana y compañía pudieron haber matado al rock de los 80'. Pero si el
pop estaba muerto, su "rey" había creado alternativas exitosamente.
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