CAPÍTULO 7
El cielo en la Tierra.
Michael
Jackson declaró su independencia cuando compró el Rancho del Valle del
Sicomoro. Era tan emocionante ver a Michael estallar de pura alegría y saltar
en el aire. Después me abrazó fuertemente, y la felicidad de Michael me
envolvió mientras me cogía en alto y empezó a darme vueltas como a una niña.
Estaba tan feliz y emocionado ante la perspectiva de vivir en el rancho, que
empezó a saltar, bailar y gritar, “!Ya era hora! ¡Voy a hacer un cambio!” y lo
hizo.
Michael
me dijo, “Tú me has encontrado el cielo en la Tierra.”
“Bueno,
estoy muy contenta de que estés tan emocionado que te sientas como si
estuvieras en el cielo,” le dije. “Y estoy encantada de que me hayas dado la
oportunidad de encontrar tu Neverland. Te vas a encontrar como nunca antes.
Harás cosas maravillosas. Esta maravillosa mansión que tu consideraste tu hogar
desde el primer día en que pusiste los pies en ella, es tuya.”
Le
rodeé con mis brazos y Michael me dio un abrazo y un beso.
“Sigue
haciendo un buen trabajo, Gloria. Ayuda a todo el mundo que encuentres como me
has ayudado a mí.”
“Gracias
Michael, lo haré en cuanto me den la oportunidad,” le prometí.
Michael
me había dicho que había comprado el rancho con todo el amor de su corazón para
que su madre y la familia lo disfrutaran y poder compartirlo con ellos. Pero él
no quería que ellos supieran todavía que lo había comprado, porque todo el
mundo se oponía a que se fuera de Encino a vivir tan lejos de ellos.
Finalmente,
Michael les dijo a sus padres que había comprado el rancho y el trato estaba
cerrado. Katherine y Joe estaban apenados porque Michael se fuera de casa.
Ellos querían a su hijo y querían tenerlo cerca. Y, como la persona que le
había ayudado a encontrar un nuevo hogar, sentía cierto desconsuelo debido al
hecho de que sus propios padres y familia no se daban cuenta de que, no sólo
era mudarse él, sino que se trasladaba con todas sus cosas a su nueva casa.
Michael
no quería que sus padres sufrieran y para aliviar el dolor, decidió irse cuando
ellos habían salido durante el día.
El
día que Michael se trasladó de la casa de Encino en Hayvenhurst, yo vi todas
sus pertenencias cargadas en los camiones de mudanzas; y vi la desolación
escrita en las caras de todo el mundo presente. Yo misma, estaba triste y
feliz; triste de verle marcharse pero muy feliz de que pudiera tener finalmente
su hogar ideal por el cual había estado luchando tan duramente. Yo estaba
llorando por el Michael Jackson a quien había querido y admirado desde su
niñez. Tan feliz como estaba por él, y no podía alegrarme, porque sentía como
si no pudiera volver a verle nunca más.
Michael
fundó un nuevo y glorioso paraíso en Neverland donde estaba contento de estar
alejado de las multitudes y del ajetreo de las ciudades, y el rancho se
transformó gracias a la fuerza de la soberbia imaginación de Michael. Él creó
sus propios bellos arcoíris llenos de color alrededor del lago artificial.
Compró varias fuentes y puso luces de colores alrededor del perímetro del lago.
Cuando hacía calor, uno podía disfrutar de todos los colores del arcoíris
saliendo de sus creativas innovaciones, amarillo, azul, verde, rojo, púrpura,
rosa, con los surtidores lanzando el agua hacia arriba desde el centro del
centelleante lago. Bellos cisnes blancos y negros y también patos, podían verse
nadar alrededor del lago.
Michael
Jackson tenía gran aprecio por las cosas más bellas de la vida, lo que incluía
el mundo de los grandes artistas. Él adoraba a los personajes de Disneyland
porque también había sido uno de ellos. Y adquirió todos los objetos
memorables, incluyendo a Mickey Mouse, y cada personaje que Disney había
creado. Se hizo con una completa colección de personajes de Disney y los puso a
todos en Neverland.
Cuando
Michael era un niño sentía que no tenía la oportunidad de ser realmente un niño
y jugar. Él vio Neverland como la oportunidad de disfrutar de la niñez que
nunca tuvo. Michael montaba a caballo, se subía a los árboles y diseñó su
propio Disneyland personal con un completo circo para entretener a los niños
gravemente enfermos. Tenía helicópteros y un avión privado para transportar a
los invitados e invitar tanto a niños enfermos como sanos cada vez que iban al
rancho. Había construido una enfermería en el rancho, especialmente para poder
tratar allí a los niños enfermos. Cuando Michael fletaba autobuses para llevar
a los invitados desde Los Ángeles, a menudo ponía música en vivo o alquilaba
músicos para distraer a los pasajeros mientras viajaban. Michael Jackson abrazó
al mundo entero con el amor que sentía por todos sus fans cuando los invitaba
al interior de Neverland.
Michael
empleó alrededor de 100 personas para ayudarle a dirigir el rancho: ayuda
administrativa, amas de llaves, un cocinero y nutricionista para todos los que
trabajaban allí, además de seguridad 24 horas, 7 días a la semana, en turnos de
8 horas.
Yo
estaba sorprendida de lo bien que Michael se había adaptado al ambiente y
estaba encantada de saber que estaba aprendiendo jardinería y tareas de la
granja. Pero contaba con la gran ayuda de las jirafas que estaban siempre
ocupadas comiéndose las ramas altas de los árboles. Ellas podaban los árboles
como expertas y mantenían Neverland con un aspecto inmaculado y elegante.
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El próximo sábado último capítulo.