Oliver “Brick” Price formó
parte del “Dream Team” creador del sueño de Michael
Jackson, Neverland. Ello dio lugar a una larga y entrañable amistad entre
ambos
¡Hay tantos recuerdos de Moonwalker! Me sentaba a menudo con Michael en el trailer y Bubbles estaba con él. Era como tener un niño en la habitación, pero muy tranquilo y con buenos modales; ¡mejores que los de mis propios hijos! Ya había conocido a mis hijos en ese tiempo y ellos realmente le adoraban, por eso íbamos muy a menudo al rancho, incluso antes de que se construyera el parque. Una vez me comentó, y creo que es el mejor cumplido que he recibido jamás, que yo ‘debía ser un gran padre’, basado en lo que él observaba. Se lo agradecí enormemente y realmente me emocionó, porque nos relacionábamos en el terreno profesional y ese fue un momento muy personal. Fue un verdadero honor. Le dije que, por el modo en que le veía comportarse con los niños, esperaba que él los tuviera algún día, porque sentía que sería el mejor padre del mundo. Y por lo que he sabido, así fue. Él apreció mis palabras y pareció emocionarse.
Mi hijo tenía una amiga que le gustaba mucho llamada Ángela, cuando tenía unos 12 años. Un día llegó a casa llorando muy afligido porque le habían diagnosticado cáncer y sólo le daban entre una semana y un mes de vida. Se lo conté a Michael porque me sentía desconsolado por mi hijo, y le di el teléfono del hospital donde se encontraba ella. Los padres y las enfermeras me contaron que su habitación parecía una mezcla entre una floristería y una juguetería. Estaba llena de juguetes y flores. No exagero. Al parecer habló con ella por teléfono y le autografió algunas cosas y le dijo que la quería mucho… Me emociono al contarlo, pero ella continuó viviendo durante otro año más... Porque le dio una motivación, la hizo sentir especial. Ella sintió que había algo excitante en su vida y creo que él le ofreció un nivel de atención que aumentó su autoestima.
Michael era un enorme fan de todo lo relacionado con Disney. Un elemento primordial de Disneyland era el tren. La sensación que tenía de Michael es que era el niño de 14 años más mayor que he visto. Y esa cualidad infantil es rara en los adultos. Empezó a hablar sobre elementos que quería; en ese momento no había un parque de atracciones o un Neverland como lo conocemos hoy, sino más bien algo como “¿Qué ponemos aquí o allí?”. Él podía verlo claramente como si estuviéramos delante y estuviera ya terminado. En ese momento ya tenía el cine. No puedo recordar si ya nos conocíamos Brad Sundberg y yo; él estaba bastante a cargo del cine y desde entonces nos hicimos amigos. Hice algunos dibujos de elementos de trenes a escala infantil e intenté encontrarle cosas usadas para ahorrarle algo de dinero, ya que le gustaba más el material antiguo que las cosas nuevas, porque al fin y al cabo tenía más carácter y artesanía. Busqué alguna información sobre locomotoras que le gustaban a Michael y eran similares a las que había en Disney, y localicé un tren para él… Construimos un tren a escala para niños que pudieran conducir ellos mismos. Le pusimos baterías que duraban todo el día. Circulaba desde las casas de invitados hasta la casa principal. A mis hijos les encantaba. Pero, evidentemente, eso sólo no le satisfacía. Él quería uno de verdad.
Michael tenía una habitación enorme con trenes Lionel en miniatura.
No recuerdo cuándo se convirtió en Neverland Ranch de forma ‘oficial’ pero nosotros diseñamos y tallamos las señales de madera que había en el suelo. Tengo el original en mi casa y otro en mi oficina. Él quería réplicas en fibra de vidrio porque eran más duraderas.
Una vez salió a ver una de las señales a la entrada de Neverland en su carrito de golf, aparcó a unos 15 metros de ella y me dijo que me acercara. Le resultaba incómodo mirar la señal de cerca con toda la gente allí, les pedí que se marcharan y entonces se acercó a la señal y recorrió con sus manos la madera tallada.
Norma Staikos estaba a cargo del rancho. Cuando la conocí era obvio que se trataba de una relación de padre y madre junto con Bill Bray y con Miko Brando como un hermano; eran como una familia.
Recuerdo que estábamos sentados en la zona de la barbacoa mirando el paisaje y hablando de Neverland y su visión del lugar. De repente empezó a cantar una canción que nunca le había escuchado antes. Así simplemente. Era asombroso escucharle cantar en un lugar tan hermoso. Era extraordinario.
Era un retiro para él, pero también estaba destinado a ser un lugar para niños que necesitaban ayuda.
Salíamos a sitios públicos de vez en cuando y la gente le reconocía, lo que era divertido. Fuimos a ver un show, la gente le miraba, y él me dijo: “La gente me está mirando, ¿Crees que saben quién soy?”, y yo le contesté: “Michael, llevas una mascarilla y a tres enormes guardaespaldas contigo” (risas). Me decía que a veces deseaba escapar de todo y ser tan solo una persona normal.
Entré en contacto por primera vez con Michael cuando trabajamos en Capitán Eo.
A partir de entonces, Laura, mi esposa, y yo fuimos amigos suyos durante unos
10 o 12 años. Ya no recuerdo cuántos.
Estábamos trabajando en un plató de sonido en la puerta de al lado del suyo, en Desilu Studios, Culver City, mientras rodábamos la película “Space Camp” allí. Teníamos una cabina a tamaño real de un transbordador espacial y él estaba apasionado con el Space Program. Así que, un día, cuando todo el mundo se había marchado, visitó el plató. Se volvió loco por estar en el transbordador. Parecía un niño tocando interruptores diciendo ¡guau! todo el rato. Fue una respuesta muy gratificante.
Diseñé y construí varias cámaras 3D y era técnico de 3D, por eso tomaba muchas fotografías de lo que pasaba detrás de la escena. Cuando Michael las vio, se convirtió al instante en un aficionado al 3D y desde ese momento fui de las pocas personas que tuvo acceso libre a él y a sus proyectos con una cámara.
Realmente no sabía nada sobre los aspectos técnicos. Le enseñé algunas cosas que hice y construí para él una cámara 3D usando 2 cámaras Nikon. Las imágenes eran asombrosas. Tengo por alguna parte unas 500 u 800 fotografías de Michael detrás de escena en 3D así como en Neverland y en diferentes proyectos. Bueno, le gustó la cámara y le enseñé cómo usarla. Era increíblemente avispado y le cogió el truco enseguida. Le encantaba aprender. Quería que le enseñara cómo construir modelos y jugamos mucho con su enorme diseño en papel de su modelo de tren. Una vez fuimos a comprar algunas imágenes en 3D y le hice un visor para verlas. Le encantaba poder negociar el precio y conseguir un par de dólares de rebaja (risas).
Disfruté de verdad de su compañía por su ingenio, inteligencia, sentido del humor y humanidad. Estaba cómodo con mi familia.
Lo siguiente que recuerdo es estar involucrado en la película “Moonwalker”. Construimos el coche en miniatura para el rodaje de los efectos especiales.
También hicimos el robot en miniatura. Kevin Pike hizo las piezas a tamaño real. Trabajamos bastante con Colin Chilvers, que era un gran tipo, y con Dennis Jones. Fue muy divertido.
También recreé su dormitorio en nuestro plató para la película. Era una réplica exacta de su habitación. No me puso ningún tipo de restricciones. (los retratos, el guante, las chaquetas…)
Puede que ordenara un poco antes de que me dejara caer por su casa, pero así era. Lo que hice fue sacar Polaroids y fotos en 3D de su habitación mientras lo empaquetábamos todo. Quería que fuera exacta (típico de Mikie). Y le prometí que se lo devolvería todo. A propósito, le llamaba Mikie en broma bastantes veces porque en aquella época había un anuncio que decía: “¡A Mikie le gusta!”.
No filmamos en su propia habitación porque no había suficiente espacio. También por privacidad, para ser sincero.
Estábamos trabajando en un plató de sonido en la puerta de al lado del suyo, en Desilu Studios, Culver City, mientras rodábamos la película “Space Camp” allí. Teníamos una cabina a tamaño real de un transbordador espacial y él estaba apasionado con el Space Program. Así que, un día, cuando todo el mundo se había marchado, visitó el plató. Se volvió loco por estar en el transbordador. Parecía un niño tocando interruptores diciendo ¡guau! todo el rato. Fue una respuesta muy gratificante.
Diseñé y construí varias cámaras 3D y era técnico de 3D, por eso tomaba muchas fotografías de lo que pasaba detrás de la escena. Cuando Michael las vio, se convirtió al instante en un aficionado al 3D y desde ese momento fui de las pocas personas que tuvo acceso libre a él y a sus proyectos con una cámara.
Realmente no sabía nada sobre los aspectos técnicos. Le enseñé algunas cosas que hice y construí para él una cámara 3D usando 2 cámaras Nikon. Las imágenes eran asombrosas. Tengo por alguna parte unas 500 u 800 fotografías de Michael detrás de escena en 3D así como en Neverland y en diferentes proyectos. Bueno, le gustó la cámara y le enseñé cómo usarla. Era increíblemente avispado y le cogió el truco enseguida. Le encantaba aprender. Quería que le enseñara cómo construir modelos y jugamos mucho con su enorme diseño en papel de su modelo de tren. Una vez fuimos a comprar algunas imágenes en 3D y le hice un visor para verlas. Le encantaba poder negociar el precio y conseguir un par de dólares de rebaja (risas).
Disfruté de verdad de su compañía por su ingenio, inteligencia, sentido del humor y humanidad. Estaba cómodo con mi familia.
Lo siguiente que recuerdo es estar involucrado en la película “Moonwalker”. Construimos el coche en miniatura para el rodaje de los efectos especiales.
También hicimos el robot en miniatura. Kevin Pike hizo las piezas a tamaño real. Trabajamos bastante con Colin Chilvers, que era un gran tipo, y con Dennis Jones. Fue muy divertido.
También recreé su dormitorio en nuestro plató para la película. Era una réplica exacta de su habitación. No me puso ningún tipo de restricciones. (los retratos, el guante, las chaquetas…)
Puede que ordenara un poco antes de que me dejara caer por su casa, pero así era. Lo que hice fue sacar Polaroids y fotos en 3D de su habitación mientras lo empaquetábamos todo. Quería que fuera exacta (típico de Mikie). Y le prometí que se lo devolvería todo. A propósito, le llamaba Mikie en broma bastantes veces porque en aquella época había un anuncio que decía: “¡A Mikie le gusta!”.
No filmamos en su propia habitación porque no había suficiente espacio. También por privacidad, para ser sincero.
¡Hay tantos recuerdos de Moonwalker! Me sentaba a menudo con Michael en el trailer y Bubbles estaba con él. Era como tener un niño en la habitación, pero muy tranquilo y con buenos modales; ¡mejores que los de mis propios hijos! Ya había conocido a mis hijos en ese tiempo y ellos realmente le adoraban, por eso íbamos muy a menudo al rancho, incluso antes de que se construyera el parque. Una vez me comentó, y creo que es el mejor cumplido que he recibido jamás, que yo ‘debía ser un gran padre’, basado en lo que él observaba. Se lo agradecí enormemente y realmente me emocionó, porque nos relacionábamos en el terreno profesional y ese fue un momento muy personal. Fue un verdadero honor. Le dije que, por el modo en que le veía comportarse con los niños, esperaba que él los tuviera algún día, porque sentía que sería el mejor padre del mundo. Y por lo que he sabido, así fue. Él apreció mis palabras y pareció emocionarse.
Mi hijo tenía una amiga que le gustaba mucho llamada Ángela, cuando tenía unos 12 años. Un día llegó a casa llorando muy afligido porque le habían diagnosticado cáncer y sólo le daban entre una semana y un mes de vida. Se lo conté a Michael porque me sentía desconsolado por mi hijo, y le di el teléfono del hospital donde se encontraba ella. Los padres y las enfermeras me contaron que su habitación parecía una mezcla entre una floristería y una juguetería. Estaba llena de juguetes y flores. No exagero. Al parecer habló con ella por teléfono y le autografió algunas cosas y le dijo que la quería mucho… Me emociono al contarlo, pero ella continuó viviendo durante otro año más... Porque le dio una motivación, la hizo sentir especial. Ella sintió que había algo excitante en su vida y creo que él le ofreció un nivel de atención que aumentó su autoestima.
Michael era un enorme fan de todo lo relacionado con Disney. Un elemento primordial de Disneyland era el tren. La sensación que tenía de Michael es que era el niño de 14 años más mayor que he visto. Y esa cualidad infantil es rara en los adultos. Empezó a hablar sobre elementos que quería; en ese momento no había un parque de atracciones o un Neverland como lo conocemos hoy, sino más bien algo como “¿Qué ponemos aquí o allí?”. Él podía verlo claramente como si estuviéramos delante y estuviera ya terminado. En ese momento ya tenía el cine. No puedo recordar si ya nos conocíamos Brad Sundberg y yo; él estaba bastante a cargo del cine y desde entonces nos hicimos amigos. Hice algunos dibujos de elementos de trenes a escala infantil e intenté encontrarle cosas usadas para ahorrarle algo de dinero, ya que le gustaba más el material antiguo que las cosas nuevas, porque al fin y al cabo tenía más carácter y artesanía. Busqué alguna información sobre locomotoras que le gustaban a Michael y eran similares a las que había en Disney, y localicé un tren para él… Construimos un tren a escala para niños que pudieran conducir ellos mismos. Le pusimos baterías que duraban todo el día. Circulaba desde las casas de invitados hasta la casa principal. A mis hijos les encantaba. Pero, evidentemente, eso sólo no le satisfacía. Él quería uno de verdad.
Michael tenía una habitación enorme con trenes Lionel en miniatura.
No recuerdo cuándo se convirtió en Neverland Ranch de forma ‘oficial’ pero nosotros diseñamos y tallamos las señales de madera que había en el suelo. Tengo el original en mi casa y otro en mi oficina. Él quería réplicas en fibra de vidrio porque eran más duraderas.
Una vez salió a ver una de las señales a la entrada de Neverland en su carrito de golf, aparcó a unos 15 metros de ella y me dijo que me acercara. Le resultaba incómodo mirar la señal de cerca con toda la gente allí, les pedí que se marcharan y entonces se acercó a la señal y recorrió con sus manos la madera tallada.
Norma Staikos estaba a cargo del rancho. Cuando la conocí era obvio que se trataba de una relación de padre y madre junto con Bill Bray y con Miko Brando como un hermano; eran como una familia.
Recuerdo que estábamos sentados en la zona de la barbacoa mirando el paisaje y hablando de Neverland y su visión del lugar. De repente empezó a cantar una canción que nunca le había escuchado antes. Así simplemente. Era asombroso escucharle cantar en un lugar tan hermoso. Era extraordinario.
Era un retiro para él, pero también estaba destinado a ser un lugar para niños que necesitaban ayuda.
Salíamos a sitios públicos de vez en cuando y la gente le reconocía, lo que era divertido. Fuimos a ver un show, la gente le miraba, y él me dijo: “La gente me está mirando, ¿Crees que saben quién soy?”, y yo le contesté: “Michael, llevas una mascarilla y a tres enormes guardaespaldas contigo” (risas). Me decía que a veces deseaba escapar de todo y ser tan solo una persona normal.
Una noche, durante una cena, se
prepararon dos mesas, una para los adultos, con cubertería de plata y copas de
cristal y otra para los niños. Mi hija Eilish dijo: “¡Quiero sentarme con
Michael!” y
Michael dijo: “¡Claro!”. Tuvieron que volver a
organizarlo todo para acomodar a los niños. Me dejó alucinado. Tenía tanto
miedo de que mi hija rompiera algo, pero se comportó como un adulto. Tenemos
fotos con Michael esa noche y una fotografía de Eilish rodeada de muñecas.
Construimos un par de coches, los taxis, la máquina de Coca Cola y algunas
miniaturas para la película “Regreso
al Futuro”. Un
día estaba hablando con Michael y cuando le dije que trabajé en ella me dijo: “¡Yo también!” Le dije: “¡¿Cómo?!”. ¿Recuerdan cuando Michael J. Fox hace el moonwalk? ¡Michael me dijo que eran sus
pies haciendo el Moonwalk! No te lo puedo decir con seguridad, ¡no sé si estaba
bromeando conmigo o no! Yo me lo tomé en serio, si no es cierto, es una
historia muy divertida. Haría falta hablar con el cámara. Cada vez que Michael
iba al plató lo despejaban y se quedaban las personas imprescindibles. Veré si
puedo encontrar quién estaba en el plató entonces.
Cuando estábamos trabajando en el vídeo “Come Together”, mi esposa y los niños fueron invitados a unirse al público. Michael fue muy amable. Nos invitó a su camerino y fuimos todos.Cuando nos marchamos les recuerdo mirando hacia atrás y a Eamonn diciendo: “¿Michael puede ser mi padre también?” y yo le contesté: “¡Claro que puede!!”(risas)
En otra ocasión, mi hijo quiso regalarle algo especial por Navidades y le pregunté qué quería regalarle. Resultó que su juguete favorito era una pistola BB. Y yo le dije “Ohh, quizás no…”.
Michael era bastante pacifista y amaba a los animales también. Le llamé para avisarle de que mi hijo quería regalarle algo especial. Cuando recibió el regalo pareció realmente entusiasmado, y no creo que estuviera fingiendo, dijo: “¿A qué le vamos a disparar?”. Le di una bolsa con latas de Coca Cola. En retrospectiva, ¡¡supongo que deberían haber sido latas de Pepsi!! (risas). Las colocamos en un muro y empezó a disparar. Falló los primeros disparos, pero cuando finalmente le dio a una lata, ¡Oh, Dios mío! ¡Estaba tan contento! Era como un niño. Le pregunté si de verdad la había gustado y dijo: “¡Sí, el mejor regalo que he tenido!”.
Otra vez fuimos al rancho y los niños querían conducir un carrito de golf. Yo estaba bastante en contra y les dije: “¡Absolutamente no!”. Pero Michael les dio las llaves y les explicó brevemente el manejo. Eamonn acabó estrellándose contra todos nosotros, incluido Michael. Tenía unos 10 o 12 años entonces. Pensé que Michael estaría verdaderamente enfadado pero se reía como loco. Realmente comprendía cómo eran los niños. Y yo estaba sudando de miedo pensando en que casi matamos a uno de los artistas más grandes de todos los tiempos.
Un recuerdo que tengo del tiempo que pasamos juntos es que solíamos luchar (risas). Pero una vez había salido a comprar algunos posters; a él le encantaba coleccionar posters de viejas películas y de circo, y pagó una pequeña fortuna por uno de ellos, unos $10.000. Yo estaba bromeando con él y repitiendo un chiste sarcástico dirigido a él ¡Y él empezó a perseguirme y a golpearme con el poster de $10.000!
Ustedes creen que sea verdad? Estos no parecen los pies de MJ |
Cuando estábamos trabajando en el vídeo “Come Together”, mi esposa y los niños fueron invitados a unirse al público. Michael fue muy amable. Nos invitó a su camerino y fuimos todos.Cuando nos marchamos les recuerdo mirando hacia atrás y a Eamonn diciendo: “¿Michael puede ser mi padre también?” y yo le contesté: “¡Claro que puede!!”(risas)
En otra ocasión, mi hijo quiso regalarle algo especial por Navidades y le pregunté qué quería regalarle. Resultó que su juguete favorito era una pistola BB. Y yo le dije “Ohh, quizás no…”.
Michael era bastante pacifista y amaba a los animales también. Le llamé para avisarle de que mi hijo quería regalarle algo especial. Cuando recibió el regalo pareció realmente entusiasmado, y no creo que estuviera fingiendo, dijo: “¿A qué le vamos a disparar?”. Le di una bolsa con latas de Coca Cola. En retrospectiva, ¡¡supongo que deberían haber sido latas de Pepsi!! (risas). Las colocamos en un muro y empezó a disparar. Falló los primeros disparos, pero cuando finalmente le dio a una lata, ¡Oh, Dios mío! ¡Estaba tan contento! Era como un niño. Le pregunté si de verdad la había gustado y dijo: “¡Sí, el mejor regalo que he tenido!”.
Otra vez fuimos al rancho y los niños querían conducir un carrito de golf. Yo estaba bastante en contra y les dije: “¡Absolutamente no!”. Pero Michael les dio las llaves y les explicó brevemente el manejo. Eamonn acabó estrellándose contra todos nosotros, incluido Michael. Tenía unos 10 o 12 años entonces. Pensé que Michael estaría verdaderamente enfadado pero se reía como loco. Realmente comprendía cómo eran los niños. Y yo estaba sudando de miedo pensando en que casi matamos a uno de los artistas más grandes de todos los tiempos.
Un recuerdo que tengo del tiempo que pasamos juntos es que solíamos luchar (risas). Pero una vez había salido a comprar algunos posters; a él le encantaba coleccionar posters de viejas películas y de circo, y pagó una pequeña fortuna por uno de ellos, unos $10.000. Yo estaba bromeando con él y repitiendo un chiste sarcástico dirigido a él ¡Y él empezó a perseguirme y a golpearme con el poster de $10.000!