Antes de que Michael Jackson le pidiera a un médico tratar su
insomnio con propofol, intentó quedarse dormido mientras el médico le
leía cuentos para dormir.
La búsqueda desesperada de décadas de la estrella del pop para
dormirse a final de cuentas llevaron a su muerte cuando tuvo una
sobredosis del anestésico quirúrgico el 25 de junio de 2009.
El juicio para decidir si la última promotora de conciertos de
Jackson es responsable de su muerte se acerca a su fin después de más de
cuatro meses de testimonio.
Los abogados de AEG Live planean descansar su caso de defensa esta
semana, con los abogados de Jackson presentando varios testigos de
refutación. Los argumentos de cierre probablemente serán la última
semana de septiembre.
El médico Barney Van Valin, cuyo testimonio en video se mostró a los
miembros del jurado este viernes, negó la petición de Jackson para darle
infusiones de propofol en 2003, pero seis años después (en palabras del
médico Van Valin), otro médico “lo puso a dormir como un perro”.
La madre y los tres hijos de Jackson sostienen que AEG Live es
responsable de su muerte debido a que la empresa contrató, retuvo o
supervisó al médico Conrad Murray, quien fue sentenciado por homicidio
involuntario por la sobredosis de propofol de Jackson. Murray dijo a los
investigadores que le daba a Jackson infusiones nocturnas del
medicamento para tratar su insomnio en los últimos dos meses de su vida.
Los abogados de AEG Live afirman que Jackson, no sus ejecutivos,
escogieron y controlaron a Murray y que la empresa no tenía forma de
enterarse de sus tratamientos peligrosos en la privacidad de la recámara
del cantante.
Los productores ignoraron señales de advertencia de que la salud de
Jackson se deterioraba y en lugar de encontrar otro médico para
intervenir, mantuvieron a Murray y lo hicieron responsable de llevar a
Jackson a los ensayos de sus conciertos de regreso, sostienen los
Jackson.
MJ y el médico eran “mejores amigos”
El consultorio del médico Van Valin está cerca del Rancho Neverland
en el condado de Santa Barbara, California, Estados Unidos, donde
Jackson vivió hasta que fue absuelto de un juicio por abuso infantil en
2005.
“Éramos mejores amigos, ya sabes”, testificó el médico Van Valin. “No tenía un mejor amigo y no creo que él lo tuviera”.
Jackson “simplemente aparecía” en la casa de Van Valin cada semana más o menos sin avisar, dijo.
El médico abría su puerta para irse a trabajar en la mañana “y él simplemente estaba ahí”.
Su chofer le dijo una vez que Jackson había esperado en su puerta
durante 35 minutos y no quería tocar porque creía que era de mala
educación.
Los hijos de Van Valin se quedaban en casa después de la escuela algunos de los días en los que Jackson visitaba.
“Llegaba del trabajo y ahí estaba Michael en la casa y veían
caricaturas o, ya sabes, comían pizza”, dijo Van Valin. Al principio era
una novedad, pero después de varios años era rutina, dijo.
Al médico se le preguntó en el interrogatorio si Michael Jackson era un buen padre.
“Era un excelente padre”, respondió. “Porque yo soy un buen padre y
él era mejor que yo. Los respetaba a medida que lo respetaban y los
corregía amablemente”.
"Jackson no fingía los dolores"
La defensa de AEG Live incluye la afirmación de que Jackson cultivaba
amistades con los médicos para ganar acceso a medicamentos para
alimentar una adicción secreta. Pero Van Valin negó que Jackson alguna
vez usara su amistad para obtener recetas de medicamentos que no eran
indicados clínicamente.
Aunque se vio obligado a testificar como testigo de AEG Live, el
testimonio de Van Valin impulsó el caso de los Jackson al mostrar que el
consumo de analgésicos de Jackson estaba justificado médicamente por el
dolor crónico que tuvo en 1997 en un accidente en el escenario, dijeron
los abogados de Jackson.
El médico dijo que Jackson mostraba los “síntomas clásicos de dolor
en la espalda baja” y un estudio de resonancia magnética confirmó una
protuberancia en un disco en la parte baja de su espina dorsal
consistente con dónde estaba su dolor.
El médico Van Valin dijo que nunca sospechó que Jackson fingiera su dolor para recibir inyecciones de analgésicos.
“Investigué eso porque hay muchas personas que vienen e intentan engañarme, así que siempre investigo eso”, testificó.
Aunque el médico dijo que “nada implicaba” que Jackson abusara de los
analgésicos, hubo un incidente durante una visita a domicilio en 2002
que causó que sospechara que Jackson podía haber recibido inyecciones
adicionales del poderoso opioide Demerol por parte de otro médico. Se
percató de “un pequeño punto de sangre” en la playera de Jackson después
de que lo inyectara, dijo.
“La levanté y había una bandita sobre esta y dije, ‘Michael, tienes a
otro médico que te inyecta (...) ¿te das cuenta del riesgo en el que te
pones y a mí al hacer eso? ¿Quién vino y te inyectó?’ ‘Oh, no, no lo
hice; no fue una inyección’”, dijo Van Valin. “Pero sí lo era, mentía”.
AEG Live sostiene que Jackson no les dijo a los médicos sobre los
tratamientos de otros médicos. El argumento es importante para su
afirmación de que su consumo peligroso de medicamentos reduciría su vida
incluso si no hubiera muerto en 2009. Mientras más corta fuera su
esperanza de vida, menos dinero podían pagar en daños si eran
encontrados responsables en su muerte.
“Le dije, ‘sabes qué, no puedo hacer esto, porque si doblas la dosis,
ya sabes, te inyecto y entonces ya tenías una’, dije, ‘podría
matarte’”, testificó Van Valin.
Van Valin permaneció cercano a Jackson aunque dejó de tratarlo poco después del incidente, dijo.
Cuentos para dormir versus Diprivan
El testimonio del médico reveló más sobre la relación de Jackson con
el medicamento que lo mató, el anestésico quirúrgico propofol, también
conocido como Diprivan. Los abogados de AEG Live sostienen que fue un
medicamento sobre el que Jackson sabía mucho, pero sus ejecutivos no
tenían conocimiento de este.
Debbie Rowe, la exesposa de Jackson, testificó anteriormente que
médicos alemanes inyectaron al cantante con esto en un hotel de Múnich
dos noches para ayudarlo a dormir entre sus conciertos de la gira HIStory en 1997.
Los abogados de Jackson señalaron que Paul Gongaware, quien ahora es
el coCEO de AEG Live, era el manager de la gira de Jackson en ese
entonces.
Cinco años después, Jackson le pidió a Van Valin que lo ayudara a dormir.
“A veces, decía, ‘Barney, hazme un favor, ve si puedo dormir, voy a
ponerme debajo de las cobijas en ese sillón’, dijo, ‘solo léeme un
libro’”, testificó Van Valin. “Encontraba un libro que se veía
interesante y comenzaba a leerlo o a contarle historias. Eso no
funcionaba a veces porque se emocionaba sobre la historia y decía, ‘¿eso
realmente ocurrió?’ o algo así. De cualquier forma, le leía y cuando
parecía que se había dormido me salía, ya sabes, era algo difícil porque
la puerta sonaba. Si creía que estaba dormido me iba y de vez en cuando
decía, ‘buenas noches, Barney’,y cuando llegaba a la puerta, no estaba
dormido en lo absoluto”.
El médico Van Valin también intentó ayudar a dormir a Jackson con sedantes, incluido Xanax, sin tener éxito, dijo.
Sin embargo, Jackson le reveló en 2003 que tenía un escondite de
propofol en un closet de su recámara en el Rancho Neverland, dijo Van
Valin.
“Dijo, ‘¿me llevarías a dormir, no he podido dormir durante cuatro
días’ y dije, ‘¿con qué?’ y dijo, ‘bueno, tengo esta cosa’, y dije,
‘Mike, no doy sedación intravenosa. Necesitas un anestesiólogo que haga
eso’. Y dijo, ‘oh, es seguro, lo he utilizado durante todos estos años
entre los conciertos y me pone a dormir’, dije, ‘no puedo imaginar que
sea un buen sueño’, ya sabes, y dijo, ¡no, funciona realmente bien’”.
Dijo que Jackson le comentó que durante sus giras mundiales un médico
“me ponía la intravenosa y me dormía, se quedaba ahí durante ocho horas
y me despertaba porque se iría; si pasaba tres días entre conciertos,
tenía tres días en los que no dormía, ya sabes, que no podía dar el
concierto que quería dar, ya sabes, me refiero a que quiero que mis
conciertos sean, ya sabes, tan elevados como fuera posible”.
“Suena como un médico que hizo su trabajo, no como este otro hombre,
quien solo comenzó la infusión y dejó la habitación, básicamente lo puso
a dormir como un perro”, dijo Van Valin.
Jackson fue “bastante complaciente” cuando rechazó su petición para
ayudarlo con propofol y nunca se lo pidió de nuevo, dijo Van Valin.
El médico Conrad Murray dijo a Anderson Cooper de CNN en abril que
Jackson tenía “su propio escondite” de propofol en su casa antes de que
comenzara a tratarlo en 2009.
“No concuerdo con Michael, pero Michael sentía que no era un problema
porque había estado expuesto durante años y sabía cómo funcionaba
exactamente”, dijo Murray. “Y debido a la situación en ese tiempo, mi
propuesta era intentar quitárselo, pero Michael Jackson no era el tipo
de persona a la que le puedes decir ‘déjalo’ y va a hacer eso”.
Los abogados de Jackson sostienen que AEG Live fue negligente por no
revisar la situación financiera angustiante de Murray antes de acordar
pagarle 150,000 dólares al mes. Creó un conflicto de intereses, que
llevó a que Murray ignorara prácticas seguras y su responsabilidad en la
salud de Jackson, sostienen.