King!

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viernes, 30 de enero de 2015

Cuando Estefanía de Mónaco cantó con Michael Jackson / When Stephanie of Monaco sang with Michael Jackson


Artículo por Vanity Fair


A mediados de los ochenta la princesa monegasca comenzó una improbable carrera musical que dejó un gran éxito ('Ouragan') y un polémico dueto con Michael Jackson. Cuando está a punto de cumplir cincuenta años, la recordamos.

(...) 

Quiero Cantar

El primer encuentro entre Estefanía y Michael se había producido años atrás en un bar de la capital francesa. Pero era Estefanía de Mónaco. Era absolutamente imposible acercarse a ella”, contó él en una entrevista en la televisión francesa en 1992. No fue hasta unos años después cuando coincidieron en un club de París y ella le confesó que quería dedicarse a la música. Dicho y hecho. Jean-Franóis logró, gracias a sus relaciones con magnates de la música, fijar una cita con la princesa Estefanía.

Michael le enseñó la canción. Estefanía pensó que es un gran tema, contó él años después, pero no se atrevía a cantarlo. El productor nunca ha revelado cómo la convenció, pero sí que le molestaron sobremanera los rumores que siguieron a su lanzamiento que aseguraban que la voz del tema no era la de la princesa.

(…) El segundo disco que graba en Los Ángeles, titulado Stephanie, tardará cinco años en salir a la venta (sucede en 1991) y su éxito es casi anecdótico, pese a promocionarlo en el programa de la todopoderosa Oprah WInfrey en Estados Unidos y presentarlo con una gira por Europa y Latinoamérica. El cambio de rumbo hacia el rock y la electrónica se saldan con la indiferencia del público en todo el mundo (excepto en España, pero únicamente porque viene a grabar el videoclip de WInds of chance a las Islas Canarias). Pero en Los Ángeles ocurre algo mucho mejor. Un día, Michael Jackson escucha el primer disco de Estefanía de Mónaco.


Estefanía de Mónaco y Michael Jackson se reencontraron en una gala de premios en 1996.
 

La princesa y el rey


Michael Jackson estaba inmerso en la grabación de las canciones que conformarían Dangerous, su cuarto asalto después del histórico Bad. Una de las canciones que se dispone a grabar, In the closet, habla de una relación amorosa que un hombre y una mujer desean mantener en secreto. Michael Jackson pidió a Madonna que interpretase a la mujer. Por aquel entonces, a finales de los ochenta, los dos artistas mantenían una extraña relación que nadie sabe si se podría calificar de amistad o de interés mutuo por acercarse al que era la mayor superestrella del género ajeno.



Madonna aceptó a cambio de colaborar en la letra. Pero, en plena época de exploración sexual y escándalo (poco después publicaría Justify my love), lo que le presentó al inocente Michael era demasiado explícito y este lo rechazó. Con Madonna fuera de la ecuación, recordó entonces aquel disco que había escuchado de la princesa monegasca con una voz inocente, sensual, casi inaudible. Y decidió que era ella la apropiada.


Durante algún momento de la primavera de 1991 Estefanía creyó que su manager le estaba gastando una broma cuando éste le dijo que Michael Jackson quería sus coros en una canción de su nuevo disco. Llegó a Los Ángeles una noche y se reunió con él para discutir sobre qué quería para su canción. Grabó su parte a la mañana siguiente. Esa tarde abandonó de nuevo la ciudad.


Su voz está acreditada en el disco como "mistery girl" (chica misteriosa). El motivo, explicó Estefanía en una entrevista en radio tras la muerte del artista, era que la idea original era organizar un concurso para que los fans identificasen la voz de aquella mujer. Pero los planes se cayeron cuando Naomi Campbell fue contratada para ser la protagonista del vídeo. Fue universalmente asumido que la suya era la voz del vídeo (algo incomprensible teniendo en cuenta que Naomi tiene una voz más parecida a la de Chavela Vargas que a la de princesa).


La canción, segundo single de Dangerous, fue un éxito global, pero Estefanía no se quedó precisamente contenta. Es probable que el fracaso de su segundo disco y el hecho de que su colaboración con el artista más famoso de la historia se quedase en el baúl de los secretos es lo que le llevase a abandonar el mundo de la música ese mismo año.


No fue hasta 1993 cuando se descubrió que Estefanía era la voz de In the closet. Michael Jackson lo confirmó en una rueda de prensa en Gstaad. Para entonces, una carrera musical era ya un puntito en el horizonte para Estefanía. Estefanía ya se había enamorado de su guardaespaldas, Daniel Ducruet, y estaba dispuesta a formar una familia. ¿Su conclusión de todo esto? La que sacó en una entrevista en Radio Mónaco en 2009 justo después de la muerte del artista fue ciertamente cómica:
“Tal vez todo esto explique por qué Naomi Campbell y yo no somos grandes amigas...”.


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Una historia para mis amigos de Nueva York; extracto de ‘Seminarios de Brad Sundberg’ / A story to my friends in New York; extract 'Seminars Brad Sundberg'



Siempre me ha gustado Nueva York desde mi primera visita en 1988. Michael estaba programado para actuar en los Grammys, entonces estábamos preparando la actuación de la etapa estadounidense de la gira Bad en el Madison Square Garden. Siendo un chico de California, nunca olvidaré caminar por Times Square con Bruce Swedien como mi guía, dirigiéndonos a la antigua Hit Factory en la calle 54 Oeste. Traté de no ser el "turista" típico mirando hacia arriba y tropezando contra una cabina de teléfono (lo que nunca sucedió), pero esa ciudad te atrapará desde el momento en que salgas de la escalera del metro. La primera impresión se quedará conmigo para siempre.


Trabajamos con Michael en el estudio preparando el montaje para los premios Grammy y al mismo tiempo la banda se estaba preparando para la actuación del Madison Square Garden. Es difícil describir lo enorme que era Michael en ese momento, y lo influenciada que Nueva York estaba por él. Había vallas publicitarias gigantes y banderas del álbum Bad y del Bad Tour por todo Times Square. La gente llevaba los zapatos MJ (¡recuérdenlos!) Y chaquetas con decenas de hebillas. Era casi surrealista lo grande que era todo, lo grande que era Michael. Aquí estaba yo en el estudio con él – el mismo chico de siempre - bromeando con todo, calentando agua Evian para él, enchufando los calentadores, etc., y afuera el equipo de marketing de CBS Records se estaba volviendo loco con la promoción. Por extraño que pueda parecer, fue entonces cuando realmente me empecé a dar cuenta de su enorme popularidad y de lo grande que era su imagen pública. Y sucedió en Nueva York.

Estaba con mi esposa Debbie en el Radio City viendo a Michael ensayar para los Grammys. Incluso esto era una locura porque vaciaron todo el teatro para su ensayo. Cada puerta estaba cerrada y vigilada, y Deb y yo nos sentamos a unas 15 filas del escenario y miramos. Tuvimos nuestro propio concierto privado, sólo nosotros dos, más los chicos de seguridad en las puertas y los equipos de cámara y de producción. Había otra persona que caminó por el pasillo del centro y se sentó un par de asientos delante de mí, alguien a quien admiraba profundamente, alguien que me pilló totalmente por sorpresa, y alguien de quien probablemente nunca hayan oído hablar. Su nombre era Garrison Keiller, pero guardaré esta historia para otro momento.

Durante el ensayo, Michael me llamó al escenario al menos una vez para pedirme una edición o algo del tema. No voy a mentir, estar en medio del Radio City Music Hall con todas las luces, el equipo, la seguridad, etc. y Michael llamándome para hablar de algo, era bastante guay. Yo era sólo un chico y, a riesgo de repetirme, fue surrealista.

Pasemos rápidamente seis años y estamos de vuelta en Nueva York para grabar el álbum HIStory en 1994. Para mis amigos en el noreste, puede que recuerden el invierno del 93/94. Me parece recordar que Nueva York fue golpeado con al menos 16 fuertes tormentas de nieve. Habíamos dejado California para escapar de los terremotos y entramos en un paisaje invernal permanente desde las primeras de las numerosas semanas del proyecto. Nueva York cubierto por completo por la nieve es uno de los lugares más bellos que existen. Recuerdo andar pisoteando nieve hasta al estudio por en medio de las calles porque no había coches circulando, había sólo nieve por todas partes y me encantaba. Michael siempre estaba helado, así que no estaba tan entusiasmado con la nieve interminable, pero a mí me gustó mucho.




- Brad Sundberg