"No te lo vas a
creer - Michael tiene una pequeña plataforma sobre la que baila, aquí mismo en
el estudio. ¡Está haciendo todo tipo de movimientos mientras graba las
voces!"
Eso fue lo primero
que me dijo el fotógrafo Bobby Holland, mi compañero de habitación por
entonces, cuando volvió a nuestro apartamento de Los Angeles una tarde en 1978
tras pasar un rato en los Zentz Recording, un estudio cualquiera de Hollywood,
donde Michael Jackson grababa su primer disco en solitario para Epic/CBS,
producido por Quincy Jones que acabaría siendo el iconico Off The Wall.
Holland fue
contratado por nuestro amigo Ed Eckstein, que por entonces dirigía Quincy Jones
Productions, para hacer unas fotos casuales, no posadas de Jackson y Jones
trabajando en el estudio de grabación, para usar como publicidad.
Has leído bien -
publicidad. Por entonces, Michael y Quincy, aunque respetados y famosos, no
eran iconos culturales. De hecho, ambos estaban en puntos de sus carreras en
los que tenían algo que demostrar. Ya entrado en la veintena, Michael quería
crear un álbum que reflejara en lo que quería convertirse musicalmente.
Quincy, siendo un renombrado
director de orquesta, arreglista galardonado, productor, compositor y creador
de bandas sonoras, buscaba solidificar su reputación como productor a gran
escala. Si, había producido su primer éxito en 1963 con el clásico pop de
Lesley Gore, "It’s My Party" y había producido éxitos en los 70 con
Aretha Franklin, los Brothers Johnson, Rufus & Chaka Khan, así como sus
propios álbumes. Pero en los años 70 quería ser visto como un creador de éxitos
certificado.
Los ejecutivos de CBS
Records (que luego fue $ony) respetaban a Quincy - todo el mundo respetaba a
Quincy – pero no le veían como el hombre que podía producir a Michael Jackson.
No porque vieran a Michael como inestimable; por entonces, era un artista más.
Para producir a
Michael preferían a alguien como Maurice White – fundador/productor de la mayor
banda negra del sello, Earth, Wind & Fire – que también había tenido éxito
produciendo a Deniece Williams, al teclista Ramsey Lewis y a los Emotions.
Aunque los Jacksons
tenían ideas sobre quién debía producir el disco en solitario de Michael.
Pensaban que ellos debían hacerlo, y así se lo dijeron a Michael delante de mí
una tarde de septiembre de 1977.
Jackie, Tito, Marlon,
Randy y yo estábamos sentados en un sofá de cuero en la guarida del rancho
original de la familia en Encino, en Hayvenhurst (antes de que Michael lo
demoliera y construyera una mansión estilo tudor) mientras en un radiocassette
Sanyo sobre la mesa de café sonaban pistas instrumentales – sin voces
principales ni coros todavía – de Destiny, el primer álbum, en el que excepto
"Blame It On The Boogie", habían tenido permiso para componer y
producir ellos mismos.
Michael estaba
sentado en una silla de madera enfrente nuestro, haciendo ocasionales
movimientos al ritmo de la música. Era algo para contemplar – Michael Jackson
bailando en su silla – aunque lo hice con mi visión periférica, por miedo de
que si me veía mirando, se diera cuenta de lo que hacía y parara.
"Hemos estado
esperando para producir nuestro propio material durante mucho tiempo, hombre"
dijo Jackie orgulloso, cuando acabó el cassette. "Tras este álbum, Michael
va a grabar un disco en solitario. Está hablando con distintas personas, pero
está pensando en hacerlo en familia y dejarnos producir también su disco. ¿Verdad
Mike?"
Michael miró a la
lejanía, como si no lo hubiera escuchado, su silencio atronador lo dijo todo.
En cualquier caso, fue gracias a de Holland, Eckstein y el propio Quincy Jones
el hecho de que yo estuviera sentado en primera fila de la creación de lo que
acabó siendo el álbum más importante de la carrera en solitario de Michael
Jackson. Cuando Bobby volvió a nuestro apartamento aquella tarde del estudio,
le freí a preguntas.
"Bueno, estaba
tranquilo y a lo suyo excepto cuando había música" dijo Bobby de Michael,
mientras buscaba una cerveza en la nevera. "Quincy le hacía reír con
algunas de las mierdas que decía - ya sabes cómo es Quincy, siempre contando
historias - pero era cuando comenzaba a sonar la música cuando Mike se
convertía en un tigre. Cuando cantaba, hacía muchas de las mierdas que hace en
el escenario, como un mini-concierto. Ha sido una pasada."
Algunos días no había
luz suficiente en la sala para que Bobby hiciera fotos – cuando Michael estaba
grabando tras el micro, el cantante insistía en que el estudio permaneciera a
oscuras. "Las únicas luces de la sala" decía Bobby, "eran las de
la consola de grabación y la luz del atril que sostenía un troce de papel delante
de Michael."
Era una operación sin
ningún lujo. Ni limusinas, ni un elaborado plan de seguridad, ni comidas
preparadas por un chef. Quincy no conducía, así que a mediodía llegaba al
estudio con su coche "un viejo Buick normalito" conducido por otra persona.
"¿Un Buick,
Bobby? ¿Estás seguro?"
"Hey, mi padre
era un hombre de Buick. Reconozco un Buick cuando lo veo. Era un Buick."
Según Bobby, Quincy
llevaba un maletín que, cuando lo abría, contenía partituras y... un bote de
salsa picante. Solían pedir comida y cena de lugares cercanos de menú, pero Q
tenía que ponerle su propia salsa picante.
Michael solía llegar
poco después, alguien le llevaba también. "No era Bill Bray" decía
Bobby, "Era otro tipo".
Un día Michael
apareció vestido como el actor Charlie Chaplin. "De la cabeza a los
pies" dijo Bobby. "Maquillado, por completo. Y trabajó así. A nadie
le pareció llamativo. Imagina a Charlie Chaplin a ritmo de 'Don’t Stop ‘Til You Get
Enough'."
Algunos días, había
músicos, pero normalmente estaban solos Michael, Quincy, el ingeniero de toda
la vida de Quincy, Bruce Swedien y, como me dijo Bobby una tarde, volviendo del
estudio, "ese tipo blanco llamado Rod Temperton."
Había oído hablar de
él. Un lánguido y bien vestido inglés que era miembro de Heatwave, la
monstruosa banda interracial de R&B que abría los conciertos de los grandes
grupos de gira y quemaban las listas con temas como "Boogie Nights",
"The Groove Line" y la balada "Always and Forever."
Temperton era un
fenómeno - un tipo blanco con pinta de aburrido que parecía un vendedor de
seguros - pero que hacía unos ritmos R&B increíbles y componía letras que,
de alguna forma, siempre incluían las palabras "hot" y
"street".
Una tarde, quizá un
año antes de que empezara a trabajar con Temperton, estaba yo en la oficina de
Quincy Jones en A&M Records con Eckstein, cuando Quincy, sentado en su
mesa, se puso serio y preguntó "Ivory, ¿qué opinas de Rod Temperton?
¿Podrían servir los temas que compone para Heatwave para otros artistas en general?"
Quincy Jones me estaba pidiendo mi opinión musical.
"Hmmmm,"
dije, pensativo. "No lo sé, Q. Esos temas funcionan bien con la banda,
pero... simplemente no lo se".
Quincy me miró y
sacudió la cabeza, como diciendo, “Seguramente tengas razón”. Obviamente, el
tipo me estaba dando cancha. Aunque me lo hubiera preguntado, él ya había
contratado a Temperton.
Si Michael y Quincy
tenían algo que demostrar con esta producción, sin una colaboración previa de
éxito tras ellos, podían permitirse el lujo de hacer un disco honesto. Al
contrario que en otros discos de Jackson posteriores, Off The Wall no tenía
añadidos - no había temas rock meticulosamente diseñados para gustar a un
segmento demográfico que normalmente no escuchaba la música de Jackson; no
había cameos de estrellas en la música reclutados puramente por imagen.
Rufus (de Rufus
Featuring Chaka Khan) básicamente sirvió para buscar a la banda de estudio.
Antes de Masterjam de Rufus producido por Quincy y Off The Wall, el nuevo
batería de Rufus, John "JR" Robinson, fue reclutado a duras penas
mientras estaba en plena gira, no llegó a tocar en ninguna de las principales
sesiones de grabación.
La cantante Patti
Austin hizo una gran pareja con Michael durante el dueto "It’s The Falling
In Love", pero si ese tema hubiera aparecido en Thriller, seguramente
hubieran contratado a un nombre más famoso de cara a la galería.
Durante la producción
del álbum, algunas tardes Eckstein venía a nuestro apartamento con una cinta de
cassette con grabaciones de pistas sin pulir en las que habían trabajado toda
la semana y nos encendíamos un porro mientras las escuchábamos. Yo alucinaba.
El poderoso "Burn This Disco Out" de Temperton fue mi favorita de
inmediato. Tenía un pegadizo ritmo, grande, agresivo; vocalmente, Michael te
comía vivo.
Era fascinante
escuchar cosas que el mundo no tenía - como la voz de Michael rompiéndose
durante el tema de Stevie Wonder, "I can’t help it", intentando
conseguir un falsete todavía más agudo que el que hacía durante los ad-libs del
final de la canción. ¿Quién sabía que Mike no era perfecto?
Cuando salió Off The
Wall en agosto de 1979, Bobby y yo estábamos tan excitados como Michael. Todo
lo que habíamos vivido desde dentro de la producción hizo que sintiéramos su
éxito como personal. Fue un pelotazo inmediato, llegó a vender como seis
millones de copias. En todo el mundo ha vendido como 20 millones desde que
salió.
Tras el triunfo, el
álbum sólo ganó un Grammy Award al Best Male R&B Vocal Performance por su
primer single, "Don’t Stop ‘Til You Get Enough" y Michael se enfadó
tras la ceremonia. Quincy dijo una limusina se llevó a Michael a casa, donde
"lloró hasta quedarse dormido".
Michael dijo al
Presidente de CBS Records, Walter Yetnikoff que sentía que Off The Wall debería
haber ganado el premio Record Of The Year. Yetnikoff decía a los ejecutivos del
sello que el éxito de Off The Wall había sido inesperado y que la insistencia
de Michael en que el siguiente disco sería todavía mayor, no era más que la
fantasía del artista.
Por supuesto, todos
sabemos lo que pasó después.