En esta emotiva
entrevista, Big Al Scanlan comparte sus recuerdos personales de Michael y
Neverland.
Valmai
Owens, 24 dic. 2010-1 febr. 2011
Desde 1990 hasta
2005, Big Al Scanlan trabajó en Neverland como Jefe de Mantenimiento. Era el
responsable de los terrenos y de las numerosas atracciones, incluido el teatro,
juegos y trenes. También acabó siendo amigo personal de Michael.
Valmai:
Big Al, ¿cómo conseguiste el trabajo en Neverland?
Big
Al:
Cuando el señor Jackson compró el rancho, yo estaba trabajando para una
compañía especializada en parques de atracciones. Esta compañía fue recomendada
a los representantes del señor Jackson para asesorar sobre el modo de cuidar de
toda la equipación. Yo visitaba Neverland dos o tres veces al año, bien para
una inspección de seguridad o para asuntos de mantenimiento.
Durante los dos
primeros años en que Neverland entró en funcionamiento, desarrollé una gran
relación profesional así como de amistad con el manager del rancho. En una de
nuestras reuniones le informé de que estaba cansado de viajar 300 días al año y
que estaba buscando un trabajo en un parque de atracciones. Su respuesta me
dejó asombrado: Dijo, ¿Por qué no te planteas trabajar aquí?
En ese momento no
tenía ni idea de lo que suponía Neverland en relación al trabajo benéfico.
Pensaba que solo era un lugar para que el señor Jackson se divirtiera. No era
un fan de Michael Jackson pero estaba al tanto de la música lo suficiente como
para saber que él era un artista de un increíble talento. Había visto lo
suficiente de Neverland como para saber que era un lugar con clase, pero
pensaba que trabajar aquí sería… bueno… aburrido. Decidí escuchar qué tenían
pensado sobre mi posible empleo el personal de Michael Jackson. Esa fue una muy
sabia decisión por mi parte.
Valmai:
¿Cómo era un día típico cuando Michael estaba en casa?
Big
Al:
Cuando el señor Jackson estaba en casa o tenía invitados, mi día comenzaba a
las 5.00 de la mañana con la alarma del despertador. Entraba a trabajar a las 7
y me dirigía al tren de vapor. Solo dos personas en el rancho podían encender y
manejar la máquina de vapor. Uno de nosotros iba temprano a encenderla y el
otro iba hacia las 2 de la tarde y se quedaba hasta el cierre.
Cuando la máquina
estaba a pleno vapor, me limpiaba y me ponía mi uniforme para el resto del día.
Después de esto, me quedaba y escuchaba la radio por si me avisaban para un
paseo en tren. Normalmente alternaba de un tren a otro, llevándolos de un lado al
otro del valle y tocando el silbato de vez en cuando. Al señor Jackson le
encantaba el ambiente que el movimiento del tren y el sonido del silbato
añadían a la magia de Neverland.
Valmai:
Sabemos que a Michael le encantaba gastar bromas a la gente para divertirse.
¿Le gastó alguna? ¿Cuáles eran sus bromas más divertidas?
Big
Al:
Llevaba trabajando en Neverland solo unas pocas semanas. Era un día muy
caluroso. Tenía puesto mi uniforme (y pensando que hacía mucho calor para
llevar uniforme), estaba cerca de la entrada del parque de atracciones picando
hielo para la máquina de helados y vuelto de espaldas al camino que hay frente
al parque. Veo de reojo un carrito de golf lleno de gente; el carrito se para
frente a mí, y yo sigo picando hielo, cuando escucho, “Vaya si hace calor hoy, ¿verdad?”
Me vuelvo lentamente y asiento mientras sigo picando hielo. Entonces… WHAM, un
globo de agua me golpea en medio de la espalda. Mientras el coche echa a correr
escucho al señor Jackson decir, “¡Yo no
he sido!” Me noté mucho más fresquito y un pensamiento me
pasó por la mente, “Nunca he tenido un
jefe que me lanzara globos de agua, creo que este va a ser un lugar divertido
para trabajar.”
Esta anécdota se
quedó en mi mente porque solo había estado trabajando unas pocas semanas en
Neverland y no había tenido contacto alguno con el señor Jackson todavía,
aparte de poner en marcha las atracciones para él.
Valmai:
Aparte de su trabajo como artista, ¿qué le gustaba más hacer a Michael en su
tiempo libre?
Big
Al:
El único tiempo libre del que puedo hablar es de su tiempo en Neverland. Creo
que le gustaba todo de Neverland; subir en las atracciones, ver películas,
visitar el zoo y sin la menor duda, ¡las guerras con globos de agua!
Neverland le ofrecía
al señor Jackson, así como a sus invitados, la oportunidad de relajarse, de
escapar del stress de cada día. Incluso si estaba de gira o en el estudio,
quería saber cómo habían pasado el día los invitados que tenía en Neverland. Era muy importante para él que la pasará lo mejor posible.
Valmai:
¿Tuviste relación con alguno de los más famosos amigos de Michael, como
Elizabeth Taylor o Lisa Marie?
Big
Al:
Durante mis años en Neverland, creo que los conocí a todos. El único que
destaca es Gregory Peck. Él estaba en el parque con algunos de sus familiares.
Estábamos los dos sentados bajo un gran roble mientras veíamos a su familia
subir en algunas atracciones. El señor Peck me preguntó cómo empecé a trabajar
en Neverland y durante la siguiente media hora le conté la historia de mi vida.
Cuando se levantó para irse me dio las gracias y me dijo que era una persona
fascinante. Lo dijo con tanta sinceridad que nunca lo olvidaré. Me dije a mí
mismo, “aquí está este tipo que es un absoluto icono… una leyenda… y está
fascinado por mi vida de feriante… guau!!”
Valmai:
¿Puedes hablarnos sobre el impacto que causaba un día en Neverland a los niños
que lo visitaban?
Big
Al:
Es difícil de explicar el enorme impacto que causaba un día en Neverland en los
niños de los barrios pobres y en los que luchaban por sus vidas amenazadas por
graves enfermedades. Mejor deberías escucharlo directamente de ellos mismos. Lo
que sé es que recibíamos cartas de los doctores, enfermeras, asesores y
familiares que definitivamente me hacían llorar. Algunos de esos niños estaban
tan enfermos que creo que era un milagro si solo por un día se olvidaban de su
enfermedad. Y para los niños de los barrios pobres, algunos de los cuales no
habían salido nunca de su barrio, el milagro era que podían ver que aún hay
esperanza.
Valmai:
¿Parecía Michael ser una persona feliz en Neverland?
Big
Al:
¡Completamente!
Valmai:
¿Cuál fue uno de sus momentos más felices?
Big
Al:
No puedo decir solo uno. Pienso que ver a los niños enfermos y de los barrios
pobres pasándoselo tan bien en Neverland, le hacía muy feliz.
Valmai:
Cuando miras atrás en el tiempo pasado en Neverland con Michael, ¿Qué cosa no
olvidarás nunca, qué recuerdo es el que más permanece en tu mente?
Big
Al:
Difícil pregunta; hay tantos recuerdos increíblemente felices… Supongo que si
tuviera que escoger uno sería el momento en que hice reír más fuertemente al
señor Jackson. (Le hice reír muchas veces.) Antes de seguir contando tengo que
recordarte el video “Speed Demon”, ¿te acuerdas cuando al principio Michael
corre huyendo de dos gordos en motocicletas? Si no es así deja de leer y
míralo.
Ok? ¿Te acuerdas
ahora?
Pues estoy en el
parque de atracciones cuando recibo una llamada en la radio, “El señor Jackson
necesitaría dos motos en el parque en unos minutos.” Agarré a Dan, y nos
subimos en mi carrito de golf hasta el establo donde se encontraban las motos.
Ahora piensa que Dan mide 1.67m y pesa unos 59 kg. Por otro lado, yo mido 1.90m
y peso 145 kg. Ahora puede que sepas por donde voy…
Dan y yo íbamos hacia
el parque en las motos, y cuando estábamos a unos 60 metros del señor Jackson,
noto que me está mirando y riéndose. Me pongo a un metro de distancia y
simplemente dije, “Hey Mister, ¿quiere
firmar un autógrafo en mi barriga?” Empezó a reírse tan fuerte que creí que
se iba a echar a llorar.
Valmai:
¿Cómo te sentirías si Neverland se reabriera como un parque similar a
Graceland, y crees que a Michael le gustaría eso?
Big
Al:
Absolutamente! Sé que se ha hablado de todo, tanto bien como mal, sobre esa
posibilidad. Ha habido noticias del señor Jackson diciendo que odiaba Neverland
y que nunca viviría allí de nuevo. Dadas las circunstancias del fiscal del
distrito, el sheriff y “esa gente”, no dudo de esas noticias. Creo que pasado
el tiempo, el señor Jackson habría reabierto Neverland. ¿Por qué lo creo?
Durante mis 15 años
en Neverland, sentado a la mesa de picnic bajo un enorme roble, tuve muchas y
largas conversaciones con el señor Jackson sobre Neverland. Mirándole a los
ojos y escuchando su voz, no hay duda de que el trabajo caritativo hecho allí
fue una de las cosas más importantes de su vida. Con el tiempo, creo que la
importancia de esos días mágicos para los niños enfermos y marginados habría
encontrado el modo de volver al corazón de Michael. Las cartas de los doctores
y enfermeras de parte de los niños en los hospitales, y las cartas de los
padres contando cómo sus hijos recordaban el viaje a Neverland, deja muy claro
lo importante que fue el trabajo benéfico del señor Jackson en Neverland.
Yo me hice muy amigo
de un niño con fibrosis quística (enfermedad nº 1 asesina de los niños). Jeff
visitó Neverland una vez con los niños del Hospital de Los Ángeles y dos veces
como mi invitado en el día familiar anual de los empleados. Un día, después de
llevarle allí, me miró y dijo, “No estoy
seguro si me gusta Michael Jackson como artista (Jeff era un chico rapero,
punk…) pero estoy seguro de que me gusta Michael Jackson como persona.”
Jeff entendió
verdaderamente a Michael y la importancia de Neverland, mientras digo esto, y
me acuerdo de esos recuerdos felices de Jeff en Neverland, comprendo su
importancia. Si Neverland volviera a su apogeo, y abriera al público parte del
tiempo para mantener los costes de mantenimiento, y parte del tiempo para
actividades caritativas, sería una situación beneficiosa para todos.
Imágenes grabadas el 24 de
diciembre de 2004 que expresan mejor que las palabras el significado de
Neverland:
Valmai:
¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Michael, y de qué hablaron?
Big
Al:
Mi última conversación con el señor Jackson fue durante el juicio. No hubo
mucha conversación. A veces le veía por la mañana antes de irse o a la tarde
cuando volvía. La conversación era más bien un reconocimiento del uno al otro.
Espero que viera en mis ojos lo mucho que me importaba y lo mucho que hubiera
deseado saber qué hacer, qué decir. Esta es la primera vez en mucho tiempo que
recuerdo esa última conversación. Tengo un montón de momentos mucho más felices
con él en los que concentrarme.
Valmai:
¿Cuál sientes que es el mejor regalo que has recibido de Michael? ¿Cómo cambió
él tu vida?
Big
Al:
Después de pasar algún tiempo cerca del señor Jackson y comprendiéndole mejor;
aprendí a ser más compasivo, a no juzgar, a hacer lo que pudiera para ayudar a
la gente menos afortunada que yo, y a ser más amable y educado. Soy una mejor
persona, gracias al tiempo que pasé en Neverland con el señor Jackson.
Valmai:
¿Cuál dirías que es el legado más inmenso de Michael?
Big
Al:
Estoy seguro de que la mayoría de la gente diría que es su carrera musical. Yo,
por otro lado, diría que son sus logros humanitarios, tanto los conocidos como
los desconocidos.
Valmai:
Si pudieras pasar un día más con Michael, ¿cómo lo pasarías?
Big
Al:
Después de escuchar esta pregunta, necesito un poco de tiempo para volver a la
calma. Pasaría el día dándole las gracias hasta que me hiciera parar, después
haría mi trabajo, entretener al Artista.
Valmai:
Si pudieras compartir alguna cosa con el mundo, ¿Cuál sería?
Big
Al:
Si tan solo supiera cómo… me gustaría hacer saber al mundo lo verdaderamente
genuino que era el señor Jackson como persona.
Valmai:
¿Cuál era la atracción favorita de Michael?
Big
Al:
Yo diría que los coches de choque y el Sea Dragon en segundo lugar.
Valmai:
¿Tenían Prince, Paris y Blanket atracciones favoritas?
Big
Al:
Eran demasiado pequeños para las de los mayores… les gustaban las infantiles…
el Lolli Swing era probablemente su favorita.
Valmai:
Mucha gente nunca comprendió el concepto de por qué Michael construyó un parque
de atracciones. Si tú pudieras ser su voz, ¿qué le diría Michael al mundo?
Big
Al:
El Parque de Atracciones, junto con el resto de Neverland, fue construido para
proporcionar un día mágico, una alegría que se quedara en la memoria de las
vidas de aquellos niños enfermos y menos afortunados que visitaban Neverland.
Valmai:
¿Con qué frecuencia invitaba Michael a los niños menos privilegiados,
marginados y enfermos terminales a Neverland? ¿Una vez al mes, cada semana o
varias veces al año?
Big
Al:
Durante la primavera y el verano, intentábamos hacer un grupo por semana, a
veces, dos por semana. Durante el otoño y el invierno llueve demasiado, así que
no tan a menudo. No queríamos que los niños pensaran en el viaje con tanta
antelación y después tener que cancelarlo por la lluvia.
Valmai:
Cuando alguien piensa en un parque de atracciones, piensa en juegos, algodón de
azúcar y en niños. Michael tenía mucho más que todo eso, tenía un zoo. ¿Qué
clase de animales tenía?
Big
Al:
Teníamos un zoo increíble y con espacio para reptiles. También teníamos
chimpancés, orangutanes, jirafas, elefantes, cocodrilos, tigres, aves exóticas,
un oso negro y un león.
Valmai:
¿Tienes algún recuerdo cariñoso para compartir con nosotros sobre Michael y los
animales?
Big
Al:
Al señor Jackson le encantaba visitar el zoo y pasar tiempo con todos los
animales. Teníamos un gran número de empleados en el zoo. Muy bien preparados.
El señor Jackson aprendía y retenía cada información que recibía en sus visitas
al zoo. Creo que la única cosa a destacar, y me llevó un tiempo darme cuenta de
ello, es que creo que los animales le reconocían. Esto puede parecer una locura
pero… es cierto. Sé que algunos animales son más listos que otros, pero creo
que TODOS conocían a Michael. Yo solía visitar el zoo tres veces por semana.
Los chimpancés me conocían y les gustaba, pero estoy completamente seguro de
que cada animal allí sabía quién era Michael… menos, quizás, Big Al, el
cocodrilo (se llamaba así por mí). Él solo salía si tenía hambre y tenías un
pollo para él.
Valmai:
¿Cómo era tener a los animales sueltos por aquellas tierras, alguna experiencia
que contar?
Big
Al:
En una ocasión el personal del zoo llevaba a los animales por delante o por
detrás de la casa. Un día estaba yo en el tren de vapor y escuché extraños
ruidos que venían del lago. Miré y vi a los elefantes jugando dentro del lago.
Era como estar en una película de Tarzán… totalmente asombroso.
Y hablando del zoo de
Neverland… un día estaba en el parque de atracciones y me llamó una chica que
estaba a cargo de los elefantes. Me preguntó si podía ir un momento. Había allí
un elefante que pertenecía a un chico que tenía muchos animales exóticos y
trabajaba con ellos en anuncios. Como a los elefantes les gusta estar en grupo,
lo llevaba a Neverland cuando no estaba trabajando. Además a los elefantes les
gusta aprender de los mayores y este elefante, Suzy, estaba bien entrenado y
bien educado. Así que era beneficioso para todos.
La cuestión es que me
necesitaban… quería hacer una tarjeta de agradecimiento para el dueño de Suzy y
querían una foto de Suzy y Santa Claus. Como tengo un traje muy bonito de Santa
Claus, me pidieron si podía hacerme la foto, con el permiso de los encargados,
se preparó todo.
Después de varias
fotos, Suzy me dejó caer en la valla.
Valmai:
Has compartido historias divertidas con nosotros. ¿Hay algo que te contara
Michael, sea profundo, divertido, tierno, que puedas compartir, que no se te
haya olvidado con los años?
Big
Al:
Tengo que hablar de la vez que el señor Jackson estaba hablándome de Earth
Song. Eso fue antes de que saliera el disco HIStory y no tenía idea de lo que
me estaba contando. Pero el modo en que me hablaba sobre el mensaje y lo mucho
que significaba para él… la emoción… casi me hizo llorar al pensar en esa
conversación la primera vez (y cada vez) que escuché esa canción.
Valmai:
A menudo oímos hablar de gente que conoció a Michael de cómo simplemente estar
en su presencia parecía ser mágico, inspirador, curativo; como si su amor y su
luz brillaran e irradiaran a través de él por donde quiera que iba. Desde los fans
que le conocieron, hasta los niños enfermos que experimentaron un efecto
curativo, desde amigos cercanos y queridos, lo hemos escuchado muchas veces.
¿Experimentó algo así también?
Big
Al:
Siempre era un gran placer trabajar y estar en presencia del señor Jackson… y
sí, fui testigo de su efecto extraordinariamente positivo en mucha gente.
Foto cedida por Big Al de su
colección personal a Dot To Dot, Michael Jackson Tribute Portrait.
Gracias Big Al, por compartir
tan especiales recuerdos con nosotros.
Como parte de la
misma entrevista, se añade un documento, esta carta escrita por Michael en
agradecimiento a un artista que hizo unas figuras de bronce para Neverland.
Buddy Obara es un
reconocido escultor de figuras de animales a nivel mundial. Hace varios años
realizó su "definitivo y secreto proyecto" toda una jungla de
animales, incluido un árbol baobab con una cavidad para que los niños pudieran jugar
al escondite. Todo ello en bronce, tal y como se puede ver en la fotografía. Su
patrón: Michael Jackson.
La finalidad del
proyecto: Enriquecer las vidas de los
niños terminalmente enfermos que visitaban Neverland.
Fuente: mjhideout