Ya hemos llegado al capítulo nueve lo que
significa que ya solo quedan 3 partes más para que se termine el libro. Lo que
viene es triste… es volver a recordar aquel 25J, les advierto que habrá una que
otra lágrima… lo sé yo porque ya leí las partes que falta y las vuelo a leer al
postearlas y es inevitable que una lágrima no se asome por mi mejilla.
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♚Capítulo Nueve
INACABADO
Vestí a Michael cada día de las 14 semanas que duró el
juicio en 2005 y vi su espíritu roto mientras luchaba contra las
desconcertantes acusaciones que le oprimían. Sólo culpable de creer que la
humanidad es buena de forma innata, Michael se convirtió con los años en
introvertido, escéptico y cansado. Echaba de menos a mi amigo, que ya no jugaba
a hacer música con su cremallera y casi dejó por completo de masticar chicle.
Cuando
Michael dejó el país y fijó su residencia en Bahrain en 2005, la primera cosa
que pensé fue: Oh, gracias a Dios. Escapó. Aunque fuera encontrado no culpable por
un jurado popular, los chismosos ojos de la prensa estaban en constante
búsqueda de culpabilidad y perversidad. Michael demostró una tremenda fortaleza
cuando, después de aguantar como destrozaban su personalidad dentro y fuera del
tribunal, todavía era capaz de ir a casa y ser un padre para sus hijos. Yo
esperaba que dejando el país, especialmente el ambiente de Hollywood, le
permitiría una nueva libertad para reinventarse a sí mismo y proveer de
felicidad y una vida segura a sus tres hijos, de solo ocho, siete y tres años
en aquel momento.
Michael
no había dicho oficialmente adiós, así que no sabíamos cuánto tiempo pasaría
antes de que nos pusiéramos en contacto con él de nuevo.
Mientras
tanto, Dennis y yo nos tomamos un tiempo para reinventar nuestras propias vidas
y trabajamos en renovar nuestro hogar y diseñar ropa para algunos shows de Las
Vegas. En Las Vegas sufrimos un shock. Trabajar para un perfeccionista como
Michael fue un hábito duro de romper, y estábamos decepcionados por la falta de
ética en el trabajo en el circuito de Las Vegas. Para la gente con la que
trabajábamos, actuar era un trabajo, no su vida.
De
vuelta a Hollywood, Dennis y yo nos encasillamos en diseñadores de ropas
militares tipo “Liberace-va-a-la-guerra”.
De
acuerdo con la prensa y los “nuevos” talentos emergentes en la música pop, todo
lo que Dennis y yo éramos capaces de crear eran chaquetas militares. En la cima
de nuestra desvanecida reputación, después de 2005, el panorama musical cambió
y la industria se convirtió en más digital, y los días en que los artistas se
hacían la ropa a medida habían terminado. Michael cambió también,
inevitablemente, convirtiéndose más en un padre de familia, pasando tiempo con
Prince, Paris y Blanket. Solíamos bromear con Michael sobre los “años dorados”
juntos, de cómo interpretaría un “Geriátrico Billie Jean” con un andador que
Dennis le equiparía con cohetes a propulsión y yo decoraría con lentejuelas.
No
fue hasta 2009 cuando recibimos una llamada en la más críptica tradición de Michael.
Al otro lado de la línea una voz dijo: “Michael vuelve a salir de gira. Vengan. Los necesita”.
Continuará el jueves…