A sus 30 años, B.J Novak
ya ha tenido grandese experiencias en el mundo del entertainment. Una
de las más extrañas fue cuando jugó al Scattergories con el Rey del Pop
en casa de uno de los mayores líderes del movimiento de la meditación
cuando era pequeño.
La noche con Michael Jackson? Yo tenía unos 12 o 13 años, y mi padre
estaba escribiendo un libro con Michael Milken por entonces. Michael
Milken había hecho un evento para la caridad con Michael Jackson.
Michael Milken invitó a nuestra familia a la cada de Deepak Chopra,
donde Milken y Michael Jackson iban a estar por la razón que fuera.
Llegamos a la cena y había unas 20 personas. Michael Jackson no estaba. A
los niños nos habían dicho que Michael Jackson iría. Y es algo
alucinante de escuchar cuando eres un niño. Vale, veremos. Esto era como
1991. Era, ya sabes, antes del escándalo; ese Michael Jackson. Entonces
un tipo se desliza en la sala, con un sombrero negro, una chaqueta roja
y gafas de sol.
No puede ser. No puede ser.
Eso pensaba yo. ¿Qué broma es esta? Se fue a un rincón, muy anti-social,
no dice nada. Llega la hora de la cena. Hay una mesa para los niños y
otra para los adultos. Dijo, “Mamá, papá, quiero sentarme en la mesa de
los mayores, sobre todo si uno de ellos es Michael Jackson.” Me dicen,
“No es decisión tuya, tienes que sentarte en la mesa de los niños.”
Estoy muy enfadado, devastado. Me siento en la mesa de los niños. ¿Y
quién está sentado a mi lado en la mesa de los niños? Michael Jackson.
No puede ser.
Así fue.
En retrospectiva suena un poco escalofriante.
En
retrospectiva, quizás. En retrospectiva, todo suena un poco distinto.
Puedo decir honestamente que jamás sentí ni la más mínima señal de algo
raro. Y tengo un buen radar.
¿Para pedófilos?
Tengo un buen radar para lo que se sale de lo normal. Nada se salió de lo normal.
Excepto que era Michael Jackson.
Comimos en silencio durante un par de minutos. Todos los niños fueron lo suficientemente educados y no le hicieron preguntas.
¿Y tú estabas sentado directamente a su lado?
Yo estaba en un extremo de la mesa, no se porqué. Él estaba a mi lado.
Me dice, “¿Te gustan los videojuegos?” Le dije, “Claro.” Y comenzó a
describir la sala de juegos que tenía en Neverland. Como Sonic the
Hedgehog y eso. Juegos Sega.
Como el Duck Hunt.
Exacto. Y luego sacó unos CDs y dijo, “¿Os gusta la música?” Y pensamos,
hmmm, claro, y tú eres Michael Jackson. Sacó unos CDs y dijo, “Compré
estos CDs el otro día.” Eran de Aerosmith y Kriss Kross. Dijo, “Hace
poco que fui al cine con Macaulay Culkin.” Y pensábamos, no tienes que
chulear diciendo nombres de otros famosos, tú eres uno de ellos. Era
realmente inseguro. No pensaba que era relevante para los niños o algo
así. Intentaba mostrarnos que era guay. Acabamos la cena, los hijos de
Chopra dijeron, “Vamos a jugar a algo.” Alucina, esto ocurrió realmente.
Fue en Massachusetts. Para una cosa que no ocurrió en Los Angeles...
Es de locos. Como si ahora me dijeras que todo ha sido una broma.
No lo es, ocurrió. Jugamos al Scattegories. Mi equipo perdió; él ganó.
Cuando ganaba, cantaba “We Are the Champions,” de una forma preciosa.
Sólo para regodearse. Es increíble. Luego se fue a una de las
habitaciones con los hijos de Chopra, con las puertas abiertas. Empezó a
sonar a todo volumen “Beat It”. Alguien me dijo, “me pregunto si estará
bailando”. Le dije, “Vamos a mirar” Subimos la escalera, entramos en
la habitación donde sonaba “Beat It”. Michael Jackson salió pitando de
la habitación riéndose, me dio unos golpecitos en el hombro y dijo “Yo
no la he puesto, yo no la he puesto.” Los hijos de Chopra hicieron un
gesto con la cabeza y dijeron “Él lo ha puesto—siempre lo hace.” Era una
de sus bromas. Poner su propia música a todo volumen y decir “Yo no la
he puesto” Luego llegó la hora de irnos. Yo era tan tímido, y en 1991 no
iba a pedirle que se hiciera una foto conmigo. No le pedí un autógrafo
porque ya me llevaba la experiencia. Por esa razón, todavía cuando
alguien me pide una foto, alguien que apenas sabe en qué serie sales se
acerca y me dice “¿Me puedo hacer una foto contigo?” Pienso, '¿bromeas?
Yo tenía 11 años, cené con Michael Jackson, y no le pedí una mierda.
Viví la experiencia.
¿Cómo acabó la noche? Se me va a salir el corazón.
Me dijo... y de nuevo, te garantizo que no sentí nada raro...
¿Seguro? Porque ya lo has dicho siete veces y me pregunto si no lo estás diciendo por curarte en salud.
Bien, te lo iba a decir de nuevo antes de contarte la última parte. Me
dijo “¿Qué vas a hacer mañana?” Le dije, “Iré al colegio.” Y me dijo,
“No vayas.” Le dije, “¿Por qué?” Dijo, “El cole no es divertido” Le
dije, “Vale, les diré que Michael Jackson me dijo que no fuera al
colegio.” Pensó que yo era el hijoputa más divertido del mundo.
Y mírate ahora.
Y eso fue todo.
Es increíble.
Si,
es increíble. Te lo prometí. Mi vida ha tenido muchos giros
interesantes, pero nada como aquello. A los 12 ya estaba acabado.
Tu mayor logro fue a los 12.
Es increíble porque he trabajado con Tom Hanks. Es increíble. Pero desde
entonces nunca me ha dicho Michael Jackson que no fuera al colegio. Eso
podría dar para un buen libro ¿pero luego qué? ¿después de aquello qué
puedo hacer?
Si, yo me habría dedicado ya a la ficción.
Nada puede superar aquello. (...)