Céline
Lavail la primera vez que se cruzó en el camino de Michael Jackson fue en 1996,
mientras la estrella se hospedaba en el hotel Monte Carlo, pero fue sólo dos años
después de que Michael, particularmente tocado por una de sus creaciones, encargó
una primera pieza para su colección privada. Este fue el inicio de una
colaboración que dio a luz a varios retratos de encargo de la estrella: “Peter
Pan”, “Inspiración”, “Arcángel”, “Alegoría” y “Scared of the Moon”.
“Sombrerero Loco”, la última pieza producida para Michael Jackson, estaba destinado a ser entregado a él durante el verano de 2009.
A continuación Céline nos cuenta
su HISstoria
Yo
tenía sólo 17 años cuando conocí a Michael Jackson. Fue en 1996 y él estaba en
Monte Carlo por algunos días. Siempre había sido una fan de su música y había
oído que él era un extraordinario amante del arte. En aquel momento yo solía
hacer bastantes dibujos y bocetos como hobby. Mi plan era ir a su hotel y darle
alguno de mis dibujos a alguien de su personal de seguridad con la esperanza de
que se lo hicieran llegar de alguna manera.
Cuando
llegué allí con las pinturas, los guardias de seguridad se las dieron a un
miembro de su personal de seguridad. Sorprendentemente, me dijo que Michael
quería verme. No podía creerlo. Estaba temblando. Gracias a Dios tenía los
dibujos; si pasaba lo peor, siempre podía esconderme detrás de ellos.
De
repente, me hicieron pasar a su suite. Ahora estaba aterrorizada. Mientras
entraba a la habitación, rodeada por sus asistentes, todos trajeados, Michael
estaba allí de pie, dándome la bienvenida con una gran sonrisa. Eso me calmó un
poco, pero sabía que las cosas serían difíciles porque mi inglés no era muy
bueno. Yo vivía en Perpignan, Francia, en ese momento, una ciudad cerca de la
frontera con España, pero había aprendido algo de inglés en el colegio.
“He hecho algo para ti”, dije.
Él
miró detenidamente mis dibujos, había llevado cinco o seis bocetos. No eran muy
buenos pero estaba contenta con ellos.
“¿Estudias arte?” me dijo.
Le
dije que no y eso causó en él la más inusual de las reacciones: empezó a aplaudir.
“Tienes un don”, dijo, “procede de Dios, tienes que apreciarlo y cuidarlo. Por
favor, sigue creando, quiero ver más.”
Me
sentí orgullosa y avergonzada al mismo tiempo. Fue una experiencia tan
surrealista. Mientras salía de la habitación un miembro de seguridad me dio un
trozo de papel. En él estaba el nombre del asistente de Michael y un número de
teléfono. Me dijo “Al señor Jackson le
encantaría ver más dibujos” y yo salí del hotel con mi cabeza dando vueltas
y sin palabras.
Casi
inmediatamente empecé a enviar bocetos a Los Ángeles sin saber exactamente si
acabarían en manos de Michael. Pronto comprobé que habían conseguido llegar: a
menudo obtenía respuesta de su parte o sugerencias. Yo le pedía a Michael
indicaciones. Quería saber en qué temas trabajar y sus respuestas variaban de
una simple palabra como “realeza” o una muy precisa escena que él quería ver.
Sobre todo, él quería de mí que tuviera valor y fuera creativa.
Incluso
me llamó un día. Sonó el teléfono y una voz preguntó, “¿Céline?”. Le reconocí inmediatamente, pero no podía
creerlo. Michael Jackson, el hombre que hizo Thriller, el bailarín que hizo el
Moonwalk en el programa Motown 25 Aniversario, me había llamado. Aún era
difícil emparejar a esa persona con la voz, porque era muy humilde y normal.
Le
había enviado algunos dibujos de Peter Pan y me dijo que le encantaron. Había
dibujado otros personajes de Disney para él, pero me dijo que fuera “más
creativa”.
“Tú tienes imaginación, lo sé”, dijo. “Haz algo que nunca haya sido hecho antes.” Él me dijo bastantes veces que estudiara y me
inspirara en los grandes artistas. Me sorprendió darme cuenta de lo a fondo que
conocía el arte clásico.
Me
habló de Miguel Ángel, Delacroix, Leonardo Da Vinci y de Nicolas Poussin.
Hablamos de famosos ilustradores modernos como Norman Rockwell y Scott
Gufftafson. En la habitación de su hotel había pilas de libros de arte. Era muy
aficionado al estilo figurativo y disfrutaba con todo lo relacionado con la
fantasía. Siguiendo su consejo, recorrí de arriba abajo la mayoría de los
museos de París, mirando detenidamente el trabajo de todos los grandes maestros
y trabajé duro para mejorar mi arte.
En
1999 decidí que era hora de enseñarle a Michael el nuevo dibujo en el que había
estado trabajando; un retrato suyo como Peter Pan. Más tarde sería reproducido
en algunos de los coches que se utilizaban para conducir por los alrededores
del Rancho Neverland. Sabía que le gustaría, era muy aficionado al personaje de
Disney. Estaba alojado en el Ritz de París y concerté una visita. Cuando vio el
dibujo sus ojos se abrieron de par en par y me abrazó muy fuertemente.
“Me encanta Peter Pan”, dijo riendo. “¡Yo soy Peter Pan!”
Eso
no fue todo. Michael me quería encargar un cuadro. Me señaló las delicadas
molduras de las paredes que representaban querubines y suavemente me describió
la escena exacta que tenía en su mente. “Pequeños llenos de adoración con amor y
afecto hacia mí, que represente paz, amor y armonía entre todas las razas,” dijo. Este trabajo artístico se llamaría más tarde
Inspiración.
Durante
el proceso creativo de esta pieza recibía de vez en cuando instrucciones de
Michael, pidiéndome que añadiera o quitara detalles en la composición. En el
cuadro, Michael está representado alcanzando el dedo de uno de los querubines,
que es Prince, su primer hijo. Cuando él se dio cuenta de este “detalle”
pareció feliz. Él pensaba que me había inspirado en el cuadro de Miguel Ángel,
La Creación de Adán.
En
principio, este cuadro fue colgado en Neverland. Pero no sé dónde se encuentra
ahora. En conjunto, creo que él tenía cinco cuadros míos, además de una
chaqueta y un libro que hice para él.
Chaqueta
diseñada por Céline
|
Mirando
hacia atrás, hay un momento que resume nuestra conexión. Recuerdo que Michael
adoraba el hecho de que Miguel Ángel había inspirado a tantas generaciones. Sus
grandes logros fueron ampliamente conocidos siglos después de su muerte. Un día
teníamos una interesante conversación sobre el poder del arte y el modo en que
transciende a la vida, el espacio y las razas. Al final de ese encuentro, Michael
me dio un trozo de papel. En él estaba escrito lo siguiente: “Sé que el creador se irá, pero su trabajo sobrevive, de ese
modo escapa de la muerte. Yo intento poner mi alma en mi trabajo.”
Me
miró. “Miguel
Ángel dijo esto”, explicó. Con
la perspectiva del tiempo, ese es probablemente el modo perfecto de describir
la vida de Michael Jackson.
***
La
obra de arte titulada “Alegoría” fue creada en 2007 a raíz de una conversación
que Céline Lavail tuvo en Londres con Michael Jackson. La
idea era representar a la estrella entre los objetos que simbolizan las Artes,
Ciencias de la Naturaleza, también tiempo y la fragilidad de la vida. El
objetivo era sugerir el poder de las Artes y su capacidad de trascender la
condición humana. Esta
obra se entregó a Michael Jackson en noviembre de 2008 para adornar las paredes
de su casa en Los Ángeles.
El
retrato titulado “Arcángel” fue creado usando lápices de color en 1999. La obra
de arte original mide 32 por 48 pulgadas y se presentó a Michael Jackson
durante el verano de 1999. Inspirado por una reflexión sobre la majestad y la
fuerza, el tema principal del Arcángel es la realeza: un tema sugerido por el
propio Michael Jackson. Algunos detalles destacados en la composición como el
número "7" que esta en la espada fue solicitado por la superestrella.
Este retrato fue parte de la colección privada que MJ mantuvo en el rancho de Nivelando.
La
obra de arte “Scared of the Moon” es
el nombre de una de las canciones de Michael Jackson y fue creada en 2008. Esta
pieza se inspiró en lo fantástico y la iconografía del cómic que Michael
Jackson quería tanto. Las pocas indicaciones dadas por la estrella del pop para
crear una pieza conto con la presencia de la luna y la noción de misterio.
Lamentablemente Michael Jackson sólo vio una versión inconclusa de esta obra,
que estaba destinado a ser entregado a él durante el verano de 2009.
La
obra final de la artista Céline Lavail encargada por Michael Jackson, “Sombrerero
Loco” es el resultado de su última discusión que tuvo lugar en Los Ángeles
durante el invierno de 2008. Siendo un gran fan del trabajo de Tim Burton,
Michael Jackson tenía ganas de descubrir su versión de Alicia en el País de las
Maravillas y aprovechó la oportunidad para pedir a Céline trabajar en un nuevo
retrato en el que le represente como el Sombrerero Loco: un loco y simbólico
modelo de la composición del universo creado por Lewis Carroll.
“Mensajero”
es el primer retrato creado por la artista Céline Lavail después del trágico
fallecimiento de Michael Jackson. Aquí la estrella es representado como
Mercurio, el mensajero de los dioses: Michael Jackson decía que había recibido
su talento de Dios y que él era sólo un mensajero tratando de devolver su talento
al mundo - él consecuentemente atribuyó muy poco mérito por sus increíbles
logros. Este retrato oscuro y solemne tiene como objetivo expresar el concepto
de eternidad y lo Absoluto.
“Reflexión”
es un retrato de Michael Jackson a la luz de las velas. Celine Lavail dibuja
los contornos de Michael Jackson, el Absoluto Artista (15 de octubre de 2010).
"Michael
era una persona profundamente perfeccionista de gran humildad. Hay que
reconocer que tocó a millones de vida a través de su arte, compromiso total y
la magia del universo que ha construido: en su tiempo en la tierra fue una
verdadera bendición." Céline
Lavail
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