Los niños y los animales. Eso es lo que Michael Jackson
valoraba. Ambos tienen una inocencia en donde él podía relacionarse. Ambos son
puros y simples, no tienen agendas y vienen del corazón. Los animales y los
niños no manipulan. Ellos son solo ellos. Y te dejan ser. Solo ser. Ellos no
han aprendido a mentir o engañar o aprovecharse de la gente.
¿Era el amor de Michael por los animales que lo hizo tan extraño? Los animales dan su amor incondicional. No te extorsionan por dinero o roban algo que usted valora, o convertirse en inestables cuando es despreciado, o dar la espalda o patearte cuando estas desarmado. Son simples e inocentes. Y cuando se les trata bien son ferozmente leales. Eso es algo que Michael encontró defectuoso en las personas. Es a partir de estas manifestaciones en que tal vez comencemos a entender la personalidad del incomprendido MJ por el resto del mundo, único e irrepetible.
En sus propias palabras:
"Los
animales no atacan por maldad, sino para sobrevivir, lo mismo ocurre con
aquellos que critican, desean tu sangre, no tu dolor.
Porque
en los animales encuentro lo mismo que encuentro tan maravillosa en los niños:
Esa pureza, esa honestidad... No te juzgan, solo quieren ser tus amigos."
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