YENDO DEMASIADO LEJOS
Michael tenía ideas regulares, y algunas de
ellas tan arriesgadas que nunca tuvo ocasión de llevarlas a la práctica. Una de
ellas nació en 1992, en la cima de su fama. Su privacidad, su capacidad para
pasear por una tienda de discos o incluso sentarse en el asiento de atrás de un
coche aparcado, ya eran un lejano recuerdo y Michael quería que le hiciéramos
una chaqueta para que pudiera evitar a los paparazzi. Si pudiera encender una
bombilla contra sus flashes, se estropearían sus fotos. La solución: Crear una
chaqueta negra de piel con 34 luces estroboscópicas en ella.
Por
supuesto, y para preservar la ilusión de la magia, Michael no tocaría la ropa
para hacerla funcionar, sería su guardia de seguridad quien lo hiciera por
control remoto, lo que era otro problema. Cuando se activara la chaqueta, las
luces producirían un sonido ascendente, como el de una sirena de bomberos,
antes de que las 34 luces se encendieran de forma espectacular. Pero un doctor
nos dijo que la intensidad de las luces podría provocar un ataque a una persona
que sufriera epilepsia, de modo que nunca la usó.
No
fue la primera vez que hubo que parar una de las ideas de Michael. Estábamos en
los Grammys, en Nueva York, en 1988, y Michael estaba horrorizado por una
historia que escuchó en las noticias sobre unos adolescentes que atacaron a
unos niños por sus zapatillas de deporte en Central Park. Siempre interesado
por el comportamiento humano, Michael me pidió que me quedara con él a ver la
repetición de la noticia para saber mi opinión. “Bush,
tienes que ver esto”, dijo
encendiendo la tv de su habitación en el hotel Helmsley Palace, su favorito en
NY. El hotel era seguro y tenía un ascensor que le llevaba directamente desde
el aparcamiento hasta el ático. “¿Por
qué crees que estos chico hacen eso? ¿Es por el estilo o por lo que cuestan las
zapatillas?”.
Yo
sabía que no era una invitación para entrar en debate o una exploración
filosófica sobre la cultura adolescente en la Gran Manzana. Las preguntas de
Michael eran habitualmente retóricas y tenían una tremenda conclusión.
“Hazme
una chaqueta con dinero…”, dijo en un
susurro, dejando la palabra detenida misteriosamente en el aire, como si fuera
su idea más audaz.
Dennis
tomó 79 billetes de $100, dobló cada uno de ellos con formas de origami e hizo
una chaqueta de motorista con ellos, cosiendo cada uno con hilo negro y
colocándolos entre dos capas de plástico transparente. Michael quedó encantado
pero pensó que podía mejorarse. “Wow!”, dijo. “Vamos
a ir pronto a Inglaterra. Hazme una con libras”.
Nos entusiasmó la idea porque, en primer
lugar, las libras tenían una variedad de colores, y, en segundo lugar, el dólar
valía más que la libra. Así que Dennis pasó un día de fiesta colocando los
billetes y la conversión monetaria hizo la pieza un poco más económica.
Uno
de los consejeros de Michael le convenció de que no era una buena idea ir por
ahí cubierto de dinero. Aunque, cuando Michael pensó en el concepto no fue en
nombre de la moda, incluso por la persecución. Ahora, en los archivos de
Michael, ambas chaquetas son un cartel publicitario sobre el verdadero sentido
del dinero. Pero incluso nosotros aprendimos que, a veces, una buena idea en la
moda no es la mejor idea de moda.
EL UNIFORME DE TRENCILLAS
Una
de las chaquetas más ornamentadas que hicimos jamás para Michael fue la que
llevó en la portada de TV Guide, poco después de su matrimonio con Lisa Marie
Presley. Era una portada promocional para la entrevista con Diane Sawyer en
20/20, hablando de su relación con Lisa Marie. Dos semanas antes de la foto,
Michael me dio un VHS y me dijo: “tienes
que ver esto”.
Cuando
Dennis y yo pusimos la cinta, imágenes de unos gitanos subidos encima de un
burro tirando de una caravana nos dejaron desconcertados. No sé decir de qué
trataba la película porque era extranjera y sin subtítulos. Miré a Dennis. “¿Qué demonios es esto?”.
Dennis sacudió la cabeza y encendió la tv para estudiar las imágenes en la
pantalla. Ok, tenemos burros, un puñado de chicos con ropas de arpillera y… La
banda de gitanos secuestrando a un pirata, quitándole su chaquetón azul claro,
cubierto con pasamanería de trencilla dorada, antes de escaparse dejándolo
enfurecido con su gente en la miseria.
Captamos
el mensaje.
“Entonces,
¿Lo quieres en azul turquesa, Michael?”
“No,
Bush, lo quiero en negro”.
En
esta chaqueta usamos unos quince o veinte metros de cordoncillo dorado y mayor
cantidad de botones que nunca. Lo exclusivo de la chaqueta fue el uso de este
material –cordoncillo de oro de 18 quilates- que es imposible de limpiar y muy
caro y difícil de hacer. También es atípica porque extendimos el adorno a la
parte posterior también. El brazalete de color burdeos del brazo derecho está
hecho en seda.
Chaqueta en proceso
Chaqueta Terminada
Continuará
el miércoles…
Donde dice "chaqueta en proceso" muestran la chaqueta que Michael usó en sudafrica con Nelson Mandela, no es la chaqueta de trencillas sin terminar
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