Jodi Gomes cuenta sobre
su encuentro con Michael durante las sesiones de grabación de Dangerous,
1990-1991.
“Yo era una joven
productora de TV, grabando voces para una serie de dibujos animados de
Nickelodeon a principios de los 90. Reservamos una sala [de un estudio] con
varias semanas de adelanto, pero el día de nuestra sesión nos dijeron que un
cliente había reservado todas las instalaciones. Le supliqué al gerente que nos
dejara usar la sala durante una hora tan solo, porque era una pesadilla cambiar
de fecha a los niños actores.
Él le preguntó al
cliente a regañadientes –y para mi sorpresa, el cliente accedió con dos
salvedades: 1- tenía que decirle a qué personajes les estaban poniendo los
niños las voces (y lo hice, aunque no debí hacerlo porque podía ser un
competidor que me robaría la idea! Después de todo, esto es Hollywood!) y 2-
Teníamos que grabar en la habitación más pequeña, en la cual el cliente tenía
equipo y cosas guardadas, que no podíamos tocar.
Sin otro remedio,
accedí y fuimos a trabajar. PERO… la sala tenía un olor que todos pensamos,
“had the funk of 40.000 years.” Había camisas y ropas sudadas, húmedas, y
apestosas escondidas detrás de un sofá de la sala. Una gran pila. Bueno, esto
era demasiado!
Fui corriendo a ver
al gerente, quien se rio con disimulo. Empecé a darle la paliza con la higiene,
“estamos pagando un montón de dinero” ese tipo de cosas, y “tienes el valor de
tener el equipo de un cliente guardado en una habitación con esas sucias
camisas!”
Intervención divina:
Bruce Swedien entró. Y Michael Jackson también, mientras vociferaba. Por
supuesto me callé y le mostré respeto porque estaba absolutamente enamorada.
Nos habíamos conocido ya y él se acordaba de mi cara, me dio un provocativo y
enorme abrazo con una pícara sonrisa. Intercambiamos un “¿dónde te he visto
antes?” y nos reímos bastante sobre algo que ya casi no recuerdo.
(Michael Jackson
tenía la habilidad de hacerte sentir como si te conociera desde hace 100 años y
te tranquilizaba haciéndote olvidar lo GRANDE que era).
Dijo, “Así que tú
eres la que está grabando el proyecto de animación” y yo le dije, “y tú eres el
gran cliente que me tiene descolocada,” riendo de nuevo. Era muyyyy curioso
sobre el tema del proyecto de animación y las voces. Después de romper el
hielo, le hice una advertencia. Le informé de que había ropas APESTOSAS y
REPUGNANTES en la sala donde guardaba su equipo. Estaba asombrado. Avergonzado.
Quería verlo.
De nuevo, el gerente
se rio burlonamente y nos llevó a la habitación. Yo iba tapándome la nariz
dramáticamente, preparándome para el olor. Michael seguía bromeando conmigo y
riendo, “Oh chica, para ya!, no puede ser tan malo”… y antes de que le enseñara
dónde estaban las ropas escondidas, se fue derecho hasta la pila!!! Las sacó y
le dio instrucciones al gerente de que se llevara SUS cosas de allí!
Por lo visto, a
Michael le gustaba bailar durante las sesiones de grabación y empaparse en
sudor. Se cambiaba de ropa, volvía a grabar… y así durante días! No había
equipo almacenado, solo sus ropas. Después de pasar la mayor vergüenza y de
disculparme miles de veces, estalló en esa fuerte risa y dijo, “Mis hermanos y
yo solíamos decir que si no apesta, no es funky.” Me dio un fuerte abrazo y me
susurró, “No se lo digas a mi madre”. Creo que ese álbum que estaba grabando
era Dangerous – y definitivamente era funky!”
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