La
historia de Michael Jackson y Los Simpsons es una historia de amor y admiración
mutua, pero también es una historia de enigmas en la que, como en las películas
de misterio, nada es lo que parece.
Cualquier
fanático de Los Simpsons que se precie de tal, recordará “Stark Raving
Dad” (traducido para Hispanoamérica como “Papá Se Volvió Loco”), el capítulo
que, el 19 septiembre de 1991, daba comienzo a la tercera temporada de la
familia amarilla. En él, Homero es internado en un manicomio en el que conoce a
un gordo blanco y calvo que asegura ser Michael Jackson, mientras se aproxima
el cumpleaños de Lisa y Bart no sabe qué regalarle. Una vez que Homero y el
falso Michael recuperan la libertad y todo Springfield se ve defraudado por la llegada
del impostor cuyo verdadero nombre es Leon Kompowski, éste le ayuda a Bart a
componer una canción especial para cantarle a Lisa en su día.
Como
es una costumbre en la serie creada por Matt Groening, se busca que sea la
celebridad misma quien pone la voz del personaje animado. Y así fue el caso de
Michael. O al menos en algunos pasajes del capítulo. Porque lo que en verdad
sucedió fue que Michael Jackson, fanático de la serie, llamó a Groening para
ofrecerse él como invitado, sólo que bajo dos condiciones: 1) En los créditos
no aparecería su nombre sino uno ficticio (John Jay Smith) y 2) que él no
interpretaría las partes cantadas. La explicación que dio para lo segundo, fue
que quería jugarles una broma a sus hermanos y comprobar que no reconocerían el
cambio. Para ello, aunque sí compuso la canción “Happy Birthday, Lisa”, cedió
su lugar a Kipp Lennon (un músico californiano que luego seguiría colaborando
con la serie) quien también cantó los fragmentos de “Billie Jean” y “Ben”.
De
todos modos, la historia no termina ahí o, mejor dicho, no comienza ahí. Un año
antes del estreno del capítulo (el 4 de diciembre de 1990), salió a la venta el
primer disco de Los Simpsons, The
Simpsons Sing The Blues. Un larga duración de 10 canciones que no habían
formado parte de la serie, entre la que se encuentran originales (sobresalen el
rap “Do The Bartman” y “Moanin’ Lisa Blues”). Además de escuchar a Homero,
Bart, Marge, Lisa, y hasta Smithers y el señor Burns en el excelente “Look At
All Those Idiots”, el disco cuenta con invitados de primer nivel: B.B. King, la
sección de vientos de Tower Of Power y Dr. John fueron de la partida con
aportes más que interesantes.
Con
400.000 copias vendidas, el disco debut de Los Simpsons alcanzó el #3 del
ranking de Billboard y abrió la puerta a discos futuros que correrían mucho
menor suerte (Songs In The Key Of Springfield, The Yellow Album y Go Simpsonic
With The Simpsons). Pero el éxito en ventas de The Simpsons Sing The Blues
sin dudas se debió al primer single develado un mes antes de la salida del
disco: “Do
The Bartman“. Se trata de un rap old school bastante simple en el que
Bart florea su figura de niño rebelde que lo convertían, en aquel momento, en
la estrella de la serie: “I’m the kid that made delinquency an art / Last
name Simpson, first name Bart” (Soy el niño que hizo de la delincuencia un arte
/ Mi apellido es Simpson y mi nombre es Bart”). Aunque la canción fue atribuida
en letra y música a un tal Bryan Loren, en uno de sus versos se filtra la
verdadera historia: “If you can do the Bart / You’re bad like Michael Jackson” (Si no puedes hacer el paso de Bart, eres
tan malo como Michael Jackson”).
Antes
de que el disco y el single vean la luz, los rumores sobre la colaboración de
Michael Jackson comenzaron a surgir en los medios por lo que James L. Brooks, productor
ejecutivo de la serie y el disco, lanzó en septiembre de 1990 un comunicado en
el que negaba la participación del rey del pop y explicaba que el malentendido
se debía a que el compositor de la canción (Bryan Loren) era un allegado de MJ.
La relación entre Loren y Jackson, de hecho, es verdadera y se puede comprobar
en los créditos de Dangeorus (1991), pero la desmentida de James L. Brooks no
lo era… Tuvieron que pasar ocho años para que Matt Groening reconozca que la
música, la letra y hasta algunos coros de “Do The Bartman” pertenecen al genial
Michael Jackson pero que su nombre no figura en los créditos por una cuestión
contractual (el disco de Los Simpsons fue editado por Geffen, una subsidiaria
de Warner y MJ era artista exclusivo Sony).
Poco
importan las recientes declaraciones de Bryan Loren en las que relativiza la
participación de Michael Jackson, “es cierto que él sugirió que mencionemos su
nombre en la letra y que grabó algunos coros, pero eso no significa que sea el
co-autor de la canción”. Hace 25 años, Michael Jackson cumplía su sueño de
cantar junto a Bart Simpson.
Fuente: Ultrabrit