Sé que está ahí fuera - Un
tributo a Michael Jackson
Por Thomas Bähler
Estábamos grabando en Westlake Studio A en Santa
Mónica Boulevard en Los Ángeles. Quincy Jones estaba produciendo a Michael
Jackson con Bruce Swedien, nuestro maestro ingeniero. Yo acababa de terminar de
grabar un sonido especial para la nueva canción de Michael, "Beat
It".
Michael y Quincy me llamaron porque yo tenía un
Synclavier, un nuevo sintetizador digital revolucionario que había entrado
pisando fuerte en el negocio, aunque su precio era como el de una casa pequeña.
Michael quería un sonido particular, que había escuchado en el disco de
demostración de sonidos de Synclavier que le había enviado la compañía, y lo
quería para que fuera el primer sonido que se escucha en "Beat It".
Luego me pidió que lo pusiera una vez más, para anunciar el icónico solo de
guitarra de Van Halen en medio de la canción.
Tuve que venir desde New york para la sesión y
llegar al estudio en el que Quincy, Michael, Bruce y yo habíamos trabajado
juntos durante años y me encantó volver a verles.
Pronto me encontré en medio de una búsqueda de un
sonido de caja de batería para la canción que me llevó casi tres semanas.
Para aquellos que no sabéis lo que es un sonido de
caja de batería, poned cualquier canción pop y escuchad la batería que toca en
los ritmos dos y cuatro (los sonidos con los que tocamos las palmas en un
concierto). Los sonidos de caja tienen una amplia variedad de registros, desde
los más agudos a los más planos y Michael tenía un sonido en su imaginación que
quería encontrar de una forma física.
Nos unimos a él en esta búsqueda.
"Beat It" era de alguna forma distinta
para Michael porque era un tema rock, y era brutal.
Normalmente, el equipo de producción ya habría
llegado al límite de su paciencia, escuchando todos y cada uno de los sonidos
de batería que podían encontrar en Los Ángeles. Pero el entusiasmo de Michael
mantuvo a nuestro espíritu volanto alto.
“¡Está ahí fuera! ¡Sé
que está ahí fuera!” exclamaba.
Mientras escuchaba cada sonido de caja, unos se
archivaban como posibles o se descartaban, mientras Michael decía “Me gusta ese” o “Este mezclado con otro podría ser
válido”. Estaba
claro que no había encontrado lo que escuchaba en su ilimitada imaginación.
Pero nunca en este proceso le escuché decir, “Ese no sirve” o “No,
ese no es bueno”.
Cuando escuchábamos un sonido de caja que no iba a servir, Michael solía
sonreír y decir, “Escuchemos el siguiente”.
En todos los años en los que trabajé con Michael
como su principal arreglista vocal, jamás escuché una palabra negativa saliendo
de sus labios, desde que tenía 13 años hasta su fallecimiento en 2009. En mi
opinión, a la determinación optimista de Michael jugó un papel importante en su
fenomenal éxito.
Ósea, ¿es una cualidad de Superhéroe?
Determinación Optimista. Es un arma poderosa.
Determinación optimista es lo que yo llamo usar mi
libertad para decidir qué voy a centrarme en lo que quiero.
Si quieres ver este proceso por ti mismo, mira la
película que se hizo cuando dejó este planeta, This is It, y verás de primera
mano lo que quiero decir. Y eso estaba patente en el estudio mientras
buscábamos un sonido de caja que sólo Michael podía escuchar. Su positividad
brilló como el sol y mientras probábamos batería tras batería, y él repetía a
menudo, “¡Sé que está ahí fuera!”
Una tarde, recibimos un Gran Cassa, un enorme
tambor de orquesta sinfónica que Michael y Quincy querían para usar en otra
canción. Hacían falta dos personas para moverlo, metido en una caja de
contrachapado negro.
Lo colocaron en una sala aislada junto a la sala
principal del Studio A y comenzaron a desembalarlo. Cuando quitaron la parte de
arriba de la caja, un trasto grande que había en una estantería adyacente cayó
y golpeó la tapa.
“¡Eso es!” gritó Michael, sus ojos brillaron con orgullo. “¡Ese es el sonido! ¡Svensk (apodo de Swedien), grabémoslo!”
Michael se puso a saltar por toda la cabina del
Studio A, repitiendo, “Sabía que estaba ahí fuera”.
La próxima vez que escuchéis "Beat It",
notaréis que hay dos sonidos de caja distintos. El primero es como un sonido de
caja normal en el segundo ritmo de cada compás. La segunda caja suena en el
cuarto ritmo. ¡Es ahí donde escucharás la resonancia añadida y el peso de
aquella gran caja de madera contrachapada!
¿Cómo supo Michael que el sonido que buscaba estaba
ahí fuera?
No lo sabía.
Usó el superpoder de Creer.
Michael creía.
Cuando creemos, abrimos la puerta a posibilidades
ilimitadas. Cuando dudamos, cerramos esa puerta. Es así de simple.
Si Michael se hubiera hundido en su silla diciendo,
“Nunca vamos a encontrar ese
sonido” habría
tenido razón.
Es como encender un fogón bajo una tetera. No nos
quedamos ahí y esperamos a que hierva porque es una pérdida de tiempo. En su
lugar, prestamos atención y agudizamos nuestro oído para escuchar el sonido de
cuento que sale del silbato de la tetera.
Si se han fijado en la historia, Michael fue el
único que escuchó el sonido cuando se produjo. A ninguno de nosotros nos llamó
la atención, pero a Michael sí. Él lo estaba esperando.
Cuando declaramos lo que queremos, como hizo
Michael, organizamos las cosas para que pasen. Cuando declaramos lo que
queremos y eso vale para otros, el universo responde y lo conseguimos.
Es otro superpoder, y además muy accesible.
La próxima vez que se sientan superados, atascados,
perdidos, indecisos o llenos de dudas, parad y preguntaos:
¿Qué es lo que quiero?
Esta filosofía de creer en nuestra intuición es un
atributo que han tenido virtualmente todos los grandes artistas y directores de
empresas con los que he tenido el placer de trabajar. Desde Quincy Jones,
Barbra Streisand, Billy Joel, y Diana Ross a Henry Ford II, todos escuchaban y
creían en su intuición. Quincy lo llamaba escalofríos.
Comprendo y vivo esta filosofía porque mi padre me
la descubrió cuando yo era pequeño.
Me ha funcionado toda la vida y me ha puesto en
sintonía con los grandes que he listado aquí.
(...) Dedico
este artículo a 'Smelly', nuestro apodo para Michael, que nos inspiró con su
espíritu de superhéroe y sus dones ilimitados. Te echamos de menos y te
agradecemos la montaña de amor que nos dejaste para disfrutar en los siglos
venideros. Verdaderamente eres un Superhéroe.
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