Una retrospectiva de la vida durante las
giras con Michael Jackson.
4 de agosto de 2009 | Por Bryan Matthews
Michael
Jackson era un consumado artista que sabía exactamente cómo poner en escena un
espectáculo y poner al público a sus pies.
Los
equipos de producción tuvieron a menudo la experiencia tras el escenario de
conocer cómo era realmente la vida con Michael Jackson. Los técnicos de
iluminación Peter Morse, Jim Waits, Benny Kirkham y
Gregg Brooks
compartieron durante su trabajo con Michael una perspectiva única sobre el Rey
del Pop.
“Fui
diseñador de iluminación en las giras ‘Dangerous’, ‘HIStory’ y ‘Michael Jackson
and Friends’, cuenta Peter
Morse. “Había
trabajado con el manager de Michael durante unos cuantos años así que cuando me
llamaron, por supuesto dije que sí”. “estaba entusiasmado porque, técnicamente
hablando, Michael es un sueño para un diseñador de iluminación. No había
barreras ni limitaciones con él e incluso si algunas de sus ideas parecían
remotamente extrañas nosotros encontrábamos el modo de hacerlo. Era la clase de
artista con el que podías llegar tan lejos como quisieras para conseguir un
efecto que no le eclipsara sino que solo sirviera para apoyar lo que estaba
haciendo. Él tenía esas extrañas y maravillosas ideas que no sabía cómo lograr
técnicamente pero que sí sabía conceptualmente cómo resultarían. Pedía cosas de
un modo muy simplista aunque requerían una gran cantidad de desafíos
tecnológicos.”.
“Lo
primero que hice con Michael fueron un par de espectáculos de los Jackson 5 a
finales de los 70 y la vez siguiente fue casi diez años después, en 1987”,
añade Jim Waits. Era su primera gira en solitario, Bad, que llegó
después del Victory Tour. Yo era el programador de Vari-Lite y el jefe de su
equipo técnico”.
“Yo
empecé con Michael en el HIStory Tour en la primavera de 1996”, cuenta Benny Kirkham. “Estaba trabajando para
Vari-Lite por entonces y Jim Waits me recomendó para el espectáculo. Usamos
toda la iluminación clásica de VARI*LITE para la gira, tales como: VL2C, VL4, VL5,
Wash y VL6. MI trabajo consistía en colocarlas cada día”.
“Cuando
Jim Waits me llamó por primera vez estaba en los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Hacía mucho calor, por eso cuando me llamó para sacarme de allí y llevarme a la
gira de Michael Jackson, me encantó”, contó Gregg Brooks. “Fue estupendo porque era mi
primera gira. Benny y yo trabajamos juntos como técnicos de Vari-Lite llevando
todas las luminarias”.
“Cada
artista es diferente”, continúa Morse. “Algunos artistas no se
involucran para nada en la iluminación del espectáculo y otros no saben ni
siquiera tu nombre. Otros se implican ampliamente. Algunos saben de qué están
hablando y otros no. Michael podía no saber técnicamente qué estaba pidiendo
pero artísticamente, en su mente, sabía lo que quería. A veces decía: ‘¿Puedo tener bastante luz
blanca aquí?’ o ‘Puedo tener una luz blanca
sobre mi cabeza?’
y por supuesto hacíamos lo que podíamos para hacerlo posible. Llegué al punto
en que podía adivinar lo que quería porque sabía lo que estaba pensando en el
tema de iluminación. Lo bonito de nuestra relación de trabajo era que podía
llegar a lo más profundo de mi imaginación y sabía que no estaba yendo
demasiado lejos. Nada era demasiado extraño para él”.
“Michael
era diferente a cualquier otro con quien había trabajado”, dice Waits. “Estaba totalmente
involucrado pero no necesariamente desde el principio. Esperaba a que todo
estuviera asentado y entonces hacía cambios, comentaba o pedía añadir algo. Y
lo pedía muy rápidamente. En el primer día de ensayos se me pidió que
programara tantos efectos de iluminación como pudiera y llegué a hacer unos 140
antes de que Michael estuviera listo para ver lo que teníamos. Después de
verlos todos y tras una breve conversación, el diseñador de iluminación me informó
de que Michael quería usarlos todos en cada canción. De modo que en ese momento
aprendimos que quizás deberíamos enseñarle solo un poco cada vez”.
“Todo
el mundo quiere saber cómo es realmente”, explicaba Kirkham.
“Coincidí con él un par de veces y fue muy profesional y le encontré muy
inteligente. Al final de la gira HIStory posó para fotos con todo el equipo,
pero no una foto de grupo sino fotos individuales. Gregg y yo tenemos ambos una
foto con Michael colgada en la pared y todo el mundo pregunta siempre lo mismo:
‘¿es real?’ y eso es exactamente lo que Michael era; era auténtico”.
Una
gira nacional es un duro y largo viaje. Una gira internacional es incluso más larga
y más intensa. Si añades a eso el hecho de que estás viajando con uno de los
artistas musicales más populares del mundo, ya te haces una idea. La vida en
una gira con Michael Jackson era dura pero también llena de grandes recuerdos.
“Michael
estaba siempre muy centrado en la presentación del espectáculo propiamente
dicho”, recuerda Morse.
“Se implicaba
técnicamente, musicalmente y en cualquier otro aspecto de la actuación. Pero
había siempre una parte específica del concierto que estaba dedicada a su deseo
de curar el mundo en cualquier forma en que él o su música pudieran lograrlo. La
gira Dangerous fue realmente su primera declaración centrada en ‘Curar el Mundo’ y ‘Curar a los Niños’. Estaba siempre en el trasfondo y efectivamente
era una parte del concierto. Encontré que la reacción de la gente era siempre
la misma a donde quiera que fuera. En muchos sitios, los seguidores podían no
hablar ni una palabra de inglés pero se conocían las letras de todas las
canciones. Podías escucharles siempre cantar al unísono. Era fenomenal. En el
concierto televisado de Dangerous en Bucarest, Rumanía, la absoluta inmensidad
de la audiencia es obvia. He hecho giras con artistas como Madonna que han
tenido 100.000-200.000 personas en un estadio, pero esta ha sido la multitud
más grande que jamás he visto. Estaban rodeando todo el estadio y alguien nos
dijo que era la mayor multitud desde la revolución. Estábamos un poco nerviosos
por la presencia del ejército pero los nervios se disiparon pronto cuando la
gente empezó a cantar al unísono. No sé cómo le veían a él personalmente pero
Michael era definitivamente una especie de flautista de Hamelin o un mesías
ante sus ojos. Él propugnaba amor para todo el mundo y supongo que ellos se
dieron cuenta enseguida de eso”.
“Cuando
fui a Japón por primera vez con Génesis y paseaba con la banda visitando
pagodas y templos, haciendo fotos, era como una salida en familia”. Dijo Waits.
“Pero si ibas allí con Michael Jackson y además usabas una chaqueta con el logo
del tour, te aplastaban literalmente. Podías ser un absoluto desconocido pero
si estás asociado con ‘esa’ gira, ya eres alguien. Es un poco inquietante desde
mi punto de vista. A alguna gente le gusta y o otros, como a mí, tratan de huir
de ello. Llevé un montón de camisetas lisas para usar en público”.
“En
1988, el año antes de la caída del muro de Berlín, actuamos en el Reichstag, el
antiguo Parlamento”, continúa
Waits. Los
conciertos se hacían en el espacio que había delante y podías darle al muro con
una piedra desde donde estábamos. Pusimos luces y sonido extra para que la
gente pudiera ver y escuchar desde el otro lado. Nos dijeron que la audiencia
en las calles al otro lado era diez veces mayor que la que había al frente, que
estaba al completo. Fue uno de los momentos más memorables de los que he
formado parte y serlo junto a Michael Jackson lo hace incluso más memorable”.
Kirkham añade: “En nuestra gira,
Michael era definitivamente un embajador internacional de la paz. Tuvimos
algunos momentos en los conciertos que fueron increíbles. Teníamos una escena
de una enorme ciudad bombardeada con humo saliendo de los edificios destruidos.
Había gente local mezclada con los bailarines y entonces cantaban Earth Song.
El estribillo era ‘What about us’, ‘what about us’ y al final de la canción una
luz cegadora y un tanque salía del fondo del escenario. Era un tanque
verdaderamente único y Michael se detenía frente a él como si estuviera en la
Plaza de Tiananmen. El conductor del tanque saltaba fuera apuntando con un arma
a Michael. Éste extendía la mano y bajaba el arma dejando al soldado abrumado
por la emoción y entonces una niña del lugar se acercaba al soldado y le daba
una flor. Después salían banderas de todos los países del mundo mientras sonaba
‘Pictures at an Exhibition’ con enormes tambores mientras los bailarines y los
artistas ondeaban esas enormes banderas de todos los países por los que
estábamos haciendo la gira. Era extraordinario. No puedes subestimar la
popularidad que Michael tenía y tiene, no importa a dónde fuéramos y fuimos
a países de la Europa del Este donde solo unos años antes había tanques por las
calles. La gente se emocionaba por todas partes del mundo y ese es uno de los
recuerdos que se quedará conmigo para siempre”.
“Hay
muchos y grandes recuerdos de la gira con Michael”, coincide Brooks. “Uno de los más destacados es
que hicimos muchos conciertos con lluvia. Recuerdo una noche desgraciada en la
gira por Asia mientras estábamos cargando el material y esas pequeñas mujeres
asiáticas nos echaban una mano. Hacían el mayor esfuerzo por empujar por las
mojadas rampas arriba esas enormes cajas gigantes de los VL2C mientras llovía
fuertemente. Era una especie de aviso de que ya no estábamos en Kansas, pero
trabajaron tan duro como cualquier otro miembro del equipo que llevábamos en la
gira y nunca las olvidaré”.
“Estoy
orgulloso de haber trabajado para una persona que de la que puedes decir que
era un consumado profesional todos los días”, dice Kirkham.
“Michael Jackson trabajaba tan duro como cualquier otro en la gira. La gente ve
la simplificación excesiva de su vida en los medios pero yo sé que era un buen
jefe y sé que era un artista increíble. Simplemente desde mi experiencia
personal, que pude ver en un par de cientos de conciertos, puedo demostrarlo”.
“Realmente
disfruté trabajando en una gira con Michael Jackson pero nunca me clasifiqué a
mí mismo como un fan y nunca compré ninguno de sus discos, pero cuando me
enteré de su fallecimiento algo dentro de mí me hizo sentir como si hubiera
perdido a alguien cercano”, confirmó Brooks.
“No puedo explicarlo en realidad, pero estaba sorprendentemente alterado”.
“Un
recuerdo que siempre tendré de Michael es la primera reunión que tuvimos con él
para discutir ideas sobre el Dangerous Tour”, comenta Morse. “En Michael encontré a una
persona que era de las más afectuosas y divertidas que jamás he conocido, nada
que ver con la imagen pública que otros veían. Contaba grandes historias llenas
de bromas sobre su pasado y era extremadamente sencillo. Mi primera conexión
con él me dijo que era accesible y tenía definitivamente un gran ojo para las
grandes cosas; no solo para su carrera sino también para sus espectáculos. Era
una persona tan creativa que era un sueño hecho realidad para un
diseñador de iluminación”.
Añado:
Este es el sueño de todo diseñador de iluminación: Un artista con una
imaginación sin límites y una disposición a gastar el dinero necesario para
llevarlo a buen término. Michael tenía ideas maravillosas. Kenny Ortega,
director de la serie, y Michael Cotten, el director de arte, desarrollaron las
grandes representaciones visuales que utilizó presentaciones informatizadas de
vídeo, junto con el soporte escénico amplio. Cuando el Dangerous tour fue
Rock/Pop, la gira History es Rock/ Teatro.
Mi
historia favorita de Michael:
Durante
los ensayos del "Dangerous" él estuvo en contacto conmigo, para ver
cuando se instalara la pared trasera de luz, por lo que podría venir a verlo.
La pared que tiene 350 ACL y 80 DataStrobes --- enfrenta directamente a la
audiencia. Basta decir que este muro posteriormente iluminó el estadio de
Munich como si fuera de día!
Michael
vino a mirar la pared. Nos sentamos en el borde del escenario - aproximadamente
a 40 pies de la pared. Las luces eran brillantes!
¡Él
sonrió y dijo: “Eso está bien. Ahora ¿podría tener ésto a los lados también?”
Y
así sucedió.
Michael
es un artista brillante con una gran sensación de lo que funciona en frente de
100.000 personas. Le encantan los "gags" visuales y efectos de
iluminación. Él ama luz "blanca". Él es, como he dicho, el sueño de
todo diseñador de iluminación.
Morse continúa: “Un día en los
ensayos, Michael estaba preparado para practicar el número de apertura y salió
catapultado de lo que llamábamos la ‘tostadora’, volando desde un agujero y
aterrizando sobre ambos pies. Llevaba ese icónico traje metálico con las gafas
de sol y el pelo largo, con una mirada fija, rígida y distante. El primer día hizo
esto con unas 50 personas del equipo y bailarines mirando y simplemente se
quedó allí parado unos cuatro minutos. Nosotros nos mirábamos nerviosos unos a
otros preguntándonos qué estaba haciendo. Entonces, muy lentamente levantó su
mano, cogió sus gafas y se las quitó. Pareció durar una eternidad y entonces
dio un giro rápido y empezó la música. Por supuesto me preguntaba por qué hizo
esa larga pausa. Bien, la razón es que él sabía exactamente cuánto tiempo
necesitaba para mantener esa pose ante el público. La primera vez que lo hizo
en directo en el Estadio de Munich, su pausa fue exactamente de la misma
duración que en los ensayos y la gente se volvió loca. Él lo sabía”.
“Dirigir
la iluminación para un concierto de Michael cada noche con la multitud que
teníamos y los sitios a donde íbamos era bastante abrumador”, dice Kirkham. “Una gira siempre acaba siendo
rutinaria, de todas maneras. Con el tiempo, todo puede convertirse en normal,
pero era extraordinario estar en multitudes de ese tamaño. Creo que en Varsovia
había unas 400.000 personas en el concierto. En el papel es un simple gran
número pero hasta que ves a 400.000 personas en un lugar no consigues realmente
percibir la enormidad de lo que es eso”.
“En
una gira con Michael definitivamente trabajabas con un equipo de primera”,
sigue contando Kirkham. “Recuerdo que había otro par
de giras ese mismo año pero sentíamos que estábamos trabajando con algunas de
las mejores personas de este negocio. Y siempre sabías que podías confiar en
los colegas que te rodeaban. Todo el mundo estaba esforzándose al máximo. Era
extraordinario. Era un trabajo muy duro y había días en que simplemente odiabas
la vida. Salimos durante siete meses seguidos y recorrimos todo el mundo. Nos
sentíamos infelices a veces pero al final de todo pudimos mirarnos unos a otros
y darnos cuenta de que realmente habíamos logrado algo grande”.
“Mientras
estábamos de gira recuerdo haber pensado que era como cuando miras atrás hacia
los Beatles”, afirma Brooks. “Siempre veo reportajes de
miles de fans gritando cuando llegaron por primera vez a América y viajar con
Michael de gira era muy parecido. Fueron también dos giras diferentes con el
mismo título. En la primera parte volamos hacia el Este para hacer el primer
concierto en Praga y aterrizamos varios meses después en Los Ángeles para ir al
Oeste. Literalmente volamos alrededor del mundo y pisamos cada continente
excepto la Antártida. Esa parte de la gira fue muy tortuosa. El trabajo era a
veces doloroso pero después nos tomamos un pequeño descanso, producción limpió
algunas cosas un poco y la segunda parte fue una gira normal por Europa. Se
convirtió en grande en ese momento. Teníamos un verdadero grupo apretado que
estaba a bordo cada noche y lo hizo posible”.
“Cuando
miro en retrospectiva la vida y carrera de Michael Jackson, una de las cosas
que destaca para mí es que con toda la sensibilidad que tenía y la gran
elegancia natural para la ‘envoltura’ tecnológica, nunca pudo disfrutar
totalmente de una gira totalmente instalada con iluminación automática”, dijo Morse. “Me han contado lo grande que
iba a ser la gira planeada, pero desafortunadamente no sucedió. Michael era más
que un cantante/compositor; era un artista, el artista ideal. Si nunca te has sentado en un estado con 400.000
fans gritando y esperando todos a ver qué es lo siguiente que hará, no puedes
percibir la magnitud y profundidad de su vida y de los millones de personas a
quienes ha inspirado a ser grandes”.
Waits está de acuerdo, “es duro”.
Cada vez que pienso en la vida y la historia de Michael Jackson lo más grande
es la gente con la que trabajé. Y más que nada, Michael estuvo realmente allí
para todo. Mi última gran gira con Michael fue la última para mí y un buen modo
de acabar porque sabía que después de trabajar con Michael y el gran equipo que
reunió, no iba a hacer nada mejor. Fue un buen momento para terminar esa parte
de mi carrera”.
“Creo
que será bien recordado y la controversia que rodeaba su vida disminuirá”,
añade Brooks. “Al final, será recordado
simplemente por lo que hizo mejor, que fue actuar y cantar su música como solo
él podía hacerlo”. –Gregg
Brooks.
“Es
difícil decir en qué puesto de la jerarquía de los artistas musicales estará
situado Michael”, concluye Kirkham. “La gente pensó que nunca nadie podría sobrepasar a Elvis, y llegaron
los Beatles. Después la gente pensó que nadie sobrepasaría a los Beatles. Y
entonces llegó Michael”.
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