LA
PEQUEÑA NIÑA SABIA
Conozco a una pequeña
niña que no puede caminar. Está limitada a una silla de ruedas, y puede que
pase el resto de su vida ahí, desde que sus médicos han dicho que casi no hay
esperanza de que sus piernas paralizadas mejoren.
Cuando conocí por
primera vez a esta pequeña niña, me deslumbró con una sonrisa que me quemó con
su ardiente felicidad. ¡Qué abierta era! No se escondía por autocompasión, ni
pedía aprobación, ni se protegía por vergüenza. Se sentía completamente
inocente de no ser capaz de caminar, como un cachorrito que no tiene idea de si
es un perro cruzado o un campeón de raza pura.
No hacía juicios
sobre sí misma. Ésa era su sabiduría.
He visto la misma
mirada sabia en otros niños, niños "pobres", como la sociedad los ve,
porque no tienen comida, ni dinero, ni casas seguras o cuerpos sanos. Cuando
alcanzan una cierta edad, muchos de estos niños comprenden lo mala que es su
situación. La manera en la que los adultos ven su vida les roba esta inocencia
que es tan preciada y rara. Empiezan a creer que deben sentirse mal con ellos
mismos; a creer que esto es lo "correcto".
Pero esta pequeña
niña sabia, con sólo cuatro años, flotaba sobre la pena y la vergüenza como un
gorrión en libertad. Tomó mi corazón en sus manos y lo hizo tan ligero como un
soplo de algodón, así que fue imposible para mí ni siquiera ocurrírseme pensar,
"Qué cosa más terrible". Todo lo que vi fue luz y amor. En su
inocencia, niños muy pequeños saben cómo ser luminosos y cariñosos. Si se lo
permitimos, nos pueden enseñar a vernos a nosotros mismos de la misma manera
que lo hacen ellos.
Un destello de la
mirada de una niña pequeña contiene la misma sabiduría que la Naturaleza
implanta en el corazón de cada forma viva. Es el secreto de la vida, no se
puede explicar con palabras. Sólo se sabe. Sabe lo que es la paz y cómo no
hacer daño. Sabe que incluso el último respiro es un gesto de gratitud hacia el
Creador. Sonríe para estar viva, esperando pacientemente durante años de
ignorancia y dolor para pasar como un espejismo.
Veo esta sabiduría
brotando de los ojos de los niños más y más cada día, lo que me hace pensar que
su inocencia está creciendo fuertemente. Nos van a desarmar a nosotros los
adultos, y eso será suficiente para desarmar al mundo. Ellos no sienten razones
para dañar el medio ambiente, por lo que entonces el medio ambiente estará
limpio sin peleas. Una pequeña niña sabia me dijo el futuro cuando me miró, tan
llena de paz y satisfacción. Mi regocijo es confiar en ella por encima de todos
los expertos. Así como la luz y el amor se llevan nuestra culpabilidad y
vergüenza, su profecía debe hacerse realidad.
Otro
parte de capítulo siete interesante y como suelo decir cada capítulo nos
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