Quizás siempre hayas visto está foto de Michael disfrazado
pero nunca supiste la historia, pues aquí te la dejo.
George Kerwinski, que fue chofer de muchos artistas acompañándolos en sus
tours por Europa, cuenta sus recuerdos sobre Michael.
Lo
primero que me sorprendió de Michael Jackson, fue su apretón de manos. El chico
te cogía la mano como un leñador. Nuestro primer encuentro fue en el jet
privado de Michael en el aeropuerto de Tegel donde le recogí para su gira
"Bad", y llevarlo al "Hotel Intercontinental" y al salir
del coche, vio que el hotel estaba situado cerca del zoológico.
Michael
dijo de inmediato que quería entrar allí. Casi me da un ataque al corazón. Era
domingo por la tarde, el zoo estaba lleno de visitantes y fuera del hotel había
ya cientos de fans gritando. Sin embargo, Jackson estaba convencido. Así que
quedamos en la propia planta de Jackson en el hotel, su jefe de seguridad Bill
estaba esperando. Junto a Bill había un hombre de color con los dientes
torcidos, terrible, yo no sabía quién era. Pero no había rastro de Michael. Pregunte,
"¿Dónde está Michael?"
"Justo
a tu lado", dijo Bill, y entendí que el hombre de color con los dientes
torcidos era el mismísimo Michael Jackson camuflado. En su cabeza llevaba una
peluca afro, las patillas tupidas en su rostro, un bigote y en la boca una
dentadura falsa.
Una
vez en el zoológico, Bill quería pedir incluso una silla de ruedas para
sentarse en ella y Michael la empujaría: Dicho camuflaje funcionó en más de una
ocasión a la perfección. Pero, por desgracia, el servicio sanitario del zoo no
disponía de silla de ruedas.
Después
de dos horas – acabábamos de salir de la casa de los monos - nos encontramos
con un grupo de Boy Scouts de América, los niños, no eran mayores de diez años.
De repente uno de los chicos alza su brazo y grita: "¡Michael
Jackson!"
Era
increíble pues Michael estaba totalmente irreconocible. Bill, el jefe de
seguridad se quitó la gorra de béisbol y se la dio a Michael para que se la
pusiera, pero ya era demasiado tarde, Michael ya se acercaba a los chicos y
empezó a hablar con ellos. Sorprendentemente, esto le solía ocurrir en otras
ocasiones también, donde los más jóvenes reconocían a Michael a pesar de llevar
siempre un elaborado disfraz.
Después
de que Michael fuera descubierto, pude convencer a Michael y a Bill de poner
punto final a la visita zoológica. Así que corrí de vuelta al hotel, saque el
BMW del garaje y recogí a los dos en una salida lateral. Bill empujó a Michael
contra el asiento de atrás. Yo di gas. De pronto, se oyó la voz de Michael
desde la parte posterior:. "George, ¿de qué coche se trata?" -
"Pues, es un BMW," y Michael sorprendido exclamó -"Un BM qué?”
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