“Yo
estaba en Boston con los Jackson en su gira 'Triumph Tour'. Fui a la habitación de
Michael cerca del atardecer y lo encontre solo leyendo cuentos de hadas. Le pregunté si quería hacer
fotografías a la luz mágica. Quería saber qué luz mágica era así que él me
siguió a la azotea del hotel. Mientras que yo le estaba fotografiando se quitó su
camisa. Me sorprendió. Hasta ese momento había sido un niño inocente ante mis
ojos.
Vi
que había un hombre allí también”.
- Relato por el fotógrafo Lynn Goldsmith.