¿A
qué se parece compartir el escenario con Michael Jackson?
Es
mágico, es intenso, es excitante y es tan, tan genial que sientes la energía de
100.000 personas gritándote desde la multitud y experimentando el amor que
sienten por él, por el hombre. No podías apartar tus ojos de él, querías imitar
todo lo que hacía, querías ser genial como él.
Pero
si ya era alucinante estar en el escenario, bailando con él, estar fuera del
escenario a su lado era igual de excitante. Terminabas un número y había un par
de canciones antes de entrar de nuevo. A menudo me cambiaba de ropa y
encontraba un lugar en el escenario para ocultarme y poder verle hacer “Billie
Jean”. Minutos después estaba ahí fuera otra vez bailando con él.
Era
el año 1995. Estaba trabajando en Disneyland, Orlando y fui recomendado por un
amigo a los coreógrafos de Michael, Travis Payne y Lavelle Smith, que buscaban
nuevos bailarines para la actuación de Michael en los premios MTV. Un mes
después estaba ensayando con otros 15 chicos.
Practicamos
“Dangerous” durante dos semanas. Incluso aunque él no estuviera con nosotros,
los ensayos eran verdaderamente intensos. Sabías que tenías que ser perfecto
para él. Te asegurabas de que ibas más allá de lo que te habían pedido.
Y
entonces llegó él a los ensayos.
La
primera vez que bailé con él estaba fascinado. Todos lo estaban. Intentábamos
ser un calco suyo, sólo el proceso ya era asombroso. Y trabajamos muy duro.
Michael era un perfeccionista y solía decirnos: “Para eso sirven los ensayos”.
Repetíamos las rutinas una y otra vez hasta que se convertían en un hábito bien
aprendido. Los pasos de baile llegaban a ser algo tan natural como respirar.
Recuerdo
que antes de salir de gira nos sentó a todos los bailarines en el suelo y
tuvimos que hacer de uno en uno todo el número como si estuviéramos frente al
público. Él miraba atentamente tomando notas. Cuando terminé mi turno me dijo
las cosas que debía mejorar.
Me
dijo que mi brazo no estaba lo suficientemente extendido en una de las
canciones o que mi dedo meñique debería tocar el pulgar, cosas así. Era un
movimiento y un estilo muy depurado, había que estar pendiente hasta el más
mínimo detalle, pero eso fue lo que le convirtió en un artista tan increíble.
Poder
verle bailar tan de cerca fue verdaderamente emocionante. Conseguir verle en
directo fue simplemente increíble. Parecía deslizarse por el suelo, e incluso
estando tan cerca, no podía lograr saber cómo hacía esos movimientos.
Me
convertí en un fan de Michael Jackson que consiguió bailar con él. Durante
mucho tiempo me pregunté: ¿Qué demonios habré hecho de bueno para merecer esto?
Cris Judd. Bailarín en Dangerous y HIStory Tour
¡Que bonito!
ResponderBorrar¡Que bonito!
ResponderBorrarSí, bonito cada persona que trabajo con MJJ siempre tienen palabras hermosas para con él nunca yo eh leído cosas malas al contrario siempre son historias muy conmovedoras e inspirados y hace que se me hinche el pecho de orgullo por al leer veo cuanto lo admiraban , etc, etc. Saludos sirena40 :D de Gema Coque.
ResponderBorrarQue hermoso leer esto!! Se me enchina la piel que afortunados poder ser sus bailarines y poder tener tan lindos recuerdos. Y que bellos que se expresen así d el
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