Hace 30 años tuvo lugar aquella
histórica sesión en la que 45 de las más reconocidas estrellas de la música se
reunieron para la colaboración de “We Are the World”. Aquí les dejo un extracto
sobre “Somos el mundo” sacado de la biografía: Michael Jackson ‘La Magia y La
Locura’ Por J. Randy Taraborrelly.
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Michael se involucró en “We Are the
World”, el histórico esfuerzo para alimentar a los hambrientos de Etiopía.
Durante algún tiempo, Harry Belafonte había estado haciendo planes para reunir
a las máximas figuras del espectáculo con la finalidad de grabar un disco cuyas
ganancias se destinarían a una fundación sin fines de lucro, USA for África,
para alimentar a las masas famélicas. Además de proveer de alimentación de
urgencia, ayuda médica y programas de desarrollo sostenible a las zonas
damnificadas de África, la empresa también se reservaba fondos para mitigar la
pobreza en Estados Unidos. Harry contactó con Ken Kragen, un empresario del
espectáculo con experiencia en ese tipo de campañas para preguntarle si podía
contar con el apoyo de sus clientes, Kenny Rogers y Lionel Ritchie, en el
proyecto. Kenny y Lionel, a su vez, obtuvieron la colaboración de Stevie Wonder
para añadirle más renombre a la iniciativa. Lionel telefoneó entonces a Michael
para pedirle que participara en la grabación. Él respondió que no sólo quería
cantar la canción, también quería ayudar a Lionel a escribirla.
Michael siempre había sentido
empatía por las personas que padecían hambre, desamparo y enfermedad,
especialmente los niños. Frank Dileo ha relatado muchas historias conmovedoras
sobre la influencia de Michael en niños que estaban a punto de morir. Algo
inexplicable en el interior de Michael lo hacía capaz de llegar a los niños al
borde de la muerte; su presencia era como una especie de bálsamo. Era uno de los
dones que Michael más valoraba de sí mismo.
Por ejemplo, una noche, después de
un espectáculo, le trajeron a Michael a un niñito en una camilla que sufría de
un tumor cerebral y cáncer en la columna. Cuando le acercaron el niño, Michael
le cogió una mano y la apretó con fuerza. El niño sonrió. Frank Dileo dio media
vuelta y rompió a llorar. “No teme enfrentarse al peor sufrimiento y logra encontrar
allí, aunque sea mínimo, algo positivo y hermoso”, concluyó Frank.
Seth Riggs, el maestro de canto que
viajaba con Michael en las giras, recordaba: “Todas las noches venían niños en camillas, tan enfermos que
apenas podían levantar la cabeza. Michael se arrodillaba al lado de las
camillas y acercaba su cabeza a la de ellos para que los fotografiaran juntos.
Luego les regalaba una copia para que recordaran el momento. Yo no podía
soportarlo. Me iba al baño a llorar. Los niños se animaban en su presencia. Si
les daba energía para que vivieran un par de días más, entonces, para Michael,
valía la pena”.
Lionel Ritchie fue a Hayvenhurst
todas las noches durante una semana, y allí él y Michael se aislaban en la
habitación de éste para trabajar en la letra y las melodías de “We Are the
World”.
Querían lograr una especie de himno,
una canción que fuera tan fácil de cantar como memorable.
Aunque Michael y Lionel nunca lo han
dicho públicamente, LaToya –que los vio trabajar– afirma que Lionel sólo
escribió un par de versos de la canción. Ella sostiene que el 99 por ciento de
la letra fue escrita por Michael, “pero
él nunca sintió que fuera necesario decirlo”.
La letra y la melodía estuvieron terminadas para el 21 de enero de 1985, justo
la noche anterior a la sesión de grabación.
Mientras Michael y Lionel componían,
Ken Kragen se ocupaba de preparar el elenco estelar:
Bruce
Springsteen, Tina Turner, Bette Midler, Billy Joel, Ray Charles, Diana Ross,
Dionne Warwick, las
Pointer Sisters, Stevie Wonder, Cyndi Lauper, Willie Nelson, Smokey Robinson,
Bob Dylan y muchos otros, en total cuarenta y cinco artistas. Otros cincuenta tuvieron que ser dejados de lado para evitar
que el proyecto se volviera demasiado engorroso y difícil de manejar. Michael
le pidió a LaToya que apareciera, y ella lo hizo. (Apareció junto a Bette Midler.)
Marlon, Jackie, Tito y Randy también estuvieron allí.
Quincy Jones se tomó una pausa en la
producción de la película El color púrpura para producir y arreglar
(junto a Tom Bahler) el tema de Jackson y Richie en los estudios A&M en
Hollywood.
Debido a que los Premios American
Music se habían entregado esa misma noche, muchos de los artistas llegaron
directamente desde la fiesta. Lo primero que veían era un cartel fuera del
estudio A:
“Por favor, dejen colgados sus egos
en la entrada”. Era sorprendente que tantos artistas de tan diversos perfiles y
renombre individual fueran capaces de hacer eso: que no hubiera vanidades.
Diana Ross no pudo ocultar su
entusiasmo y pidió autógrafos a las otras estrellas. Las Pointer Sisters
tomaron fotos de Michael. “Nunca antes experimenté esa poderosa sensación de
comunidad”, observó Kenny Logins.
Alrededor de las diez de la noche,
la reunión se volvió solemne. Ken Kragen se dirigió al grupo para asegurarles a
todos que el dinero generado por la grabación llegaría, de verdad, “a los
lugares que correspondían”. Bob Geldorf, el líder de los Boomtown Rats y
organizador del evento benéfico musical British Band Aid, del que salió el
sencillo "Do They Know It’s Christmas?" habló de sus viajes a
Etiopía. Dos mujeres etíopes, cuya presencia había sido concertada por Stevie
Wonder, informaron sobre el horrible sufrimiento en ese país.
Finalmente, Michael se dirigió al
conjunto de estrellas. Con mucha tranquilidad y un tanto torpemente, explicó
que la canción que Lionel y él habían compuesto era “una canción de amor para
inspirar preocupación sobre un lugar lejano cerca de casa”.
Las pistas de la música habían sido
grabadas ese día más temprano, de modo que sólo era cuestión de realizar
ajustes a la letra. “¿Debería ser “brighter day” (“día más brillante”)
o “better day” (“día mejor”)?”, y de añadir las voces.
Michael les enseñó a los artistas la melodía y la letra – a la mayoría se le
había enviado grabaciones de demos de la canción, tocada por Michael–, y
trabajó con ellos en los arreglos vocales.
Si bien Michael Jackson era parte
esencial del proyecto, también quedó muy aislado de él.
Mientras que todos los demás
presentes fueron filmados (por seis cámaras) cantando “We Are the World”, el
solo de Michael fue grabado después, en privado, y añadido a la versión final.
En ningún momento se quitó las gafas de sol. Alguna gente supone que eligió no
grabar con el resto debido al temor que le inspiraba cantar ante sus famosos
colegas. Singularmente perfeccionista, sentía que no podía actuar desplegando
al máximo su capacidad frente a ellos. Otros ofrecen una explicación más
cínica: a Michael le gustaba sentir que era distinto de todos y enfatizaba esa
diferencia erigiendo barreras entre él y sus fans, sus iguales y su familia.
Desde luego, en el vídeo de “We Are the World” la toma de Michael empieza con
sus zapatos Bass Weejun y su marca registrada, los calcetines de lentejuelas, y
luego sube hacia arriba hasta su rostro cuidadosamente maquillado, todo según
las directivas del propio Michael. “La
gente sabe que soy yo nada más ver los calcetines”–
dijo, orgulloso, y en eso estaba en lo cierto. Luego añadió con una sonrisa: “Traten de filmar
los calcetines de Bruce Springsteen y fíjense si alguien sabe a quién
pertenecen.”
La sesión de grabación y filmación
en vídeo llevó toda la noche. Quién cantaría qué y con quién fue decidido un
par de días antes por Lionel Richie, el productor Quincy Jones y el arreglista
Tom Bahler. Algunos de los interesantes dúos fueron los de Tina Turner y Billy
Joel, Dionne Warwick y Willie Nelson, y, por supuesto, Diana Ross y Michael
Jackson. El único pequeño detalle que no resultó tal como estaba planeado fue
el dúo entre Michael y Prince. A Michael no le gustaba Prince, pero siendo un
asunto de beneficencia, accedió a cantar con él. Sin embargo, Prince no
apareció. A las seis de la mañana siguiente llamó al estudio para preguntar si
podía ir y tocar una parte de guitarra. Quincy le dijo que era demasiado tarde.
Hacia las siete y media de la
mañana, el trabajo estaba concluido y los artistas empezaron a irse.
“Michael estaba tan exhausto como todos” –informó Jeffrey Osborne–. No dijo mucho, tal vez algo acerca de que estaba muy
contento, pero se notaba que estaba encantado.”
“Esperaba ver más vanidades en acción –informó Paul Simon–. “El Enguantado” se encuentra con “El Jefe” y cosas por el
estilo, pero sencillamente no ocurrió.”
“Simplemente, desearía que esta noche no terminara nunca” dijo Diana Ross al abrazar a Tina Turner.
Todos los participantes en la sesión
de grabación de “We Are the World” parecían compartir los sentimientos de
Diana. El espíritu suave, elevado, que tiene la canción también alcanzó a las
emociones del público cuando finalmente fue puesta a la venta. La partida
inicial de 800.000 discos se agotó en tres días. La canción fue número 1 en
Estados Unidos durante un mes, y también pasó un par de semanas en el primer
puesto en el Reino Unido, así como en otros países. El vídeo de “We Are the
World” se adecuaba muy bien al espíritu benevolente de la iniciativa y ayudó a
vender en total cuatro millones de discos, lo que generó unos ocho millones de
dólares para el fondo USA for África.
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