Vilma Ryan, lider de
la comunidad Aborigen de Riverstone, ciudad a unos 50 km al oeste de Sydney,
rompió su compromiso de silencio de 22 años para hablar sobre su encuentro con
Michael Jackson.
La señora Ryan, de 70
años, organizó una visita al Centro de Preescolar Murawina en Redfern para la
estrella cuando estaba en Australia durante su gira de 1987, Bad Tour.
Ella cuenta que había
prometido guardar el secreto.
“Michael estaba muy
interesado en los problemas de los Aborígenes, especialmente los negros que
habían muerto en prisión, pero no quería indisponer a sus fans,” dijo la señora
Ryan.
En el momento de la
visita, La señora Ryan trabajaba como directora del centro.
Cuenta que la visita
habría sido cancelada si la prensa se hubiera enterado.
“Me previnieron de no
hacerla pública incluso después de su regreso a América,” dice, “Por eso nunca
lo conté. Fue el momento culminante de mi vida y mi mayor secreto durante 22
años.”
La señora Ryan dijo
que primero fue invitada a conocer a Jackson en el Regent Hotel de Sydney
después de que le entregara una carta a la gente que le acompañaba en el
Aeropuerto de Sydney.
“Me entregó 100
entradas para su concierto en el Parramatta Stadium, cuando le dije que
nuestros niños no podían permitirse ver el concierto.
Fue muy educado,
dulce y respetuoso durante nuestra reunión.”
Cuenta que el día
después de su concierto, el personal del señor Jackson, le pidió que se
encontraran en su hotel y le llevara a él y a otras 30 personas a Redfern.
“Organicé un grupo de
mujeres aborígenes como vigilantes para cuidar de su seguridad y las instruí
para cerrar las puertas después de su llegada”, nos cuenta.
“Pasó unas dos horas
en el centro hablando con los niños, con sus padres y el personal.”
También organizó una
foto de grupo de los niños y Jackson en un estudio de fotografía en Surry
Hills. El fotógrafo fue Sam Emerson.
“Lloré mucho cuando
supe de su fallecimiento y muchos de los niños que le conocieron también.”
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