Cinco años después de su muerte, en las afueras de la
propiedad conocida como Neverland, dónde vivía Michael Jackson, muchos
de los mensajes que se habían escrito o grabado en las entradas de
piedra del lugar han desaparecido.
Más allá de la cerca que rodea la propiedad de 1 mil hectáreas (2,600
acres) una parte tangible del legado del rey del pop parece haberse
quedado congelada en el tiempo.
"Sabía que vería sólo una reja cerrada, pero de todas formas lo
quería visitar", dijo James Chen, un turista que se detuvo para tomar
una foto fuera del rancho en una reciente tarde soleada durante un viaje
con su padre.
Aunque muchas de las empresas de Jackson siguen floreciendo y
generando dinero tras su muerte, incluyendo un nuevo álbum y
espectáculos con el Cirque du Soliel, Neverland sigue en el limbo pese a
los rumores de que la propiedad sería transformada en una atracción
turística como Graceland, la mansión dónde vivía Elvis Presley en
Memphis y que es monumento nacional estadounidense.
Caroline Luz, portavoz de Colony Capital LLC, la empresa de bienes
raíces que pagó la fianza de Jackson después de que el cantante cesó en
los pagos de la hipoteca de Neverland hasta deber unos $24.5 millones de
dólares, dijo que las labores de mantenimiento del lugar continúan.
Neverland está ubicada en el Santa Ynez Valley a unas 150 millas (241 kilómetros) al norte de Los Ángeles.
Fue construida en 1981 por William Bone quien la llamó Sycamore
Valley Ranch. Jackson pagó 19.5 millones de dólares por la mansión y los
jardines adyacentes en 1988. Le cambió el nombre y le puso Nerverland o
la Tierra del Nunca Jamás en referencia a Peter Pan, un personaje que
hace parte de una novela y del que se han hecho varias películas, y le
construyó extravagancias como un zoológico y un pequeño parque de
diversiones que contaba con un carrusel y una rueda de la fortuna.
Durante más de una década Neverland fue un referente de la cultura pop y la casa de Jackson.
Ahí fue donde Elizabeth Taylor se casó con Larry Fortensky en una
fastuosa ceremonia en 1991; donde Oprah Winfrey entrevistó a Jackson en
vivo ante 90 millones de espectadores en 1993 y donde su esposa, Lisa
Marie Presley y él, recibieron a niños de todas partes del mundo para
celebrar el 50 aniversario de Naciones Unidas en 1995.
Pero Jackson dejó a Neverland al garete después de que fuera absuelto
de las acusaciones de abuso sexual de menores en 2005, y prefirió vivir
en otros lugares hasta que murió en 2009. "Creo que le arruinaron (la
experiencia de vivir allí) a mi papá", dijo el hijo mayor de Jackson,
Prince, a un grupo de investigadores el año pasado.
La locura de los medios, la gran cantidad de admiradores que lo
visitaba, el zoológico y los juegos mecánicos son un recuerdo del
pasado.
"Todo ha estado muy tranquilo", dijo William Etling, un corredor de
bienes raíces y autor del libro "Sideways in Neverland" sobre el Valle
de Santa Ynez, en su oficina en Los Olivos. "No hay nada de ruido sobre
lo que está pasando ahí. Me sorprende que todavía no se lo hayan vendido
a alguien más".
Etling dijo que es difícil imaginar quién comprará la propiedad de 35
millones de dólares cuando un rancho cercano y más grande, de 1,300
hectáreas (3,250 acres) se vendió recientemente por 22 millones y otra
propiedad de 1.800 hectáreas (4,600 acres), casi el doble de Neverland,
se ofrece en el mercado por 45 millones. Etling supone que el único
posible comprador será alguien que realmente admira al Rey del Pop.
Fuente: elsiglodedurango
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