Siedah contó cómo nació Man in the Mirror. Para ella no fue nada fácil entrar en este negocio. Tuvo que hacer audiciones para cada pequeña cosa que podía. Así, tras muchas audiciones, acabó trabajando con Quincy Jones. Al principio no tenía mucha experiencia como compositora, solo había escrito poemas. Un día, mientras charlaba con alguien por teléfono, en un momento determinado de la conversación, esta persona le dijo, “¿Qué hombre? Oh, el hombre del espejo.” Y por alguna razón ella escribió esa frase mientras escuchaba.
Más tarde, otro día, estaba trabajando en algunas canciones –porque sabía que Quincy estaba trabajando con Michael Jackson y querían otra canción para el álbum BAD- y alguien (imagino que era Glen Ballard, co-autor de la canción) estaba tocando el piano la melodía que acabó siendo el comienzo de “Man in the Mirror”. En ese momento ella estaba mirando la libreta en donde anotó la frase y cuando la vio, sucedió que de repente la letra de la canción empezó a llegarle y no podía escribir lo suficientemente rápido para ponerla sobre el papel. Poco después la canción estaba terminada y ella muy contenta. Llamó a Quincy para decirle que tenía una canción para Michael. Sin embargo, Quincy no estaba tan entusiasmado. Siedah empezó a rogarle por teléfono a Quincy que escuchara la canción y tanto le rogó que Quincy acabó diciéndole, “OK, sh*t. Tráemela. “
Se la llevó a Quincy justo cuando estaba en medio de una importante reunión. Así que todo el mundo estaba algo “molesto” por su interrupción. Le rogó que la escuchara y él dijo, de nuevo, “OK, sh*t” y dio un portazo.
Más tarde recibió una llamada del señor Jones, diciéndole que había escuchado la canción y pensaba que era estupenda. Siedah estaba en el séptimo cielo, cuando escuchó un “pero”…. Y se vino abajo. Quincy continuó diciendo, “Me gusta la canción pero Mike no usa canciones de otra gente. Le gusta estar involucrado en la creación de la canción, crear sus propias canciones, bla, bla, bla…” Acabó diciéndole que no se preocupara, que si Michael no la quería, se la daría a James Ingram. Cosa que no consoló en absoluto a Siedah.
Más tarde recibió otra llamada.
Quincy: Bueno, estamos grabando tu canción.
Siedah: ¿?
Quincy: Pero…
Siedah: ¿¿??
Quincy: Michael dice que el puente no es lo suficientemente fuerte. (se oye a alguien hablando al fondo) Y el primer verso debe ser más largo. Y… y… sabes qué? Espera.
Michael: Hola…
Siedah: (hablando para sí misma: Oh Dios Mío!!!! Mi Marido!)
Siedah, como miles de mujeres en todo el mundo, dijo que amaba a Michael Jackson y, para ella, era su marido. (Risas) Pero tenía que mantener la calma mientras hablaba con él. Así que mientras estaba histérica por dentro, puso voz de telefonista y dijo:
“Hola, ¿en qué puedo ayudarte?”
Michael le dijo que le gustaba la canción pero creía que había que trabajar más sobre ella. Y le pidió que la terminara. Hizo seis puentes diferentes para la canción.
Cuando llegó el momento de hacer los coros para el tema, Siedah tuvo que ir al estudio para cantar con Michael. Iba a encontrarse con él, y por supuesto, estaba al borde de un ataque de nervios. Se forzó a sí misma a mantener la calma; ¡no quería comportarse como la fanática gritona que habitaba en su interior!
De modo que mantuvo la calma cuando se encontró frente a él. Lo revisó de arriba abajo, porque recuerda cada detalle de la ropa que llevaba puesta. Fedora negro, camisa blanca, chaqueta roja, pantalones negros, mocasines… Lo único que echó de menos fueron sus calcetines blancos. Miró a sus pies y vio que en uno llevaba un calcetín marrón y en el otro uno azul. Así que, después de pasar un rato juntos y conocerse un poco mejor a lo largo del día, le dijo, “Michael, ¿qué les pasa a tus calcetines?” Michael la miró y dijo, “Estaba oscuro cuando me vestí.”
Al día siguiente, Michael se acercó a ella sonriendo abiertamente. Le dice, “Adivina qué”
“¿Qué?”
“Mis calcetines están parejos.”
Siedah miró sus calcetines y eran los dos azul celeste. Le dijo,
“Sí, son iguales, pero… no encajan con lo que llevas puesto!”
Michael se partió de risa también como diciendo, “Seid, estás loca.”
Se la llevó a Quincy justo cuando estaba en medio de una importante reunión. Así que todo el mundo estaba algo “molesto” por su interrupción. Le rogó que la escuchara y él dijo, de nuevo, “OK, sh*t” y dio un portazo.
Más tarde recibió una llamada del señor Jones, diciéndole que había escuchado la canción y pensaba que era estupenda. Siedah estaba en el séptimo cielo, cuando escuchó un “pero”…. Y se vino abajo. Quincy continuó diciendo, “Me gusta la canción pero Mike no usa canciones de otra gente. Le gusta estar involucrado en la creación de la canción, crear sus propias canciones, bla, bla, bla…” Acabó diciéndole que no se preocupara, que si Michael no la quería, se la daría a James Ingram. Cosa que no consoló en absoluto a Siedah.
Más tarde recibió otra llamada.
Quincy: Bueno, estamos grabando tu canción.
Siedah: ¿?
Quincy: Pero…
Siedah: ¿¿??
Quincy: Michael dice que el puente no es lo suficientemente fuerte. (se oye a alguien hablando al fondo) Y el primer verso debe ser más largo. Y… y… sabes qué? Espera.
Michael: Hola…
Siedah: (hablando para sí misma: Oh Dios Mío!!!! Mi Marido!)
Siedah, como miles de mujeres en todo el mundo, dijo que amaba a Michael Jackson y, para ella, era su marido. (Risas) Pero tenía que mantener la calma mientras hablaba con él. Así que mientras estaba histérica por dentro, puso voz de telefonista y dijo:
“Hola, ¿en qué puedo ayudarte?”
Michael le dijo que le gustaba la canción pero creía que había que trabajar más sobre ella. Y le pidió que la terminara. Hizo seis puentes diferentes para la canción.
Cuando llegó el momento de hacer los coros para el tema, Siedah tuvo que ir al estudio para cantar con Michael. Iba a encontrarse con él, y por supuesto, estaba al borde de un ataque de nervios. Se forzó a sí misma a mantener la calma; ¡no quería comportarse como la fanática gritona que habitaba en su interior!
De modo que mantuvo la calma cuando se encontró frente a él. Lo revisó de arriba abajo, porque recuerda cada detalle de la ropa que llevaba puesta. Fedora negro, camisa blanca, chaqueta roja, pantalones negros, mocasines… Lo único que echó de menos fueron sus calcetines blancos. Miró a sus pies y vio que en uno llevaba un calcetín marrón y en el otro uno azul. Así que, después de pasar un rato juntos y conocerse un poco mejor a lo largo del día, le dijo, “Michael, ¿qué les pasa a tus calcetines?” Michael la miró y dijo, “Estaba oscuro cuando me vestí.”
Al día siguiente, Michael se acercó a ella sonriendo abiertamente. Le dice, “Adivina qué”
“¿Qué?”
“Mis calcetines están parejos.”
Siedah miró sus calcetines y eran los dos azul celeste. Le dijo,
“Sí, son iguales, pero… no encajan con lo que llevas puesto!”
Michael se partió de risa también como diciendo, “Seid, estás loca.”
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Les dejo una Entrevista que le hicieron a Siedah Garrett en la que habla de Michael para la revista Essence el 21-2-2010
¿Cuál es el recuerdo más destacado que tienes trabajando con Michael?
Siedah Garrett: Recuerdo la grabación de nuestro dueto, “I Just Can’t Stop Loving You,” en Westlake Studios en Hollywood. En un momento dado, durante la grabación, recuerdo a Michael tirándome palomitas cuando cerraba los ojos para cantar mis versos. Eso nos hacía reír a los dos porque él sabía que estaba tratando de hacerlo lo mejor posible para impresionarlos a los dos, a él y a Quincy Jones. Yo intentando cantar con todo mi corazón y el tirándome comida. Entiéndeme, nos acabábamos de conocer y empieza a meterse conmigo mientras grabábamos! Su diversión era doble; yo me confundía en un verso y ambos empezábamos a reírnos y Quincy inevitablemente decía, “Venga ya, Sid, estás perdiendo el tiempo del estudio”, y eso hacía reír más aún a Michael!
¿Cuál es tu canción favorita de Michael?
SG: Por supuesto, mi favorita es “Man In The Mirror.” Es la canción que me dio a conocer a Michael Jackson, que le hizo querer conocerme. Esa canción me dio a conocer en el mundo! Es la canción que ha cambiado mi vida en muchas e increíbles maneras y continúa haciéndolo. Me dio una seria credibilidad como compositora, y un lugar mejor en el negocio de la música. Dejé de ser una cantante de maquetas, ahora era una compositora! Y buena, al menos según Michael Jackson.
¿Cómo ha cambiado Michael Jackson el negocio de la música?
SG: Michael Jackson fue un pionero. Abrió un camino tan nuevo durante tantas décadas, que su influencia artística está fuertemente documentada en cada video musical de la MTV y decenas de miles de otros videos musicales y en los medios informativos. Su estilo en la coreografía sigue siendo imitado por los artistas actuales. Así como su gran influencia en la forma de vestir de la calle y de la alta moda, como se pudo ver en las décadas de los 80 y de los 90. Y su estilo único al cantar y al componer le separa del resto de los mortales. Este hombre desprendía tal luminosidad, con tanto talento que ofrecía buenamente al mundo, feliz y libremente. Sé que le echaré de menos el resto de mi vida.
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