Jonathan Moffett, baterista de Michael durante 35 años, habla sobre su experiencia de trabajar con el rey del pop.
¿Dónde estás ahora?
En Orange County en California. Esperando salir para Dubai (para actuar con Immortal) – será mi primera vez.
¿Cuándo conociste a The Jacksons?
Hice una audición para ellos el 21 de febrero de 1979, y comenzamos aquella gira en primavera. Me arriesgué y conduje mi coche durante 5.100 kilómetros para perseguir mi sueño. Conocí al director musical, que es de New Orleans, y por casualidad, era el último día de audiciones. Me dijo que pediría a los organizadores que prorrogaran las pruebas para que yo tuviera una oportunidad – llevaban dos semanas de audiciones.
¿Cuándo conociste a Michael Jackson?
Cuando comenzamos a ensayar dos días después de la prueba, él estaba allí. Fue realmente muy cordial conmigo y me dijo que los hermanos le habían hablado muy bien de mi y mi forma de tocar y dijo que tenía que verlo. Era muy tímido, profundamente tímido. Y también era muy cortés y muy humilde además de muy respetuoso. Alguien pensará que esto es exagerado pero así era su verdadera naturaleza, era un delicado y gentil ser humano que se preocupaba de los sentimientos de todos los demás
¿Le manipulaba la gente de su alrededor?
Si, por supuesto. Yo era así también cuando llegué a Hollywood pero no de la forma que era él. Yo tenía que llevar alta la guardia también pero para Michael era más problemático. Tienes que recordar que él era una superestrella desde niño, con siete u ocho años.
Trabajaste en la última gira This Is It...
Estaba en los ensayos y en la película. Los ensayos fueron absolutamente fenomenales y y la película sólo representa como un 75% de lo que el público iba a ver. Todavía teníamos una semana por delante y muchas sorpresas que se guardaron en secreto. Realmente iba a ser una de sus grandes giras. Desde la primera vez en que trabajé con él, había hecho nuevos arreglos a las canciones.
¿Quién tuvo las nuevas ideas?
Eran una combinación entre las suyas y las de los directores – Kenny Ortega y Travis Payne. Pero Michael era el que más ideas aportó. Era una persona creativa.
Pero muchos criticaban su comportamiento...
Para la gente es fácil criticar cuando no están en los zapatos de la persona. Quizá tú habrías tenido decisiones mejores, quizá peores. A la gente le encanta criticar a los demás. Todo el mundo critica a todo el mundo y nadie quiere criticarse a sí mismo.
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