Sam Bono, actor y bailarín recuerda cómo acabó formando parte del video BAD de Michael Jackson.
La
magia de Michael Jackson ha tocado a mucha gente. En el momento de hacer el vídeo para
su nuevo disco, algunos muy afortunados jóvenes actores y uno en particular,
fueron alcanzados por la magia de Michael Jackson.
“No voy a mentir. Fue el momento más excitante
de mi vida. Allí estaba Sam Bono trabajando con Michael Jackson. Fue realmente
un sueño hecho realidad”, dijo Sam.
“Fue
difícil de creer. Recibí una llamada de mi agente de casting preguntándome si
estaba disponible para las dos semanas siguientes. Estando sin empleo la mayor
parte del tiempo le dije naturalmente que sí. Entonces me dijo: ‘Michael
Jackson está en la ciudad haciendo un video. ¿Estarías dispuesto a trabajar en
él?’. Bromeando le dije: ‘Déjame mirar mi agenda’. Después grité: “Sí!!”
“Fui
al casting a leer mi papel, les gusté y me pidieron volver al día siguiente.
Entonces leí para Martin Scorsese. Le gusté. Unos días después me llamaron
diciendo que tenía un pequeño papel. Enloquecí”.
El
vídeo para la canción BAD está basado un poco libremente en una historia real
sacada de las páginas de una revista o un periódico. Michael interpreta a un
joven llamado Daryl, un chico de los suburbios que asiste a un instituto
mayoritariamente blanco. Grabaron las escenas en Master’s School en Dobbs
Ferry, New York.
Bono
tiene recuerdos vívidos de esos días de rodaje. “Me levanté, me miré al espejo
y dije: ‘Bono y Jackson. Bueno, llegó el día. Estaba tan excitado!”
Cuando
llegó al sitio del rodaje había tantos camiones, cámaras y equipo como para un
largometraje. Sam y otros actores fueron llevados a una clase donde esperaron
la llegada de Jackson.
“Esperamos
alrededor de una hora y entonces llegó la limusina de Jackson. Le vi salir con
su mascarilla puesta pero fue la única vez que la usó y creo que era solo por
los fotógrafos que había allí. Entró en la clase con su guarda de seguridad y
dos policías locales. Había un silencio total en la habitación. Se habría
podido escuchar caer un alfiler. Michael no dijo casi nada, solo miró alrededor
y se sentó”.
Sam
dice que Michael parecía muy tímido y evitaba el contacto visual con otra gente
que no fuera de su personal. Era simpático y amable pero callado. El productor
Quincy Jones había alquilado un tren local para rodar algunas escenas en él.
Aquí es donde Sam dice que llegó a conocer al verdadero Michael.
“En
la clase, Michael hacía sus escenas y después volvía a su trailer. Sin embargo,
cuando estábamos haciendo las escenas del tren no había trailer donde volver.
Ni seguridad ni otro personal podían estar alrededor porque estábamos rodando y
podían aparecer en la película”.
“Entonces
es cuando realmente pude conocerle. Éramos solo nosotros, la cámara y el
director. Entonces se abrió y se mostró más suelto. Hablamos de todo, desde el
tiempo hasta su video Thriller. Era un chico normal y muy profesional”.
Sam
cuenta que después de ver a Michael sofocado por su personal de seguridad fue
bueno verle solo y siendo él mismo. Michael le dijo a Sam que realmente tuvo
que salir corriendo cuando hacía el vídeo Thriller. Parecía que los monstruos
le daban verdadero miedo.
Hablaron
de chicas y de la familia. Sam se llevó una sorpresa con el libro de Mary
Wilson. “Teniendo que estar en el tren unas cinco horas, pasamos mucho tiempo
esperando. Saqué un libro de mi mochila, era el nuevo libro de Mary Wilson:
Dreamgirl. Le pregunté a Michael si podía escribirme algo en él. Cuando le di
el libro, miró casi horrorizado. ‘¿Estás leyendo este libro?’, preguntó. ‘Sí,
¿lo has leído?’, dije. ‘No leeré este libro. Mary está muy celosa de Diana.
Deberías haberla visto en el especial de Motown 25…’ “Siguió contándome como si
yo hubiera estado allí”, recuerda Sam, “así que de broma le dije que sí, sabía
de qué estaba hablando, vi a Diana esa noche y me dijo que te saludara… Y ambos
nos echamos a reír”.
Sam
cuenta que Michael hablaba con orgullo del nuevo álbum. No tenía duda de que
Michael era un genio. Michael pasaba la mayor parte de su tiempo libre
componiendo canciones en su cabeza. “Entre cada secuencia podías escucharle
cantando y tarareando. Se sacaba esas melodías de su cabeza. Eran lo suficientemente
buenas como para incluirlas en discos. Todo lo que sale de la boca de ese chico
es oro”.
El
equipo rodó en el tren durante cinco horas arriba y abajo una y otra vez.
Cuando el director dijo finalmente que habíamos terminado, el tren empezó a
volver hacia la escuela. Michael divisó al conductor y le preguntó: “¿Puede
enseñarme cómo funciona el tren?”
El
conductor se quedó más que entusiasmado de llevarle de la mano hasta el frente
de la máquina. Le llevó a la cabina y le enseñó los controles. Michael parecía
fascinado. El tipo le dejó el control del tren. Empezamos a ir despacio.
Después dando sacudidas. Yo le grité a los demás: Michael está conduciendo el
tren! Una señora mayor gritó: Oh, Dios mío! Pero todo el mundo estaba
divertido. Le dije a Michael: ‘Dale, Michael, dale más potencia!’ El conductor
le enseñó a Michael la bocina y se puso a tocarla”.
Se
corrió la voz de que Michael Jackson estaba por allí y los fans rodearon la
estación del tren. Mientras Michael llevaba el tren a la estación pudo ver a
todos los fans con fotos, posters y albums. No pueden imaginarse el asombro en
los ojos de un chico mientras saltaba gritando: “Mami, mami, mira, Michael
Jackson está conduciendo el tren!”.
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