martes, 5 de enero de 2016

La semana que Michael Jackson y Madonna estuvieron juntos en el DF | The week that Michael Jackson and Madonna were together in Mexico City


Una de las series de conciertos más memorables en la historia de la Ciudad de México se vivió a finales de 1993, cuando Michael Jackson y Madonna se presentaron en tierras chilangas –casi- durante los mismos días.

Jackson ofreció cinco conciertos en el Estadio Azteca, en los que reunió unas 500 mil personas (es el mayor récord de un concierto internacional hasta ahora en el DF), mientras que Madonna se presentó tres días en un foro formado por cuatro gradas temporales levantadas en el área de la curva peraltada del Autódromo Hermanos Rodríguez (sí, donde hoy está el Foro Sol).

En ese entonces, los conciertos en la Ciudad de México no eran algo habitual, por lo que tener a las dos figuras más importantes de la música en ese entonces representaba un importante acontecimiento. Pero reunir a estas dos estrellas en las mismas fechas y en la misma ciudad (y hasta con gran parte de la misma gente) no fue casualidad.

La TV vs. Ocesa

Por aquellos años, el negocio del entretenimiento y la música en México estaba prácticamente dominado por la empresa Televisa, que era el principal pedestal para los cantantes a través de sus canales de televisión, estaciones de radio, sellos discográficos y publicaciones.

Pero a inicios de los 90, los iniciadores de lo que hoy es la empresa Ocesa, se dieron cuenta del área de oportunidad que representaba traer conciertos internacionales a México y, además de Madonna, trajeron a otras grandes figuras, como Paul McCartney o Pink Floyd, a foros que hasta entonces eran poco aprovechados, como el Autódromo Hermanos Rodríguez (que acababa de quedarse sin Fórmula 1 por segunda vez en su historia) y el Palacio de los Deportes (que desde los Juegos Olímpicos de 1968 no había recibido grandes eventos de manera constante).

Cuentan que la iniciativa de Ocesa fue tomada por algunos (muy) altos ejecutivos de la televisora privada como una especie de afrenta, por lo que decidieron hacer uso de todo su músculo para demostrar quién mandaba y decidieron ir por la mayor estrella de ese entonces: Michael Jackson.

No fueron las mismas fechas, pero casi

En un principio, Michael Jackson vino a México a ofrecer tres conciertos, los cuales estaban programados para el 29 y 30 de octubre y el 2 de noviembre; pero después se anunciaron dos nuevas fechas para el 4 y 6 de noviembre, lo que obligaba a recorrer el concierto del 30 para el 31. Sin embargo, esas fechas estaban todavía lejanas a las de los conciertos de Madonna, que serían 10, 12 y 13 de noviembre. Casualmente, Michael Jackson, tras sus dos primeros conciertos, tuvo un problema dental y le tuvieron que extraer una muela, lo que obligó a posponer las fechas de sus presentaciones “por motivos de salud”.

Así, los últimos tres conciertos del “Rey del Pop” en la Ciudad de México se llevaron a cabo los días 7, 9 y 11 de noviembre, es decir, dos de ellos quedaron intercalados con las presentaciones de Madonna. ¿Coincidencia? Hay quien dice que la intención era realizar ambos conciertos el mismo día, pero las autoridades del DF no lo permitieron… y casi impiden que Madonna se presentara.

Salinas y Madonna

Los conciertos de la gira "The Girlie Show" de Madonna estaban, como le gusta a ella, rodeados de escándalos y en el escenario solía, como hasta ahora, jugar con símbolos religiosos, palabras altisonantes y situaciones sexuales. Esto escandalizó a muchas “buenas conciencias” chilangas (y, de paso, sirvió de excusa para algunos que no querían competencia), las cuales hicieron hasta lo imposible por convencer a las autoridades de que el concierto de la “Reina del Pop” fuera cancelado.

Como la empresa que organizaba el concierto y el foro en el que se realizaría eran prácticamente nuevos, esto estuvo a punto de lograrse debido a que (cuentan) no les dieron los permisos correspondientes. Sin embargo, los organizadores recurrieron a los más altos niveles y (también cuentan) fue el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, quien terminó autorizando la presentación. Eso sí, ningún político se atrevió a tomarse la foto con Madonna, lo cual sí hizo Salinas con Jackson.



Coberturas disparejas

En los medios, la cobertura de ambos conciertos era dispareja: mientras la televisión transmitió imágenes de la llegada de Michael Jackson con escenas del aterrizaje de su avión captadas desde un helicóptero y lo siguió hasta el momento en el que apretó el botón del semáforo de Migración, de Madonna prácticamente no se supo nada hasta que llegó al escenario del Autódromo Hermanos Rodríguez y dijo algunas groserías en español.

Los conductores estrella de la estación WFM, parte de Televisa, se desplegaban durante el día para dar las novedades de lo que hacía Michael Jackson, que en realidad era poco, ya que se limitaba a asomarse unos segundos por la ventana del hotel Presidente Chapultepec (en Polanco, hoy parte de la cadena Intercontinental) para “saludar” a sus fans.

  
Así, Charo Fernández, Martha Debayle, Jorge "el Burro" Van Rankin, Esteban Arce, Eduardo Videgaray y Karina Velasco visitaban el Estadio Azteca para presenciar los preparativos del concierto, volaban en el helicóptero para transmitir desde las alturas y hacían guardias afuera del hotel para entrevistar a los admiradores e imitadores de Michael Jackson que permanecían día y noche con la esperanza de ver a su ídolo. En esos días, el cantante empezaba con sus problemas generados de las denuncias de supuesto abuso de menores y enfrentaba un juicio de derechos de autor, lo que (dicen), sumado a sus problemas de salud, también hizo que su estancia fuera más bien apagada.



Sin embargo, tuvo un par de actividades, como una visita privada al Presidente Carlos Salinas de Gortari y su familia, y unas horas de shopping en una tienda de discos de Polanco donde hasta firmó autógrafos.Todo esto hizo que la fiebre por Michael Jackson en la Ciudad de México fuera mucho más fuerte que la presencia de Madonna, además de que ir al concierto del cantante e “Thriller” era más accesible.

Los boletos

Mientras que para ver a Michael Jackson en el Estadio Azteca se podían conseguir boletos en la sección general (hasta arriba, pues) desde 40 “nuevos pesos” y 300 en mejores localidades, para ver a Madonna era necesario pagar unos 500 “nuevos pesos”. Asimismo, para ver a Jackson había disponibles cerca de 100 mil localidades para cada una de las cinco fechas, mientras que para Madonna eran tres conciertos y unos 40 mil lugares por día.

Así que la visita de Michael Jackson fue más popular entre los chilangos e, inclusive, con el tiempo se volvería histórica, porque fue la única que hizo en toda su vida y fue parte de su última gran gira de conciertos. Es más, fue tanta la expectación de ver a Michael Jackson en la Ciudad de México que hasta el staff de Madonna compró boletos (o se los regaló Madonna) para asistir a uno de sus conciertos en el Estadio Azteca, según reveló la cuenta oficial de Twitter de Michael Jackson hace unos días. Los que en ese entonces escuchamos en vivo a Michael Jackson y lo vimos hacer el famoso “moonwalker”, para minutos después ser testigos de la manera en la que salió del escenario volando con una mochila de propulsión, fuimos afortunados… y a Madonna, pues la vida nos dio oportunidad de verla años más tarde. 

Fuente: Chilango.com