El cineasta viajó a Los Ángeles junto a otros siete fans del músico desaparecido y se reunió con ejecutivos de Sony Music.
La historia tiene intriga, suspense y final feliz. Podría firmarla su
protagonista, el cineasta Marcos Cabotá, porque reúne todas las
características para convertirse en guión de cine. Pero hablamos de un
hecho real que acaba de ocurrir: Cabotá fue elegido, junto a otras siete
personas de distintos continentes, para viajar a Los Ángeles y escuchar
en rigurosa primicia los ocho temas que comprondrán el próximo disco de
Michael Jackson. Además, colaborará en la campaña de promoción del
mismo en España. Se trata de una grabación que verá la luz a mitad de
mayo.
«Todos somos seguidores de Michael Jackson, pero no sabemos por qué nos eligieron, no nos conocíamos, había una japonesa, un señor de Nueva York, un italiano...». Ocurrió como en el cine. Hace unas tres semanas, Cabotá, entusiasta seguidor de Jackson, a quien conoció personalmente, fue contactado mediante un e-mail por los gestores del legado del músico. Le proponían viajar a Los Ángeles para «participar en un evento del que no me podían decir nada más». No lo dudó. «Acepté», cuenta.
Tras un vuelo en el que no quiso hacerse muchas preguntas y durante el que opta por «fluir con lo que estaba sucediendo porque no sabía por dónde iban los tiros y no quería pensar», aterrizó en la ciudad californiana. «Me recogen en el aeropuerto, me llevan al hotel» y le dan instrucciones: «A las tres, en el vestíbulo». Allí, otros siete fans del autor de Thriller , comparten incertidumbre. A partir de ahí comienza una «experiencia fantástica» que empieza en los Henson Studios, «donde Jackson grabó la canción We are the world ». El grupo fue recibido por John Branca, abogado que gestiona el legado de Jackson, y L. A. Reid, productor. A los elegidos les esperan «ocho sillas, un portátil y unos altavoces potentísimos» por los que, cuando Reid «dio al play » comenzaron a escuchar «a tope el nuevo disco de Jackson, según nos dijeron, canciones que dejó sin terminar». Aquellas personas que habían formado parte del círculo del artista querían la opinión de sus fans más leales. Ellos y los «ejecutivos de Sony Music de Nueva York» con los que se reunieron al día siguiente por videoconferencia. Por ejemplo, «nos preguntaron qué canción pensábamos que debía ser el primer single , y coincidimos».
¿Cómo sonaron esos temas que el cantante dejó grabados vocalmente pero musicalmente inacabados? Son «rápidos, bailables», rememora. El cineasta cree que el disco será un éxito, que «va a sonar mucho, va a encantar al público en general», no solo a los fans.
De momento, él lo ha disfrutado en exclusiva y durante el regreso a casa no pudo evitar «escribir» sobre lo que había vivido.
«Todos somos seguidores de Michael Jackson, pero no sabemos por qué nos eligieron, no nos conocíamos, había una japonesa, un señor de Nueva York, un italiano...». Ocurrió como en el cine. Hace unas tres semanas, Cabotá, entusiasta seguidor de Jackson, a quien conoció personalmente, fue contactado mediante un e-mail por los gestores del legado del músico. Le proponían viajar a Los Ángeles para «participar en un evento del que no me podían decir nada más». No lo dudó. «Acepté», cuenta.
Tras un vuelo en el que no quiso hacerse muchas preguntas y durante el que opta por «fluir con lo que estaba sucediendo porque no sabía por dónde iban los tiros y no quería pensar», aterrizó en la ciudad californiana. «Me recogen en el aeropuerto, me llevan al hotel» y le dan instrucciones: «A las tres, en el vestíbulo». Allí, otros siete fans del autor de Thriller , comparten incertidumbre. A partir de ahí comienza una «experiencia fantástica» que empieza en los Henson Studios, «donde Jackson grabó la canción We are the world ». El grupo fue recibido por John Branca, abogado que gestiona el legado de Jackson, y L. A. Reid, productor. A los elegidos les esperan «ocho sillas, un portátil y unos altavoces potentísimos» por los que, cuando Reid «dio al play » comenzaron a escuchar «a tope el nuevo disco de Jackson, según nos dijeron, canciones que dejó sin terminar». Aquellas personas que habían formado parte del círculo del artista querían la opinión de sus fans más leales. Ellos y los «ejecutivos de Sony Music de Nueva York» con los que se reunieron al día siguiente por videoconferencia. Por ejemplo, «nos preguntaron qué canción pensábamos que debía ser el primer single , y coincidimos».
¿Cómo sonaron esos temas que el cantante dejó grabados vocalmente pero musicalmente inacabados? Son «rápidos, bailables», rememora. El cineasta cree que el disco será un éxito, que «va a sonar mucho, va a encantar al público en general», no solo a los fans.
De momento, él lo ha disfrutado en exclusiva y durante el regreso a casa no pudo evitar «escribir» sobre lo que había vivido.
Fuente:http://ultimahora.es
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