lunes, 26 de mayo de 2014

Michael Jackson de compras, divertidas anécdotas / Michael Jackson shopping, amusing anecdotes

Estas anécdotas de MJ de compras son muy graciosos y divertidas pertenecen a Fragmentos del libro Remember The Time: Protecting MJ in is final Day.
Si bien es cierto cuando Mike salía se compras siempre se disfrazaba para pasar desapercibido ante los fans pero siempre era descubierto, ya que, usaba sus característicos calcetines blancos y mocasines. Les dejo estás anécdotas contadas por Bill y Javon guardaespaldas de MJ, el final sin duda es de lo más gracioso ya verán porque se los digo ;)


 
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Bill: Una vez quiso ir a una tienda de magia. Era un gran fan de la magia. Fuimos a ver a casi todos los magos que actúan en el Strip (la calle principal de Las Vegas). Tenía muchos de esos kits de magia para hacer en casa, para hacer trucos con monedas y cartas y esas cosas. Alrededor de mayo o junio, quiso ir a la tienda de magia del Casino New York–New York. Así que empezamos a preparar la seguridad.

Esa mañana, me llama y me pide que vaya a comprar gasa. Le pregunto que cuanta y me dice, "Trae toda la que puedas". Me preocupé por si alguien estaba herido. Salí, compré un par de bolsas de gasa medica de la farmacia y se la llevé. Como media hora más tarde me llama y me dice, "Bill, estoy preparado".

Javon tenía preparados los vehículos. Yo estaba en la calle esperando a que saliera el Sr. Jackson. Apareció y cuando le ví, llevaba una chaqueta verde con una sudadera debajo. Pero sus manos estaban envueltas en gasa. Toda su cabeza estaba envuelta en aquello también con pequeñas aperturas para sus ojos. Iba disfrazado como una víctima de un incendio o algo así. Parecía La Momia. Pensaba que lo había visto todo de Michael Jackson, pero aluciné con aquello. Llamé a Javon por el walkie-talkie. Susurré en el micro, "Tio, Javon. No te vas a creer lo que se ha puesto el jefe".

Javon: Bill intentó avisarme, pero tenía la radio apagada. Estaba en el trailer de seguridad, preparándome para salir. Cuando salí no sabía lo que pasaba. Salí y vi lo que parecía un tipo raro, todo vendado y desfigurado merodeando por la propiedad. La alarma sonó en mi cabeza. Pensé, ¡intruso! y corrí hacia él. Le pillé en la calle y le estampé contra el coche gritando "¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?".

Bill empezó a gritar, "¡Javon, no! ¡Javon! ¡Es el jefe! ¡Es el jefe!" Me di cuenta que era él, retrocedí y entré en pánico. Quiero decir, le agarré muy fuerte, y él era tan delgado y frágil. Temí haberle roto un brazo o algo. Empecé a decirle "Lo siento mucho, señor. No le había reconocido. Lo siento mucho. Por favor, perdóneme. Lo siento mucho".

Bill: Javon debió disculparse mil veces, pero el Sr. Jackson empezó a partirse de risa. Lo encontró divertido. Estoy seguro que se asustó durante un momento; por un minuto pensé que aquél sería nuestro último día de trabajo para él. Pero al Sr. Jackson le pareció genial que su disfraz hubiese conseguido engañar a alguien. Se subió en el coche, riendo y diciendo, "¿De verdad que no sabíais que era yo?"

Javon: Llegamos al casino y, como en una salida normal, pero con él vestido como una momia. Entramos por atrás, pero la tienda de magia estaba a bastantes metros de aquella entrada, y el lugar estaba a tope de gente. Nada más entrar, la gente empezó a fijarse en nosotros vestidos con aquellos trajes negros, seguidos por un tipo vestido como una momia. Se podía escuchar el rumor de la gente diciendo "¿Qué será eso? ¿Qué ocurre?".

Obviamente estaba atrayendo más atención que la que evitaba. Si te fijabas en él durante un minuto no era difícil averiguar quién era. Se había complicado la vida envolviéndose la cara y las manos, pero llevaba calcetines blancos y pantalones pesqueros con mocasines. Era su imagen característica. Todo el mundo lo sabía. Además tenía esa forma de moverse, la forma de andar, la forma en que cogía algo de una estantería, eran inequívocamente de Michael Jackson. Todo el planeta sabe cómo se mueve Michael Jackson.

Bill: En un momento, caminando por el casino, una señora de mediana edad se le acerca. Se coloca a su lado, le mira y le dice, "Se quién eres"· El Sr. Jackson dice, “¿Hmmm?” con su tono agudo de voz, actuando como si no supiera de lo que estaba hablando “¿Hmmm?”. Ella le dice “Se quién eres. No engañas a nadie". Luego se fue y le dejó a lo suyo.

Por fin llegamos a la tienda de magia y el Sr. Jackson empezó a mirar las cosas. El encargado de la tienda se acercó dos o tres veces y le preguntó si le podía ayudar con algo, él sólo dijo que no con la cabeza. Realmente no habló nada. Tenían esos kits y trucos de magia. El Sr. Jackson iba cogiendo cosas, mirándolas, jugando con ellas, volviéndolas a dejar. Yo miraba los ojos del encargado, y sabía exactamente lo que estaba pensando si esa hubiera sido mi tienda. Luego le vi coger el teléfono y decir algo en voz baja y colgar rápidamente. Cinco minutos después, entraron dos policías y fueron hacia el encargado. Hablaron un minuto y señalaron al Sr. Jackson. Yo me sacudía la cabeza pensando, 'No, no, no. No por favor. Esto no puede estar pasando.' Uno de los oficiales se acercó al Sr. Jackson. Dijo, "Perdone señor, ¿puede mostrarme su carnet?". "¿Hmmm?". "¿Tiene usted carnet?". La segunda vez que lo dijo, agarró el brazo del Sr. Jackson, demostrando que no se andaba con tonterías. Yo entré en juego y educadamente traté de mediar entre ellos y explicar la situación. Le dije que era el escolta personal de este hombre, un dignatario de alto nivel y que estaba disfrazado para permanecer en el anonimato. Le dije "Este hombre es muy famoso y lo mejor para todos sería que pudiera mantener su identidad en secreto y saliera discretamente de la tienda". El policía dijo, "¿Famoso? ¿Quién demonios es?"

Por entonces ya se estaba empezando a formar un grupo de gente. El encargado tuvo que venir. El otro policía estaba detrás de mi. Yo quería evitar identificar al Sr. Jackson pero vi que la única forma de quitarnos de encima a aquellos policías era ser sincero y ponerlos de mi parte. Me incliné hacia el tipo y le susurré, "Es Michael Jackson". "¿Quién?". "Michael Jackson". "Anda y que os jodan, fuera de aquí". Le dije, "Mire, ya nos vamos". Entonces el policía se giró hacia su compañero y con una voz realmente alta y arrogante, como si yo fuera un capullo dijo, "Hey, este tio dice que es un guardaespaldas y que el tipo de las vendas es Michael Jackson."

Con el rabillo del ojo vi el destello del primer flash. Mierda. Luego escuché como comenzaba el murmullo de voces y se extendía entre la gente: "¿Michael Jackson?" "¡¿Michael Jackson?!" "¡¿Michael Jackson?!"

Le agarré y dije, "Sr. Jackson, por aquí". Le llevé con rapidez hacia la parte de atrás de la tienda, moviendo su cuerpo a través de los pasillos, izquierda, derecha, tan rápido como pude dirigirle. Miré alrededor, encontré la puerta del almacén y nos metimos allí. El encargado nos seguía y le pregunté, "¿Hay alguna otra forma de salir de aquí?". Me señaló una puerta trasera que daba aun pequeño pasillo de servicio que llegaba al parking. Avisé por radio a Javon y le dije que acercara la furgoneta para reunirnos allí.

Se podía escuchar a la gente fuera. Era intenso. Yo estaba realmente tenso, agitado. Como un idiota, el encargado volvió a seguirnos para confirmar que era Michael Jackson. Entonces también le entró la locura. Ahora estaba como, "Hey ¡Michael Jackson está en mi tienda!" Se estaba empezando a convertir en un tumulto de gente. Podíamos escuchar a la gente gritando "¡Mi-chael! ¡Mi-chael! ¡Mi-chael!" Los dos policías se quedaron atrapados intentando controlar a la gente, apechugando con lo que ellos habían provocado.

Yo estaba atrás con el Sr. Jackson. Estaba en alerta máxima. Con el pulso alterado. Mirando a todas partes. Vigilando la puerta, escuchando a la masa de gente, intentando prever qué sería lo siguiente. ¿Tendremos más problemas con la policía? ¿Los paparazzi? Y mientras tanto, el Sr. Jackson estaba tan pancho, como si fuera lo más normal. ¿La locura de la gente gritando su nombre fuera? Como si no existiera. Estaba tan tranquilo dando vueltas por las estanterías del almacén, mirando aquellos trucos de magia. El tío seguía comprando. Cogió una cosa y me la acercó diciendo, "Bill ¿puedes averiguar cuánto cuesta esto?" Quise decirle "¿En serio?" Tenemos a doscientas personas respirando en nuestra nuca, y quieres que me pare a preguntar el precio de un truco de Houdini?" Pero él sólo se encogió de hombros. "Esto es lo que pasa siempre. Deberían dejarnos tranquilos. La gente debería ocuparse de sus asuntos"

Finalmente, Javon me llamó para decir que ya tenía listo el coche. Los dos policías entraron al almacén y nos escoltaron. Cuando estábamos a punto de arrancar, uno de los oficiales se acercó a mi y me dijo "Hey, una cosa más". "¿Si?". "¿Cree que quizá podría ser tan amable de firmarme un autógrafo?". Me giré hacia el Sr. Jackson. "Señor, los oficiales quieren saber si les podría firmar un autógrafo". "Oh, claro" dijo. "Denme un bolígrafo".

Los oficiales le dieron sus libretas, les firmó uno a cada uno y nos fuimos. Desaparecimos. Ni siquiera llegó a comprar.

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[Tiempo después en Washington]

Un día, decidió que quería ir a Walmart (supermercado) a hacer algo de compra. Entramos en la tienda, él llevaba puesto un velo y vestido totalmente de negro. Entró primero y yo iba unos metros detrás con ropa normal. Había un guardia de seguridad en la entrada, un señor mayor. El Sr. Jackson entró con el velo y el guardia se quedó observándole al pasar. Le escuché decir, "¿Has visto a ese tipo? Está vestido como si fuera a robar"

Entramos dentro. El Sr. Jackson cogió un carrito y empezó a recorrer los pasillos. Miraba en textil, DVDs, de compras como una persona cualquiera. Estuvimos allí unos veinte minutos cuando escuché una radio y vi a un policía acercándose a nosotros. Aquello fue poco después de nuestro incidente en la tienda de magia de las Vegas, así que inmediatamente pensé para mi, 'Oh, mierda. Ya estamos otra vez'.

El oficial se acercó al Sr. Jackson y le dijo algo. La gente comenzó a pararse a mirar. Me acerqué al policía e intenté intervenir, dando nuestra explicación habitual. Soy de la seguridad privada de un dignatario de alto nivel, etc. Como había ocurrido antes, el policía quería saber de quién se trataba. No quería que se repitiera lo de la tienda de magia. No quería decir que era Michael Jackson, pero el tipo me estaba presionando para que dijera un nombre, era realmente persistente. "¿Quién es?" Tomé una decisión rápida. Le dije, "Es Prince". "¿Quién?". "Prince". "El tipo de Purple Rain?". "Si, señor". "¿Por qué va tan tapado?". "Intenta estar de incógnito". "Oh. Pensábamos que estaba intentando robar aquí". "No, señor. Simplemente estamos de compras". El policía se lo dijo al otro policía y este se lo dijo al encargado, y cuando empezó a circular la identidad, la gente se fue dispersando.

De haber sido Michael Jackson, habría habido un tumulto. Si era Prince, parece que la gente no le importaba. Así es como eran las cosas. Cuando volvimos al coche, el Sr. Jackson dijo, "¿Qué ha ocurrido al final". Le contesté, "Les he dicho que eras Prince". "¿Prince?". "Si". Se rió y dijo "Ahora entiendo porqué se fue la gente".











(Ojo las fotos no pertenecen al relato)  

    

Jajajaja que divertido no creen? Michael sin duda nunca pasaba desapercibido ante los fans, me lo imagino a Mike de momia jajaja muy gracioso se ha de haber visto y lo Prince jajajaja graciosísimo.